𝑺𝒐 𝑯𝒊𝒈𝒉 𝑺𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 | marc guiu (editando!)

𝟐𝟔. ya no sé qué pensar

Marc's pov

Desperté con el sol entrando suavemente por la ventana. Pau estaba recostada en mi pecho, y dormía pacíficamente. Sonreí inconscientemente al verla. Siempre está hermosa. No podía imaginar un mejor comienzo para esta nueva etapa de mi vida. Todavía no sé de donde saqué los huevos para pedirle que sea mi novia. Pero si tengo algo bien claro, es que la amo, y realmente quiero que lo nuestro funcione.

Con cuidado, le di un suave beso en la frente y la abracé un poco más fuerte, sintiendo una oleada de gratitud y amor por tenerla en mi vida. Estaba decidido a hacer todo lo posible para asegurarme de que cada día juntos fuera tan especial como este. Finalmente, después de unos minutos, se despertó. Su respiración se hizo más profunda y sentí cómo su cuerpo se movía ligeramente en mis brazos. Abrió lentamente los ojos y levantó la mirada hacia mí, todavía adormilada y relajada. Una sonrisa apareció en sus labios al verme, y pude ver cómo sus ojos se llenaban de amor y ternura.

—Buenos días —murmuró con su voz todavía algo ronca por el sueño.

—Buenos días, bonita —dije

Su sonrisa se ensanchó al escucharme, y pude ver cómo un leve rubor se apoderaba de sus mejillas. Bajó la mirada, un poco avergonzada, y escondió su cara en mi cuello, por lo que me reí suavemente.

—Me estuviste viendo dormir? —me preguntó con suavidad, todavía un poco adormida

Sonreí suavemente y asentí con la cabeza, acariciando ligeramente su cabello con ternura.

—Sos un tonto —respondió con cariño, hundiendo su cara en mi pecho.

—Mala. Soy un tonto sólo por querer disfrutar del momento un poco más? — le pregunté con tono travieso

—Claro —respondió, y tras esto me dió un beso

Es increíble el efecto que tiene ella en mí con un solo gesto. El beso se profundizó aún más y sentía cómo nuestro corazón palpitaba al compás, con sincronía perfecta. La acerqué aún más hacia mí, anhelando sentirla aún más cerca. Deslicé mis manos por su espalda, trazando su silueta. Luego de un rato, nos separamos por falta de aire.

—Mejor lo dejemos aquí, que después no me contengo —hablé y Pau rió

—Aunque creo que ya es tarde... —dijo, levantando una ceja

Su frase me hizo reír y sentía cómo mi corazón palpitaba aún más rápido ante su mirada traviesa. Sabía que mi cuerpo estaba reaccionando ante los besos

—Joder Paulina. Mira lo que me haces. Y eso que aún no has visto nada, bonita — respondí con tono travieso, besando su cuello

Sus brazos me rodearon y me atrajo aún más hacia ella, y podía sentir cómo su cuerpo se pegaba al mío, desesperado por mí. Nuestros labios se encontraron de nuevo, y el beso era aún más apasionado y desenfrenado que antes. Mis manos buscaron recorrer su cuerpo, y sentía cómo cada toque desataba un incendio en mi interior.