¿Qué pasaría si me gusta un poco el hermano mayor de mi amiga?
𝙉𝙤 𝙤𝙣𝙚'𝙨 𝙚𝙫𝙚𝙧 𝙝𝙖𝙙 𝙢𝙚, 𝙣𝙤𝙩 𝙡𝙞𝙠𝙚 𝙮𝙤𝙪
𝙏𝙧𝙪𝙩𝙝, 𝙙𝙖𝙧𝙚, 𝙨𝙥𝙞𝙣 𝙗𝙤𝙩𝙩𝙡𝙚𝙨
𝙔𝙤𝙪 𝙠𝙣𝙤𝙬 𝙝𝙤𝙬 𝙩𝙤 𝙗𝙖𝙡𝙡, 𝙄 𝙠𝙣𝙤𝙬 𝘼𝙧𝙞𝙨𝙩𝙤𝙩𝙡𝙚
Inspirado e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pauli's pov
Un mes había pasado luego de aquella conversación con Lamine y Martina en el instituto. Dicho y hecho, comenzamos a salir más seguido, los tres solos. Intento buscar un balance constante en mi vida. El instituto, voley, Marc, mis amigos, mis papás, algunas personas de Argentina. Un par de amigas de Argentina volvieron a tener contacto conmigo. No sé, siento que es porque estoy con Marc. O capaz simplemente estoy sobre pensando.
Hoy es sábado, y juega el Barça. Obviamente que voy con Martina. Ya es casi la hora del partido, así que me puse una camiseta de Marc. Una de las cosas que más amo de acá, es ir a los partidos. No solo porque juegan mis amigos, simplemente es tan divertido. Martina me pasó a buscar, y finalmente llegamos al estadio. Nos acomodamos en nuestros asientos, rodeadas por una marea de aficionados emocionados. A medida que el juego comienza, la energía en el estadio se eleva y no puedo evitar sentirme contagiada por la emoción del momento
—Cómo te sientes? —pregunta Martina, observando mi camiseta con una sonrisa.
—Emocionada. Sabes que me encanta venir acá —respondo, sonriendo
El partido avanza con intensidad. Marc está en su elemento, mostrando su habilidad en el campo. Cada jugada me llena de orgullo y admiración. Aunque estoy disfrutando el juego, no puedo sacarme de la cabeza el tema de mis amigas de Argentina.
—Oye, te han escrito mucho tus amigas últimamente? —pregunta Martina
—Algún que otro mensaje. Es raro, parece que les interesa más ahora que estoy con Marc y soy amiga de ustedes —confieso, sintiendo la necesidad de hablarlo con alguien.
Martina asiente con comprensión.
—Tal vez estén emocionadas por ti, Pauli. Están viendo cómo te adaptas aquí y quieren saber de ti. No tiene por qué ser solo por Marc —dice, intentando tranquilizarme.
Sus palabras me reconfortan un poco, pero sigo reflexionando sobre cómo equilibrar mi vida en España con mantener mis conexiones en Argentina.
El partido continúa con emoción. Marc anota un gol y el estadio estalla en celebración. Nos levantamos y gritamos con el resto de la afición, compartiendo ese momento. Mis ojos conectaron con los de Marc, este corrió hacia donde estábamos sentadas Martina y yo, tras esto, hizo un corazón y me señaló.
—TÍA, TE DEDICÓ EL GOL —exclamó Martina emocionada
Martina y yo nos abrazamos. No lo podía creer. No es el primero que me dedica, pero ahora que somos novios, es distinto.
Después del partido, fuimos al vestuario, como de costumbre. No estaban los chicos de siempre, esto era el primer equipo. Me puse algo nerviosa, pero lo intenté ignorar. Hector y Lamine ya estaban duchados y listos para irse. Habíamos arreglado para salir a algún lado los cinco. Solo faltaba Marc