𝑺𝒐 𝑯𝒊𝒈𝒉 𝑺𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 | marc guiu (editando!)

𝟐𝟖. no tengo fuerzas

Pauli's pov

Aisha respiró hondo y comenzó a hablar. Su voz temblaba.

—Desde que te fuiste, tus amigas empezaron a hablar mal de vos. Dicen cosas horribles Pau, y no solo eso, si no que sacaron secretos tuyos a la luz para intentar hacerte quedar mal. Me llenaron la cabeza de cosas negativas que obviamente no son verdad, pero les creí, porque desde que te mudaste, nadie te reconoce. Pareces una persona totalmente distinta. Sé que no cambiaste Pau, pero así lo parece. Y en vez de hablar con vos, me alejé —comenzó a llorar

—Qué cosas te dijeron? —pregunté

—Hablaron sobre tu vida personal, tus inseguridades y problemas que me habías confiado en privado.

Sentí un nudo en el estómago mientras escuchaba. No podía creer que mis amigas hubieran hecho algo así.

—Qué más dijeron? —pregunté, incrédula

Aisha tomó aire y continuó.

—Hablaron de cómo solías sentirte insegura sobre tu apariencia, tus problemas alimenticios, comentaron sobre algunas de tus relaciones pasadas, distorsionando la verdad para hacerte ver mal. También.. de tus intentos de... —hizo una pausa buscando las palabras adecuadas, y me miró— También... de tus intentos de suicidio y tus autolesiones. Dijeron que lo hacías para llamar la atención. Fue muy doloroso escuchar todo eso, y no sabía cómo confrontarlas o cómo decírtelo a vos, sabiendo que es un tema tan difícil que a día de hoy no terminas de superar. Incluso llegaron a inventar historias sobre ti, diciendo que eras una persona falsa y egoísta.

Cada palabra era peor que la anterior. Sentí como si me hubiesen clavado diez puñales al mismo tiempo. Me sentí traicionada y dolida.

—Cómo alguien puede ser tan malo Aisha? —pregunté, entre lágrimas

—Porque son unas envidiosas Pau, eso es todo. Quieren llamar la atención. Ven a alguien feliz, y como ellas son unas infelices de mierda, quieren arruinarlo —contestó, enojada— No es justo. Quiero que sepas que siempre estaré de tu lado. Nunca tuve que dejarme influenciar por sus comentarios —dijo Aisha, tomando mis manos entre las suyas

La abracé con fuerza.

—Gracias por contarme —dije, tratando de mantener mi voz firme.

—Perdón por todo Pau. Perdón. Soy una estúpida —respondió, apretándome con fuerza— Que la distancia no te haga olvidar que te amo y que mi silencio no te haga pensar que me olvidé de vos

—La distancia no significa nada cuando alguien significa todo.

Pasamos el resto de la noche hablando y reconectando, sintiendo cómo nuestra relación se fortalecía. No me había dado cuenta de lo mucho que la necesitaba. A la mañana siguiente, desayunamos todos juntos. Es domingo, así que salimos a pasear, para que mi familia conozca un poco de Barcelona. A decir verdad, todavía me siento mal. Pero no quiero que mi familia lo note. No voy a arruinar estos momentos.