¿Qué pasaría si me gusta un poco el hermano mayor de mi amiga?
𝙉𝙤 𝙤𝙣𝙚'𝙨 𝙚𝙫𝙚𝙧 𝙝𝙖𝙙 𝙢𝙚, 𝙣𝙤𝙩 𝙡𝙞𝙠𝙚 𝙮𝙤𝙪
𝙏𝙧𝙪𝙩𝙝, 𝙙𝙖𝙧𝙚, 𝙨𝙥𝙞𝙣 𝙗𝙤𝙩𝙩𝙡𝙚𝙨
𝙔𝙤𝙪 𝙠𝙣𝙤𝙬 𝙝𝙤𝙬 𝙩𝙤 𝙗𝙖𝙡𝙡, 𝙄 𝙠𝙣𝙤𝙬 𝘼𝙧𝙞𝙨𝙩𝙤𝙩𝙡𝙚
Inspirado e...
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Marc's pov
No puedo creer que yo también le gusto. Necesito que esté conmigo ya. Luego de la conversación del almuerzo, me quedé a solas con ella y hablamos sobre que hoy tenía el entrenamiento de voley. Le dije que la iba a ir a buscar una vez que terminara, e íbamos a ir a mi casa para que yo le explicara unas cosas de catalán. Íbamos a estar solos en casa, total, Martina después de voley se iba a la casa de Fermin, o algo así.
Pauli's pov
El entrenamiento finalmente llegó más. Mis padres estaban emocionados, quizás más que yo, aunque sentía un poco de nervios
Era un gran paso para mí, y aunque estaba nerviosa, también me sentía afortunada de tener su apoyo.
—Lista, Pauli? —preguntó papá, mientras subíamos al auto
—Sí, lista —respondí, intentando transmitir más seguridad de la que sentía.
El viaje al complejo deportivo del Barça fue relativamente corto, pero mi mente estaba a kilómetros de distancia, pensando en la práctica y en cómo sería este nuevo capítulo de mi vida. Mis pensamientos también volaron brevemente hacia Marc y Hector, pero rápidamente los alejé. Hoy era sobre voley. Al llegar, el lugar era imponente. Las instalaciones eran modernas y bien cuidadas. Sentí una mezcla de orgullo y presión al ver el logo del Barça en todas partes. Mis padres caminaron conmigo hasta la oficina donde firmaríamos los papeles.
—Buenos días, somos los padres de Paulina —le dijo mi papá, al encargado.
—Bienvenidos, pasen por aquí, por favor —respondió amablemente el hombre, conduciéndonos a una sala de reuniones.
La firma de los documentos fue rápida y eficiente. Mientras mis padres conversaban con el personal, yo no podía dejar de pensar. Después de unos minutos, finalmente me dejaron ir al vestuario para prepararme. El vestuario estaba casi vacío cuando llegué. Me cambié rápidamente, colocando con cuidado mi nueva camiseta del Barça. Me miré en el espejo, intentando asimilar todo. Era real, estaba acá, y estaba lista para dar lo mejor de mí. Al salir al predio, vi a todas las chicas calentando. A las que había conocido en las pruebas, y a un par de caras nuevas. Me acerqué a Martina, quien corrió a abrazarme
—Que emoción verte con la camiseta —sonríe y las dos reímos
—Te juro que todavía no caigo.
Conversamos un rato con todas mientras calentábamos, hasta que el entrenador, Santiago, nos llamó.
—Bienvenidas todas, especialmente a nuestras nuevas integrantes. Vamos a empezar con un calentamiento ligero y luego trabajaremos en algunas tácticas defensivas. —dijo Santiago
El calentamiento fue intenso, pero me ayudó a calmar mis nervios. Poco a poco, comencé a sentirme parte del equipo. Martina y las otras chicas fueron amables, ayudándonos a mí y a las otras nuevas a integrarnos. La práctica pasó en un abrir y cerrar de ojos. Hicimos ejercicios de bloqueo, defensa y ataque. Santiago nos observaba atentamente, corrigiendo nuestros movimientos. Era exigente, pero justo, y sentí que estaba aprendiendo mucho. Al final del entrenamiento, estaba agotada pero satisfecha. Sentí que había dado lo mejor de mí y que tenía mucho potencial para crecer en este equipo.
—Nos vemos mañana guapa, y suerte hoy con mi hermano, eh —me dice Martina guiñándome el ojo
—Suerte a vos con Fermín, a ver si esta vez pasa.
Cuando salí del gimnasio, Marc estaba ahí afuera esperándome. Una vez que me vió, se acercó a mí con una sonrisa
Marc's pov
—Que bonito verte con esos colores —los dos reímos— Cómo fue todo? Cuéntame
Mientras caminábamos hacia el estacionamiento, me contó todo sobre el entrenamiento: los ejercicios, el entrenador, las chicas del equipo. Yo escuchaba atentamente, asintiendo y sonriendo de vez en cuando.
—Me alegra que te haya ido bien. Sabía que te adaptarías rápido —dije
—Gracias, Marc. No te imaginas lo nerviosa que estaba —agradeció
—No te preocupes, todos estamos nerviosos cuando entramos en equipos nuevos. En fin, lista para la sesión de catalán? —pregunté
—Te miento si digo que sí, pero vamos con todo.
Subimos a mi coche, y nos fuimos rumbo a casa, conversando sobre su experiencia en el entrenamiento. Ella estaba entusiasmada, y escucharla hablar con tanta pasión solo me hacía admirarla más. Sus ojos oscuros tenían un brillo que nunca antes había visto. No pude evitar robarle miradas de vez en cuando mientras conducía, disfrutando de su compañía. Llegamos a mi casa y, como esperaba, Martina no estaba. Teníamos la casa para nosotros solos. Paulina se acomodó en el sofá mientras yo iba a buscar mis apuntes. Empezamos a estudiar y, a medida que avanzábamos, la atmósfera se volvió más relajada. Hacíamos chistes y reíamos, y cada vez que nuestros ojos se encontraban, sentía una conexión especial. Y de un momento a otro, me entró una llamada de mi madre
Pauli's pov
Marc atendió ahí al lado mío. La llamada transcurrió y finalizó con "bueno mamá, estoy estudiando con una amiga en casa. Okay, genial. Avísenme cuando lleguen, adiós"
—Amiga tiraba —repito, molestándolo.
—Pues sí, no eres mi novia, no?
Sonrió y se pegó más a mí.
—Todavía —digo, sacando la lengua
—Bueno, entonces es la verdad no? No eres mi novia. Por ahora.
—Tampoco muy amiga que digamos, igual.
Escucha lo que digo, se acerca más a mí y preguntó
—Entonces qué somos nosotros? Si no soy tu novio, y tampoco tu amigo .
—No sé, decime vos —repliqué
Lo miré directamente a los ojos. Mi corazón latía con fuerza, y por un momento, el mundo se detuvo. Todo lo que importaba era él, acá, ahora. Era el momento de ser honestos, de dar el paso que ambos habíamos estado evitando. Me miró fijamente, y sentí una mezcla de emoción y nerviosismo. Hasta que Marc habló:
—Creo que somos algo más, Pau —dijo, su voz más baja y suave de lo habitual—. Algo especial, algo que está creciendo y que no quiero ignorar.
Yo sostuve su mirada, sus ojos reflejando la misma mezcla de nervios y anticipación que yo sentía. Me acerqué más, tanto que podía sentir el calor de su cuerpo junto al mío.
—Pau, no sé exactamente cómo llamarlo, pero sé que eres alguien muy especial para mí. Me encanta pasar tiempo contigo. Desde que te conocí te volviste especial y me hiciste sentir de todo. Me vuelves loco. No quiero presionarte, porque sé que aun es demasiado temprano para algo serio, pero quiero que sepas que estoy dispuesto a esperar y ver a dónde nos lleva esto. No quiero que sea solo una simple etiqueta, quiero que sea real.
No supe qué decir, el corazón me iba a mil. Lo miré con una sonrisa suave, y hablé.
—Quiero que se nos dé Marc.
Pudo ver en mis ojos que sentía lo mismo. Sin decir una palabra más, se acercó y me besó suavemente. Sus labios eran suaves y cálidos. Fue un beso profundo, intenso, se volvió más desesperado, lleno de todos los sentimientos que habíamos estado guardando. Él me agarró de la cintura y me sentó en su regazo, mis manos rodearon su cuello, y lo acerqué más a mí. Sentí su corazón latiendo tan rápido como el mío. Nos separamos solo lo suficiente para respirar, pero nuestros rostros seguían cerca, nuestras frentes apoyadas una contra la otra. Sentir sus labios contra los míos fue como encontrar una pieza del rompecabezas que faltaba. Todo encajó perfectamente.