𝟏𝟓. cosas que no te dije

2.8K 129 12
                                        

Marc's pov

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Marc's pov

Mientras caminaba de regreso a casa, estuve pensando en cómo hablar con Pau y qué decirle, pero no sé, estoy confundido. Decidí escribirle unos mensajes, los cuales creí que no me iba a contestar, pero al menos lo intento por si las dudas.

casi novia

bonita
tenemos que hablar
por favor
te extraño

Pauli's pov

Marc me había escrito. Esta vez sentí la necesidad de contestarle, ya había aclarado mi mente y me siento lista para volver a intentarlo

casi novio

bonita
tenemos que hablar
por favor
te extraño

yo también te extraño
voy o venís?

voy

Marc's pov

Con solamente leer su respuesta se me aceleró el corazón. Rápidamente salí, me subí al coche y comencé a conducir hacia su casa. Al llegar a su puerta, tomé una respiración profunda y toqué el timbre.
No pasaron más de unos segundos antes de que la puerta se abriera y allí estaba ella, hermosa como siempre, con esa mirada que tanto había extrañado.

—Hola, Pau —dije, tratando de mantener la calma.

—Hola —respondió ella, con una leve sonrisa. Se hizo a un lado para dejarme pasar y entré.

Nos sentamos en el sofá y hubo un momento de silencio. Ambos sabíamos que había mucho que decir, pero no por dónde empezar.

—Marc, yo... —comenzó Pau, pero la interrumpí suavemente.

—Pau, déjame empezar —dije, tomando su mano—. Quiero disculparme por cómo han sido las cosas. Sé que he cometido errores y te he lastimado. Pero quiero que sepas que realmente quiero estar contigo. Esta semana que no hablamos, te extrañé muchísimo, me sentí fatal, porque sabía que el que había hecho mal las cosas fui yo, pero créeme cuando digo que soy consciente, y que no se va a volver a repetir. Ya hablé con Maia, le dejé claro todo.

—Gracias por decírmelo. Yo también te extrañé mucho, Marc. Me di cuenta de que no quiero perderte. Y esta semana que te estuve ignorando, aunque no estoy orgullosa de haberlo hecho, fue porque necesitaba pensar y aclarar mi mente respecto a todo esto. Pero que quiero estar con vos, y que quiero que esto funcione, lo sé desde hace mucho.

—Tranquila, yo sé que necesitabas tu espacio y tu tiempo personal, así que por cuestiones obvias te quise respetar. Pero ya no aguantaba más. Quería verte, te necesito Pau.

Nos miramos a los ojos, y en ese instante sentí que todo había valido la pena. Nos abrazamos, y en ese abrazo encontré la paz que había estado buscando durante toda la semana. Luego nos dimos un pequeño beso y hablé

—Te prometo que haré todo lo posible para que esto funcione. Me gustas mucho y no quiero perderte

—Yo también Marc. Te lo prometo —dijo ella con una sonrisa, apretando mi mano

Pauli's pov

Pasaron las semanas, y con Marc fuimos construyendo más y más nuestro vínculo. Nos dedicamos tiempo para hablar, escucharnos y entendernos. Salimos mucho, lo fui a ver a varios entrenamientos y partidos, y él hizo lo mismo conmigo. Siempre que me va a ver me pongo nerviosa y juego para el orto, aunque según él dice que no.

Hicimos muchos planes de novios sin ser novios, básicamente. Me gusta lo que tenemos, no sé qué somos, pero me gusta, y no quiero que se termine.

Hoy es sábado y el Barça jugó, pero perdieron. Sé lo mucho que Marc odia perder. Lo fui a buscar al vestuario, donde estaban todos, la tensión se sentía en el aire. Estaban todos los chicos, a quienes yo ya conocía, a algunos de nombre, y a otros de vista nomás.

Ellos no me conocían, excepto por los más cercanos a Marc, como Hector, Unai, Juan, Pau Prim, etc. Cuando entré, noté que Marc no estaba.

—Buenas a todos. Marc se está duchando?- le pregunté a los chicos que anteriormente nombré

Los chicos me saludaron amablemente y asintieron, Unai respondió:

—Sí, Pauli, está en la ducha. Debería estar listo en unos minutos.

Mientras esperábamos a que Marc saliera de la ducha, los demás chicos comenzaron a conversar sobre el partido y algunas anécdotas del entrenamiento. Me sentía re metida ahí, pero me incluyeron siempre en la conversación. Después de unos minutos, Marc salió del vestuario, fresco y vestido con ropa casual. Al verme, su rostro se iluminó con una sonrisa.

—Hola, bonita —me saludó, acercándose para darme un beso

—Hola, Marc —respondí con una sonrisa—. Cómo estás?

—El partido ha sido una mierda, pero estoy mejor ahora que estás aquí —dijo, dándome otro beso y agarrándome de la cintura

Marc es muy afectuoso y eso me encanta. Además no le da vergüenza serlo en público.

—La próxima será —le digo con una mueca, a lo que él se ríe

—Ojalá. Vámonos, bonita.

Fuimos a su casa, y en el auto si bien no hablamos mucho, preguntó:

—Te caen bien los chicos?

—Obvio, son muy graciosos todos —digo

—Gracias por venir, Pauli. Significa mucho para mí que te lleves bien con mis amigos —dijo, apretando suavemente mi mano.

—Por supuesto, Marc. Me encantó conocerlos a todos —respondí, sintiéndome feliz de formar parte de su vida, tanto dentro como fuera del campo de fútbol.

Cuando llegamos, entramos a su casa y fuimos directo a su cuarto, me recosté en su cama. Se acostó en mi pecho, a lo que yo le comencé a hacer mimitos en el pelo, y él me besaba el cuello

—He tenido mejores días —habló.— Odiamos perder, todos odian perder. Pero hoy fue especialmente frustrante.

—Ya sé Marc, pero casi nunca pierden ustedes. Entiendo que era un partido importante, pero de todas formas no bajaron de posición en la tabla. Y ustedes jugaron bastante bien. Así que tan mal no está, verdad?

—Tienes razón. Te juro que no le podía sacar algo bueno a la situación, pero tú sí lo haz hecho. —dijo mientras continuó besándome el cuello

—Marc —susurré, acariciándole el pelo—, estoy acá con vos. Pase lo que pase, siempre voy a estar acá.

Él levantó la cabeza y me miró a los ojos, su mirada llena de gratitud y algo más profundo que no necesitaba palabras para ser entendido.

—Te necesito, Pau —dijo con una intensidad que me dejó sin aliento— Más de lo que te imaginas.

—Yo a vos —respondí, sin dudarlo, y nos besamos.

Se levantó, ya que estaba acostado arriba mío, y me atrajo nuevamente hacia él, sentándome en su regazo. Mis manos viajaban por su cuello y su espalda, mientras que las suyas por todo alrededor de mi cuerpo. La intensidad comenzó a crecer, cada beso era más profundo que el anterior, cada roce nos acercaba más y más el uno al otro.

Y así transcurrió la noche.

Después, exhaustos pero felices, nos quedamos abrazados en la oscuridad, sintiendo el latido acelerado de nuestros corazones en perfecta sincronía, hablando de todo.

𝑺𝒐 𝑯𝒊𝒈𝒉 𝑺𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 | marc guiu (editando!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora