❝de mi sangre nacerá el príncipe elegido❞
Entre el amor y el odio,rhaenyra targaryen y sihtric hightower prefirieron odiarse torturandose entre ellos con palabras amargas y acciones pero tal vez los dioses los haga cambiar de pensamiento y ese odio...
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Kronos a perfect creature
"algunos tenemos sueños tan locos" ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
Ya había pasado un largo tiempo desde el accidente que sufrió Sihtric. El niño, que antes era un muchacho frágil y asustadizo, se había transformado en un adolescente alto, con un cuerpo definido aunque ligeramente delgado. Sus rizos eran más abundantes y sus rasgos de Hightower se habían vuelto aún más pronunciados, otorgándole una presencia imponente.
El joven era apuesto, con un porte elegante que no pasaba desapercibido. Muchas damas e incluso princesas habían mostrado interés en el hijo de Otto Hightower, atraídas por su aura de misterio y su linaje noble. Sin embargo, a él no le interesaban las propuestas de matrimonio ni los coqueteos sutiles de la nobleza. Su mente estaba completamente enfocada en sus entrenamientos, determinado a convertirse en un gran guerrero y ganarse el respeto y orgullo de su padre. Su destreza con la espada era notable, y en el futuro, podría llegar a ser el mejor guerrero de su tiempo, siempre y cuando nadie interfiriera en su vida y arruinara sus meticulosamente trazados planes.
En ese momento, Sihtric caminaba con paso firme después de haber bajado del carruaje. Su destino era el recinto donde se guardaban los dragones, un lugar envuelto en leyendas y peligros. Mantenía sus brazos detrás de la espalda, adoptando una postura de autoridad y concentración, mientras su mirada seria recorría a las personas a su alrededor. De repente, su expresión cambió a una leve sonrisa.
Un hombre que entrenaba dragones pasó cerca de él. Sihtric inclinó la cabeza ligeramente en señal de saludo y esbozó una sonrisa comedida. El entrenador de dragones le devolvió una sonrisa más amplia antes de seguir su camino, lo que hizo que Sihtric recuperara su expresión seria, borrando rápidamente aquella sonrisa estupida.
Se detuvo abruptamente cuando vio a su hermana hablando con la princesa Rhaenyra. Sihtric suspiró profundamente, sus hombros se tensaron, pero su postura permaneció erguida y firme. La relación con Rhaenyra no había cambiado con los años. sus interacciones eran mínimas y sus palabras siempre cargadas de una frialdad cortante. Recordó con desagrado una ceremonia en la que ambos se vieron obligados a bailar juntos. El resentimiento mutuo había convertido el baile en un espectáculo incómodo y desastroso. En un momento, Rhaenyra lo había pisado "accidentalmente" en el pie, y Sihtric, en respuesta, la había soltado durante un giro, provocando que la princesa cayera al suelo. La humillación fue palpable, y Otto Hightower, su padre, estuvo a punto de perder su puesto como consejero debido a aquel incidente.
Afortunadamente, el rey había tomado el episodio con humor, atribuyéndolo a la inmadurez de la juventud y creyendo que eventualmente los dos se reconciliarían. Sin embargo, esa reconciliación nunca llegó. Ahora, Sihtric se había convertido en un joven fuerte y decidido, mientras que Rhaenyra era una princesa hermosa y respetada, conocida por su carácter firme.
