𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟱 ✭

230 14 3
                                    


✩₊˚.⋆ 𝗽𝗲𝗹𝗲𝗮𝗿 ⋆⁺₊✧

・゚:* 𝑻𝒐𝒎𝒂́𝒔 ・゚:*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

・゚:* 𝑻𝒐𝒎𝒂́𝒔 ・゚:*

Habían pasado semanas, y Fran seguía sin hablarnos, ni Ale ni a mi.

Aunque eso sí, con Ale dejó de ser tan grosero, pero tampoco le hablaba, casi no habían cruzado palabras en estas semanas.

Por otro lado, Ale dejó de ser tan distante conmigo, de hecho, volvimos a salir juntos, a estar juntos, lo cual me hacía feliz. Aunque seguimos sin contarle a alguien más, sólo sabían los de la MDB.

Con el tema del papá de Ale llevo días pensando en decírselo, pero... no sé. Quiero hacerlo y a la vez no.

Otra cosa, ya venía planeando pedirle a Alexita que sea mi novia, pero solo estoy esperando a que se solucione todo con Fran.

Ahora la pelinegra y yo nos encontrábamos en mi casa hablando de boludeces y escuchando música.

No sé qué le pasaba hoy, como que estaba muy energética, muy feliz.

Yo estaba sentado en mi silla viéndola y ella bailaba o cantaba la música parada frente a mi.

-- I see you winding and grinding up on that pole
I know you see me looking at you and you already know -- Cantó Alexa viendome mientras bailaba moviendo su cadera.

Yo solo sonreía. Soy feliz con ella.

Después se empezó a reír de la nada, causando que yo me ría. Parecía que estaba volada.

Reí -- ¿Qué te pasa, boba? ¿'Tas loquita? --

Rió más y asintió -- No sé qué me pasa, boludo. 'Toy re feliz, hiperactiva; tengo mucha energía --

-- Tengo unas idea' que te van a dejar sin energía -- Sonreí.

-- Uh, Tomás, so' re virgen -- Se burló de mi.

La miré ofendido y me puse a usar mi celular indignado.

-- Daaaa, ¿te va' a enojar por eso? -- Se acercó a abrazarme.

Se acercó por detrás y envolvió sus brazos al rededor de mi cuello y empezó a repartir besitos por mi mejilla.

-- ¿Qué te hacé' el enojado, eh? -- Dejó otro beso -- Dale, dramático -- Dijo después de unos segundos.

Empezó a mover sus deditos por mi cuello causando que me den cosquillas.

Inevitablemente me empecé a cagar de risa.

Trataba de quitar sus manitos, pero no podía porque me empezaba a hacer cosquillas en otro lado.

Me volteé para verla y la abracé por la cadera como solución.

Ella dejó sus manos en mi cuello, pero ahora no me hizo cosquillas.

-- Te quiero, Reina -- Sonreí cerrando mis ojos.

[𝟭] 𝐓𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐈𝐥𝐮𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 | 𝐂.𝐑.𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora