Atravesaste Mi Corazón - ʸᵒᵘⁿᵍ ᵐⁱᵏᵒ

-05-

In the bathroom
Alexa's POV:

Ya estaba en el colegio, en mi primer recreo. Contándole a Martina que Victoria ahora era mi tutora y lo que pasó en el rato que estuvo ahí conmigo.

- ¡¿Como que casi te...?!
- ¡Shhh, cállate! Y sí, po, "casi".
- Puta, lo hubiera hecho nomá'.
- Ah claro, no importa que mi mamá estuviera ahí.
- Verdad que me dijiste que había entrado a tu pieza.
- Mhm —asentí con la cabeza recordando el momento.
- Pe-
- ¡Tini, ven! ¡Te tengo el medio chisme, hueona! —le gritó una compañera toda emocionada.
- Ya voy —arrastró las palabras sin ganas de irse.

Una niña se me acercó, no de mi curso, se veía más chica, y un poco bastante.

- Se —iba a decir "¿se te perdió algo?", pero tampoco quería ser grosera, ni la conozco ni ella a mí como para andar de pesada, po—... ehm, ¿necesitai' algo? —fingí una sonrisa. Pero estaba confundida, aunque a veces vienen a darme recados de algún profesor o profesora, que a veces mandan a otros alumnos para decirme algo de mis notas o alguna cosa del colegio.
  - Eeh —se notaba nerviosa, miré sus manos, tenía un papel entre ellas, lo doblaba con nerviosismo, quería saber qué era pero tampoco quiero incomodarla con preguntar—... eeeh, toma —me extendió el papel con una mano, esperando a que lo agarrara. Lo hice.
  - Gracias —sonreí, no sabía muy bien qué decir—, ¿qué es esto? —pregunté con un tono amable.
  - Ehm... —sus nervios eran demasiado notorios, tanto que me asustaban. La miré con cara de que esperaba su respuesta, no dijo más y se fue corriendo.

Todos en la sala se le quedaron mirando mientras corría atravesando esta, yendo hacia ¿su sala?

Algunos se rieron de ella cuando se fue, muchos habían visto la situación: ella hablándome, sabiendo que no puede entrar a otras salas que no sean la suya, porque ella seguramente no es de la media, parecía de quinto básico realmente. Si es que no era más chica.

Guardé el papel en mi bolsillo del polerón, como siempre, tenía hambre, así que busqué plata en mi mochila y me fui a comprar.

Me compré un pan con palta, me senté al fondo del casino con mi teléfono, me puse a ver stories de Instagram.

No mucho rato después alguien se sentó al lado mío, miré quien era.

Victoria.

  - ¿Hablaste con...? —le dio un sorbo a su leche, de chocolate "sorprendentemente".
  - Con ¿Chloe?
  - Mhm —asintió con la cabeza.
  - Iba a hacerlo —mentí—, pero no sé, me da miedo.
  - ¿En serio te da miedo? —asentí con la cabeza—. ¿Por...?
  - Ay no sé, pero no quiero decirle nada, mejor la ignoro o algo así.
  - Y crees que es la mejor opción.
  - O sea, no. Pero ¿qué más voy a hacer, po?, nada.
- Decirle, no pierde' nada. No creo que deje de ser tu amiga por una pendejada, llevan siendo amigas años.
- Sí, po, igual tení' razón.
- Lo sé —sonrió con superioridad.

Me acordé del papelito ese que me había dado cierta niña que no tengo idea de cómo se llama, mi eso me dijo.

Podía ser de un profesor que necesitaba algo, así que lo saqué de mi bolsillo y lo abrí, no parecía de un profe.

Sino una carta.

Miré a Vicky, ella miraba el papel con la misma o más confusión que yo.

  - ¿Qué... e' eso?
  - No sé —me encogí de hombros. Comencé a leer la carta, no tenía una letra legible, y sí muchas faltas ortográficas.

Era una carta de ¿amor?, no sé, la cosa es que se me estaba confesando o algo así.

Me da pena que se me confiesen, porque es decir, no es todos los días tampoco, pero nunca es la persona que yo quiero...