De la A(mor) a la Z(ombies)

45. 𝘿𝙚𝙨𝙘𝙤𝙣𝙛𝙞𝙖𝙣𝙯𝙖

—Bueno, es hora de irnos. —Todos voltearon hacia el de cabellera lila, pero las chicas comenzaron a tirar miradas de desconfianza dirigidas al chico, algunas eran más obvias que otras, Ryujin por ejemplo, ella estaba visiblemente tensa, Chan sentía que algo malo estaba a punto de suceder entre ellos dos.

—Me lo he preguntado desde que apareciste, ¿quién eres? —Como era de esperarse, la desconfiada Ryujin le dirigió la pregunta, ella tenía los brazos cruzados sobre su pecho, y lo miraba con recelo, las chicas parecían atentas a lo que él diría, pero no fue él quien respondió.

—Está bien, yo lo conozco, él nos ayudó a salir de allí. —La suave pero muy nerviosa voz de Felix resonó, intentando explicarles a las chicas, pero el chico a su lado no parecía ayudar, miraba con recelo a la pelinegra de la misma forma que ella lo miraba a él.

—Te pregunté quién eres. —Felix suspiró nervioso, se sentía como si el pequeño fuera a tener un colapso nervioso en ese momento, atrapado entre aquellas fieras peleando con la mirada.

—No tienes que hacer esto, Shin. —Se maldijo a sí mismo, pero intervino, sintiendo pena por el pequeño nervioso. —Es un amigo, se llama Jeongin.

—¿Amigo, eh? —La chica chasqueó los labios, mirándolo como si mintiera, ella sabía, pero él tenía que fingir aquello por el bien grupal. —¿Cuál es su apellido?

Quedó frío. Incapaz de responder aquella simple pregunta. La chica solo le sonrió descaradamente, volviendo su mirada al de cabello morado. Chan sintió la decepcionada mirada de su hermana menor y el recelo de Lia y Yuna, se preguntaba qué mirada le hubiera dado Yeji, la única empática, pero Felix aún la cargaba en sus brazos, agradecía eso profundamente.

—Las chicas me lo dijeron, Bang. Tu confianza en extraños nos pone en peligro a todos.

—Estás exagerando. —Musitó.

—Lo siento, pero la última vez que confié en ti no resultó nada bien.

A pesar de sus palabras, Ryujin no lo estaba culpando, tal vez ella ya lo había superado, pero él no. Ahora, después de años sin mencionar lo ocurrido con ella, Chan se sentía culpable, había sido un total imbécil al llevarse la inocencia de aquella adorable chica de cabello rosa, él le había arruinado la vida y ahora ella desconfiaba de él y de cualquier persona cercana a él.

Además, era lógico para él pensar que en la desconfianza estaba sobrevivir, ellos habían corrido con bastante suerte hasta ese momento, y tenía razón al mencionar que, desde que Seungmin estaba dentro del grupo, habían ocurrido desgracias, como si el mero hecho de integrarlo los arrastre a algo horrible.

Pero Chan no podía dejar atrás a aquellos, tal vez se había vuelto más empático por el tiempo que había pasado con Chaeryeong, o tal vez lo había sido así siempre y había tratado de ocultar sus sentimientos a sus "amigos de la escuela", se recuerda a sí mismo llorando por tontas películas en donde se muere un perro o algo parecido, su hermana era igual a él o incluso peor, pero justo en ese momento, su hermana se escondía con el gesto triste detrás de Ryujin y las chicas, incapaz de objetar palabra alguna.

Sin embargo, si en algo se diferenciaba él a Bang Chaeryeong de forma positiva, era su habilidad para llevarle la contraria a las personas, y ahora, él de verdad trataba de aferrarse a algo que creía importante, tanto que lucharía en contra de Ryujin para demostrar que aquellos dos chicos que se habían unido recién al grupo eran inocentes.

—Dame a Yeji. —El chico titubeó, pero estuvo a punto de devolverle a la chica, cuando Chan se posicionó entre ellos dos y las chicas, sin dejar que le devuelvan a la pelirroja. —Apártate, Bang.