14. 𝙉𝙊𝙏𝘼𝙎

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—Llévense todo. —Soltó Seungmin, entonces la chica de cabello negro comenzó a meter los paquetes en una bolsa con ayuda de la peliroja. —De todos modos, soy un hombre y no uso nada de eso.

Unos cuantos minutos después, el área de insumos femeninos estaba vacía, todo estaba dentro de bolsas que las dos chicas del clan y Chaeryeong se habían encargado de llevar a su auto. Pero para la sorpresa de ambos, ellas no se fueron después de conseguir lo que querían en primer lugar, sino que volvieron a entrar a la tienda.

Yuna fue la primera, caminando hasta llegar a Chan, quién la miraba con confusión. Ella inclinó la cabeza un poco frente a él.

—Lo siento mucho por lo de ese día.

Yeji tomó lugar justo detrás de ella y repitió la acción. —De haber sabido que eras el hermano de Chaeryeong, no te hubiéramos tratado así, lo siento tanto.

Chan miró a Chaeryeong, incómodo de tener a dos chiquillas disculpándose con él, pero su hermana estaba a la expectativa de lo que él pudiera hacer. Ella de alguna manera le indicaba todo con la mirada.

—Las perdono siempre y cuando cuiden a mi hermana por mí ¿Si?

Las dos chicas levantaron la cabeza y sonrieron de forma dulce, Chaeryeong también le dedicó un gesto suave y pudo ver cómo Seungmin también lo hacía.

—Aún siento que tengo una deuda con ustedes. —La peliroja siguió. —Así que si tienen problemas, no duden en que Yuna y yo les ayudaremos. —La otra chica asintió ante lo dicho, pero en vez de ellas, su mirada se situó en Chaeryeong y la agudeza con la que observaba a Seungmin.

Ella estaba de nuevo haciendo conjeturas extrañas, seguramente.

—¿Y cómo les va viviendo juntos? —Preguntó, ella ni siquiera quería ocultar su creencia extraña de que ellos eran algo. —¿No es molesto vivir con mi hermano?

Chan sabía que Seungmin no tenía ni idea, porque actuaba con total confianza ante las preguntas de su loca hermana menor. Eso en parte le gustaba, era bueno para él saber que se caían bien entre ellos, arreglaba futuros problemas.

—Es un jodido inútil bueno para nada. —Soltó Seungmin  haciendo reír a su hermana, Chan se sintió ofendido a pesar de que él lo decía en todo de broma. —Pero es bueno tener algo así como una mula de carga.

Se ofendió, obviamente, pero ninguno de los otros dos le hizo caso a su drama.

—Me alegro. —Ella sonrió, pareciendo querer quedarse a hablar más, pero no le surgía algún tema. —Supongo que ya es hora de irnos.

Y después, ellas se fueron despidiendo sin muchas ganas, luego arrancaron su camioneta y desaparecieron, dejándolos solos de nuevo.

Chan bufó. —Mi hermana cree que somos algo. —Seungmin lo miró confundido. —Ella cree que soy gay del clóset.

—¿Y no eres gay? —Fue lo que preguntó el otro.

—Soy heterosexual. —Respondió con seguridad, Seungmin alzó una ceja con mirada divertida. —Joder, cállate. —Volteó enojado, haciendo reír al rubio.

—No dije nada. —Seungmin se carcajeó de su reacción, el alto ahora caminaba bufando hacia la parte interna de la tienda mientras el rubio regresaba a la puerta.

A pesar de todo, ahora ya eran cada vez más cercanos, ya pertenecían a la rutina diaria del contrario. Ninguno de los dos hablaba de lo que sentían o de los evidentes coqueteos de Chan, solo lo ignoraban para no hacer la situación más incómoda.

Después de aquél día en donde la cagó con Seungmin, Chan había tenido que hacerse una cama de cajas porque el menor estaba a la negativa de dormir en el mismo cuarto que él, así que se había quedado con el colchón inflable de la oficina mientras el mayor dormía en la bodega, sin embargo, sentía que de esta forma podía hacer guardia para proteger a Seungmin, o al menos eso quería creer.

De la A(mor) a la Z(ombies)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora