❝ La humanidad enfrenta una catástrofe mundial, personas de todas partes del mundo comenzaron a padecer síntomas de zombificación aparentemente de la nada.
Unos cuantos jóvenes sobrevivientes tienen que enfrentarse a la realidad cruda en la que vive...
—Oh por Dios... ¡Lia! —Los tres habían volteado hacia donde se originaba esa peculiar y aguda voz, un grito proveniente de la chica se escuchó, pero este era un chillido de felicidad y no de miedo. —¡Acabas de matar al nuevo señor Zee!
—¡Yuna! —La chica soltó la sartén que aún sostenía, llegando hasta la menor de ellas para tomarla entre sus brazos en un fuerte abrazo.
Chan no lo podía creer, ¿debía considerarlo un rayo de suerte o un castigo?
En realidad, Seungmin y él se habían vuelto muy cercanos a las chicas después de lo que había pasado. A pesar de que a su angelito no le agrade la idea de estar en una casa con cinco féminas obsesionadas con él, la verdad es que se protegían todos mutuamente y la casa contaba con demasiadas comodidades que siempre aprovechaban.
Para ese punto, ya eran todos como una gran familia, pasaban tiempo juntos, yendo y viviendo de la casa de las chicas, ellas visitando la tienda, o de vez en cuando regresando a casa de los gemelos para cambiar de ambiente.
Y por eso mismo, sabían que ciertas combinaciones duales entre las chicas eran mortales para él.
—Ah... Hola Tonto Bang. —La chica lo saludó, haciendo que él ruede los ojos. —¿Y este chico quién es?
—Es amigo de Tonto Bang, se llama Felix. —Completó Lia, ambas miraban a Chan con burla.
—¿Ahora eres rubia? Luces horrible. —Atacó, pero a la chica no pareció afectarle en nada, ella solo soltó una risa antes de contraatacar.
—Claro que sí. ¿Te gusta? —Ella dió vueltas juguetonas con su cabello. —Minnie me dió algunos consejos para el cuidado.
—Oxigenada.
—Tú también lo eres, ¿o es que el peróxido te quemó las neuronas, Bang?
Chan estuvo a punto de mencionar las razones por las que su cabello rubio lucía en mejores condiciones que el de la chica, de no ser porque una pequeña figura se colocó delante de él.
—Lo siento chicos, no quiero interrumpir su cálido reencuentro, pero se nos hace tarde. —Era Felix, su voz sonaba ligeramente tímida, y a la vez ansioso. —Calculo que son más de las 5 y anochece antes de las 8.
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Chan no tuvo que preocuparse por ser comido por zombies durante el tramo faltante, ambas chicas y Felix se habían turnado entre ellos, incluso peleando para obtener presas. De alguna manera, a pesar de la seguridad que el grupo le ofrecía, solo quería huir de ellos como si estuviera rodeado por un trío de locos.
