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Mariel.
—Mar,yo te cuidaría,yo te valoraria como mereces, tú solo me tienes que decir que si,dime qué si me das una oportunidad, arriesgate,te prometo que no te arrepentirás —ella lo miro con una sonrisa.
—Es todo muy apresurado,yo vengo saliendo apenas de una relación,no funcionaría no..
—Tengo algo malo? encerio? —ella negó.
—Nada,eres un hombre muy atractivo,especial,amable,eres un caballero,y me gustas Ariel,es verdad,me gustas,me fascina estar contigo,me fascinan tus detalles,te tengo mucho cariño...
—Que puede convertirse en amor,si me das una oportunidad —dijo el acercándose a ella.
—Ariel —hablo ella enredando sus brazos en su cuello. —Ari.. no me hagas esto,no te aproveches de cuánto te quiero,y tampoco de que me gustas,no hagas eso,no quiero lastimarte.
—Y porque lo harías? yo te amo,te amo, tú solo me quieres por ahora pero después me amarás,después de sentir y experimentar lo que es el amor,estoy seguro que lo harás,si lo harás,solo dime si,o no?
Mi corazón latía fuerte,estaba exaltado y era por el coraje que estaba pasando,no podía,no podía ser posible que ella me hiciera esto, estaba por entrar a matar a ese hijo de la chingada cuándo ella hablo.
—No puedo,no..no puedo por favor perdón —ella lo miro con ojos llorosos y sonreí.
Se separó de él y el la miro con tristeza.
— No quiero lastimarte,no te lo mereces Ari,por favor perdóname pero entre los dos no puede haber nada,yo amo a Alfredo,y eso no va cambiar,no cambiará,por favor perdóname,lo siento.
—No...no pasa nada,yo entiendo,no te preocupes —hablo triste y me aguante las ganas de soltar una carcajada. —Lo mejor es que no hable del tema verdad? y descuida,no lo haré,lo mejor es que me vaya, compermiso Mar.
Antes de que me viera me escondí y después de que el pendejo ese salió yo entre a su consultorio.
—Hola —hable con una sonrisa.
—Hola,Alfredo que haces aquí?
—Tenia ganas de verte,te extraño mucho además bueno quería hacerte una invitación.
—No puedo.
—Nisiquiera te he dicho a dónde.
—No importa,aún así,yo no puedo —dijo seria.
—Por que me rechazas?
—Por que no hay nada de que hablar Alfredo.
—Sabes que si hay muchas cosas de que hablar mi amor —me acerque lento a ella y puse mis manos en su cintura mientras la veía. —Que hermosa te miras con tu uniforme,hasta más chula te ves.
