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Mariel.

—Entonces? cómo está mi bebé? —le pregunto Alfredo al doctor.

—En perfectas condiciones,igual que su mamá,las dos están muy bien,felicidades señor —le dijo amablemente.

—Ya la puedo ver?

—Puede pasar,solo que su esposa esta dormida, por el cansancio del parto,y la bebé está con una enfermera en la misma habitación, puede entrar si gusta.

—Vamos —dijo y negué.

—No,entra tú solo Alfredo,es mejor,yo no quiero entrar.

—No te pregunté si quieres  —me agarro fuerte de la muñeca y me obligó a entrar.

La enfermera se nos quedó viendo y Alfredo se acercó.

—Su mami se quedó dormida hace unos momentos,fue un parto muy pesado,pero su bebé es muy tranquilita —dijo la enfermera mirándonos. —Son sus tíos?

—Soy el papá,la puedo cargar? —pregunto emocionado y ella asintió.

Se lo dió en brazos y después salió de ahí.

Alfredo la miro con una emoción y felicidad que nunca había visto antes,parecía un completo desconocido.

Su semblante era distinto,estaba relajado,sus ojos estaban iluminados,su semblante de felicidad se le veia a metros.

—Hola mi amor,hola preciosa,soy papi —le susurro a la bebé. —Aqui estoy muñequita hermosa,aquí estoy —dijo con una gran sonrisa.

Yo no pude contener mis ganas de verla,me acerque a él y algo dentro de mi se rompió al verlo con su hija,que era la viva imagen de él.

—Esta hermosa mi princesa verdad? —yo asentí sin poder hablar. —Si corazón,si estás hermosa —le susurro dulcemente.

—Alfredo ya me voy, no puedo seguir aquí, lo siento,ya no puedo —hable triste.

—No te vas a ir,aquí te quedas.

—Y para qué? para qué quieres que me quedé aquí? para que disfrutes  verme llorar como una estúpida?  —senti mis lágrimas caer y el me miró divertido.

—Lloras porque quieres,que chingados te pasa? solo estoy con mi hija,ni te he echo nada o si,te he echo algo? Quieres que te dé motivos para que llores?

—No,no,nada no me haz echo nada Alfredo,nada —hable sarcástica.

—Tienes celos de mi hija? No mames Mariel.

—No,ella no tiene la culpa de nada, pero no hay motivos para quedarme aquí,ya tienes a tu hijita preciosa, a tu princesita,a tu muñequita que se parece a ti,felicidades Alfredo,era lo que querías,era tu mayor sueño,siempre me lo dijiste,ya se te cumplio
—mi voz se quebró cuándo rompi en llanto.

𝐅𝐮𝐠𝐚𝐳 // 𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora