Desamor En La Ciudad [BORRADOR]

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"Dudar"

América y Ricardo

Era un día soleado en la ciudad cuando Ricardo vio a América por primera vez. Ella estaba sentada en el parque, leyendo un libro, con el sol iluminando su cabello castaño. Ricardo quedó instantáneamente cautivado por su belleza y su encanto. Decidió acercarse y entablar una conversación.

Ricardo: Hola, ¿qué estás leyendo?

América: Hola, es un libro sobre el viaje de autodescubrimiento de una mujer. Es bastante interesante.

A partir de ese día, Ricardo y América comenzaron a pasar mucho tiempo juntos. Salían a pasear por la ciudad, compartían gustos musicales y disfrutaban de largas conversaciones. Ricardo se sentía cada vez más atraído por América, y no podía evitar pensar en ella constantemente.
Después de conocer bien a América, Ricardo no puede evitar sentir una conexión con América, haciendo que cada vez tuvieran más encuentros.

Ricardo y América se encuentran en un parque local, donde
Ricardo ha organizado un picnic improvisado.

Ricardo: Hola América, me alegra que hayas venido. He preparado un pequeño picnic para nosotros.

América: ¡Vaya, qué sorpresa! Gracias, Ricardo. Este lugar es hermoso.

Ricardo: Me encanta la tranquilidad de este parque. ¿Sabías que me gusta tocar la guitarra en mi tiempo libre?

América: ¡En serio! Yo soy una apasionada de la fotografía. Me encanta capturar momentos especiales.

Ricardo: Eso es genial. Deberíamos hacer música y fotos juntos algún día.

América: (riéndose) ¡Me encantaría! Creo que tenemos mucho en común.

Ricardo: (mirándola a los ojos) Sí, definitivamente.

Mientras comparten bocadillos y conversaciones, descubren que tienen mucho en común. Ricardo le cuenta a América sobre su pasión por la música y cómo toca la guitarra en su tiempo libre, mientras que América comparte su amor por la fotografía y su deseo de viajar por el mundo.

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Un día, mientras exploran las opciones de cursos, se encontraron con un folleto que anunciaba un curso de arte contemporáneo que despertó su interés.

Ricardo: (entusiasmado) Mira, América, ¡este curso de arte contemporáneo suena increíble! ¿Te gustaría inscribirnos juntos?

América: ¡Claro, Ricardo! Sería maravilloso explorar nuestra creatividad juntos. Además, nos dará la oportunidad de pasar más tiempo compartiendo algo que amamos.

Despues de dos meses

A medida que el curso avanzaba, Ricardo y América descubrieron que su conexión se profundizaba a través del arte. Compartían ideas, se apoyaban mutuamente y encontraban en el arte una forma de comunicarse más allá de las palabras.

El curso de arte contemporáneo resultó ser una experiencia enriquecedora para Ricardo y América. Aprendieron nuevas técnicas, exploraron diferentes estilos y se sumergieron en la expresión artística de una manera que nunca habían experimentado antes. Durante las clases, se inspiraron mutuamente y se apoyaron en sus proyectos artísticos.