➥ Un joven músico descubre a un joven tocando el piano a mitad de la noche, su curiosidad lo llevará a querer conocer quién es y porqué tenía una una pequeña sonrisa que no llegaba a sus ojos en los cuales se refleja un sentimiento de anhelo oculto...
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Jooyeon y Jiseok fueron a dejar a Gunil para luego dirigirse al consejo para hablar de la nueva amenaza de la universidad.
Mientras estos conversaban con el consejo, Gunil se preparaba para salir nuevamente con toda la emoción y anhelo.
Cuando llegó al instituto vio que había otro guardia, se extrañó bastante y decidió que lo mejor era entrar por otro lado ya que estaba seguro de que no lo iba a dejar pasar.
Vió la hora en su teléfono dándose cuenta de que eran solo las 8 de la noche.
Ups...tal vez se había emocionado demasiado, entró por la ventana abierta de una sala y se encaminó hacia el segundo piso de forma muy callada, aunque tenía algo de miedo porque se veía muy tétrico, más tétrico que de costumbre.
Llegó al salón de música sano y salvo, a pesar de que sabía que Jungsu no iba a aparecer aún, y tal vez ni siquiera lo haga realmente se decepcionó igualmente.
Acomodó sus cosas y esperó, comenzó a hacer pequeños dibujos con tranquilidad porque aún no tenía nada que escribir, estuvo así por unos largos minutos hasta que escuchó un fuerte grito, sus vellos de sus brazos se crisparon y apretó su libreta.
—¡Ayuda!—Gunil se levantó casi tirando la silla en la que estaba sentado.
Su corazón se agitó con miedo, Gunil era realmente miedoso pero esta vez era un miedo real, sin bromas. Porque no solo se escuchaban los lamentos y gritos del hombre que suponía que era el guardia sino que escuchaban gruñidos peores que los de un animal junto con cosas cayendo al suelo.
Pero aunque quisiera correr de ahí, no podía dejar a esa persona muriendo o lo que sea que le estuviera pasando.
Salió corriendo del salón hacia donde se escuchaban los gritos y las cosas rompiéndose.
Quedó completamente estático cuando llegó, en el suelo, lleno de sangre se encontraba el cuerpo moribundo del guardia y sobre él había...había una criatura...
¿Qué mierda era eso? Era de más o menos dos metros, sus ojos eran rojos e inyectados en sangre, parecía de un color morado pálido, sus orejas eran puntiagudas y mordía el cuello del hombre casi arrancándole la piel.
Su mente no reaccionaba y por más que su cerebro le ordenara a su cuerpo moverse este no le hacía caso.
Pudo mover uno de sus pies pero este hizo sonido.
—Mierda...—logró murmurar cuando vio que la bestia mas fea que había visto en su vida volteó a mirarlo.
Cuando la cosa se movió hacia él, Gunil pudo empezar a correr como si no hubiese mañana.
La maldita bestia lo comenzó a perseguir luego de haber soltado un gruñido gutural poniendo a Gunil los pelos de punta nuevamente.
Mierda, mierda, mierda...Jooyeon tenía razón, había algo raro en la universidad.
