➥ Un joven músico descubre a un joven tocando el piano a mitad de la noche, su curiosidad lo llevará a querer conocer quién es y porqué tenía una una pequeña sonrisa que no llegaba a sus ojos en los cuales se refleja un sentimiento de anhelo oculto...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
──────⊹⊱✫⊰⊹──────
Jiseok y Jooyeon recibieron varias heridas debido a que le prestaron atención a su amigo que se estaba muriendo en los brazos de su amado
Jungsu negó con fuerza mientras sostenía el cuerpo ensangrentado de su amado Seelirim.
—No, Gun. No me hagas esto—los ojos del contrario se llenaron de lágrimas.
Gunil le sonrió.
—Te dije que el rosa te iba a sentar bien—pasó débilmente su mano por el cabello contrario.
—No hables, tonto—sostivo el cuello del contrario para detener la hemorragia pero no podia, le habai dado de lleno en la yugular.
—También te dije que estaría dispuesto a vivir toda mi vida contigo, vampiro—soltó y acercó el rostro del contrario al propio—. Estoy listo para transformarme.
Los ojos azules del vampiro se llenaron más de lágrimas.
No quería que fuera así, quería que Gunil lo eligiera no porque su vida estuviera en riesgo sino porque estaba listo.
Aunque no estaba dispuesto a perderlo, así que asintió y mordiendo con fuerza su labios dejando salir su propia sangre, acercándose al casi moribundo cuerpo del humano para besarlo.
Gunil pudo sentir el sabor metálico de su propia sangre más el del vampiro, que parecía tener un sabor diferente.
—Por favor, no me dejes—el vampiro lo abrazó con fuerza.
—No lo haré, tendrán que intentar más cosas para intentar separarme de ti—sonrió volviendo a besar a su novio.
Fue ahí cuando el corazón del humano dejó de latir y Jungsu se sintió completamente devastado aún sabiendo que eso era lo que pasaba cuando comenzaba la Marsforim.
—¿Qué le hiciste, vampiro?—preguntó Yongsun con cólera—No dejas que descanse en paz.
Los ojos de Jungsu cambiaron de color a un carmesí intenso. Tomó el cuerpo de Gunil sin apartar su vista del Omvantor y se acercó a la pareja de humanos.
—Cuídenlo, puede que tenga espasmos pero es normal—les dijo con una suave sonrisa.
Lee asintió de forma temblorosa mientras sostenía a su alto amigo.
—Váyanse de aquí—les advirtió—encuentren a mis tutores, ellos se encargaran de Gunil.
—No te podemos dejar solo—masculló el rubio.
—No, estaré bien, él intenta matarlos a ustedes por traición. Estamos rodeados de onvantors—los ojos de ambos humanos se agrandaron.
—Es una emboscada de las grandes—masculló y Jiseok le iba a advertir de la flecha que iba en su dirección pero Jungsu la sostuvo con su mano—. En la puerta de su derecha hay una alfombra, debajo de ella hay un pasadizo—habló con voz baja—. Yo los distraigo, ustedes se van.
