JUNTOS OTRA VEZ

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Capítulo 7:

Después de unos minutos abrazados, Vegeta le dijo al oído que fueran a otro lugar donde no pudieran verlos o escucharlos, ya que los namekianos tenían un oído mucho más desarrollado.

Entonces Trunks deshizo el abrazo y señaló la nave en la que habían llegado, en ella se encontraba la cámara de entrenamiento y podía insonorizarse e incluso inhabilitar las cámaras con las que Mai suele vigilarle por si... se excede.

Y hacía allí se encaminaron, en silencio, ambos con muchas cosas recorriendo sus pensamientos, Trunks tenía que contarle todo lo ocurrido en su vida, incluida la otra línea temporal pero sobretodo quería averiguar cómo había sido capaz de reconocerlo, sin embargo el pensamiento más importante que recorría la mente de Vegeta era otro o más bien... otra persona, la persona que llenaba su mente, que inundaba su mente en el momento... que desapareció para siempre de la faz de la tierra, BULMA.

Una vez dentro, Vegeta le pidió a Trunks que escuchara sin interrumpirle, a lo que simplemente asintió...

Vegeta: te preguntas lo primero porque he sido capaz de reconocerte, principalmente por tu ki y... tu mirada, recuerdo perfectamente el ki de mi hijo, cada noche iba a verte a tu cuna y me mirabas con una mirada idéntica a la mía, tu madre decía que tenías mi mirada fea, y era verdad, pero lo que no esperaba era ver en esa niña reflejada mi mirada, mi cabello, pero con los ojos y el cabello azul de ella, su ki tiene rastros de ti pero también de mí y de... Bulma (en ese momento calló durante un instante además de darle la espalda a Trunks, no quería que viera como una lágrima caía por su mejilla al recordarla)

Al ver a su padre dejar de hablar y darle la espalda, Trunks estaba por hablar cuando... Vegeta volvió a girarse y continuar hablando...

Vegeta: sé que he cometido muchos errores en mi vida, pero lo único bueno fue encontrar a tu madre, nunca me exigió nada, me entendía creo incluso mejor que yo mismo, todo esto lo comprendí en el momento que me di cuenta que era mi fin, por eso le he pedido perdón al patriarca o he abrazado a... mi nieta, porqué si no hubiera muerto aquel día..., bueno ahora ya da igual, supongo que tu madre, que Bulma, rehizo su vida con... otro hombre

En ese instante, sí que calló definitivamente, aunque Trunks espero un poco por si acaso, y al comprobar que su padre no seguía... comenzó él.

Comenzó contándole toda su vida en su línea temporal desde que los androides lo mataron hasta que con la máquina del tiempo viajó al pasado y le conoció.

Le contó como su padre le había entrenado, como su padre había intentado vengar su muerte aún sabiendo que no vencería, luego le relató todo lo que ocurrió después de vuelta en su línea temporal hasta que Black mató a su madre.

En ese instante, Trunks pudo ver como el corazón de su padre se rompía... en mil pedazos...

Vegeta: no, no, eso no puede... no... (cerró tanto su puño y con tanta fuerza que comenzó a sangrar, eso no podía ser verdad, si Bulma había muerto... porqué lo habían revivido, por qué...)

Pero antes de que pudiera preguntarlo, Trunks continuó, le dijo como él, Goku y él mismo habían conseguido vengar su muerte, pero también que seguía viva ya que ahora en esa línea temporal al haber retrocedido en el tiempo dos años no solo su madre no fue asesinada y estaba viva, sino que consistían dos Trunks, el que vivía ahí y él, que llegó después de que su mundo desapareciera.

Después de escuchar que Bulma seguía con vida lo demás le daba todo igual, Bulma estaba viva y por lo visto... no había rehecho su vida con nadie, así que... quizás... tenía una oportunidad al menos... para decirle lo que no se atrevió cuando estaba vivo, cuando la tenía a su lado, apoyándolo, comprendiéndolo, cuidandolo, haciéndolo suyo cada noche...

Sólo le importaba eso, casi no prestó atención al hecho de que había hecho equipo con Kakaroto para vengar la muerte de Bulma su otro yo, si él llegaría algo así o no estaría por ver, por ahora sólo quería regresar a la Tierra y... lo más pronto posible.

Aunque algo de lo que le contó le llamó la atención, también le había contado como su otro yo le había regalado a Bulma por dos veces un pañuelo rojo, pero además que ella año tras año desaparecía un día entero para ir a un lugar... del que nunca le hablaba pero que debía ser especial, ya que siempre regresaba con los ojos hinchados y rojos de haber llorado.

Después de varias horas conversando padre e hijo, le tocó el turno a los demás saber todo, para ello Mai había preparado una cena en el interior de la nave, Goku, Krilin, Gohan y Piccolo se unieron a ellos, pero Vegeta sin embargo decidió quedarse en la habitación que su hijo había dispuesto para él, después de todo... ya sabía todo lo que necesitaba saber.

Y en esa soledad de su habitación se tumbó sobre la cama, cerró los ojos y se sumergió en sus recuerdos, unos recuerdos en los que unos ojos azules como el mar lo miraban con dulzura, con cariño, aunque también con preocupación, como cuando estuvo a punto de morir por aquella explosión de la nave en la que entrenaba en el patio trasero de la Corporación Cápsula.

Aquel día... cuando la vio junto a él, vigilando su recuperación, vigilando que viviera alguien como él, un asesino, un arrogante y orgulloso saiyan que no fue capaz de decirle ni una sola vez que la amaba, que estaba orgulloso de ella por darle un hijo, aunque sí había sido capaz de darle algo que realmente significaba más de lo que parecía, un pañuelo rojo, un pañuelo que realmente significaba que la consideraba su princesa y la dueña de su corazón, algo que claramente ese otro príncipe de la otra línea temporal se los mandaba como símbolo de agradecimiento por haberle dado la oportunidad de tener lo que él quiere intentar tener, tenerla... como esposa.

Por su mente siguieron pasando esos recuerdos, fueron pasando las citas que tuvieron, aquella isla..., el día que le dijo que se convertiría en padre o el día que nació Trunks, pero si hubo un momento en que su mente se detuvo fue en unos guantes que ella le había regalado como chantaje para una cita de la que disfrutó más de lo que admitió.

Su mente fue navegando entre esos recuerdos hasta hacerle tener un sueño muy vivido cuando el cansancio lo venció.

Estaban en su habitación como cada noche desde que se había mudado definitivamente con ella, la vio salir del baño mientras él estaba recostado sobre la cama en ropa interior, ella estaba hermosa enfundada en aquella camisa rosa que odiaba hasta que ella comenzó a usarla en ese juego de seducción, se acercaba lentamente a él pronunciando su nombre como si su nombre fuera el dulce más apetitoso.

Llegó a la cama y se puso sobre él, atacando su boca, comenzando un beso primero dulce e inocente para volverse rápidamente agresivo y demandante, pero al mismo tiempo comenzar a desnudarla y a acariciarse mutuamente, llevando sus cuerpos a estremecerse una y otra vez con el contacto del otro.

Tan real estaba siendo que se despertó sobresaltado cuando en su mente apareció el recuerdo de su muerte, donde se había dado cuenta que... no le había dicho... cuanto la amaba.

Despertó sudando y con la respiración agitada, recordando como no se pudo despedir de ella, como no la besó antes de irse, pero... eso iba a cambiar, estaba vivo y... eso iba a cambiar, tenía todo el viaje de vuelta para pensar en cómo actuar, en cómo no desaprovechar la oportunidad que tenía en sus manos.

Se duchó, se puso una nueva armadura que había encontrado en el armario y se dispuso a reunirse... con los demás.

El viaje de vuelta... había comenzado.

Continuará...

Escrito por Mer Lois

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