JUNTOS OTRA VEZ

Capítulo 18:

La noche había terminado entre besos, caricias y pasión sin límite, sus cuerpos se habían estremecido una y otra vez, mientras sus miradas tan solo reflejaban un te amo cuando se cruzaban la inmensidad de la noche con el azul del océano, para Vegeta sentir como los suaves y niveos dedos de Bulma recorrían todas y cada una de sus cicatrices sin importarle lo más mínimo era... la sensación más dulce que había experimento jamás, para Bulma que el príncipe recorriera su cuerpo con esas manos forjadas en mil batallas la hacían sentir... especial, esas manos rudas eran delicadas cuando la acariciaban y... por fin habían regresado a ella para no volver a marcharse jamás.

El sol los despertó al entrar travieso, sin permiso, por la ventana mientras ellos seguían abrazados, entrelazados desnudos y sonrientes.

En otro momento quizás... Bulma hubiera protestado por la intromisión del descarado astro solar que se había atrevido a despertarla, pero ese día no, ya que le había dado una imágen del príncipe que no conocía, no esperaba que aún pudiera sorprenderse más con algo...

La imagen era de paz absoluta en su rostro mientras la miraba con unos ojos que reflejaban el sol y los había convertido en el propio astro solar, Vegeta brillaba de felicidad mientras se movía lo justo para acercarse a su boca y besarla suavemente.

Un beso tan dulce que la hizo... no darse cuenta en qué momento él se levantó con ella y la metió en la ducha con él, no se dio cuenta hasta que notó el agua correr sobre sus cuerpos, su esposo estaba dispuesto a seguir saboreando esos instantes como si fuera el primer día que ambos se entregaron el uno al otro, aunque aquel instante realmente quedará ya tan lejano.

Tan feliz estaba siendo que comenzó a pensar que no necesitaba que la llevara de luna de miel, que con no salir de aquella habitación... era... más que suficiente, pero...

Vegeta: Bulma... (le susurró al oído mientras la seguía acariciando)
Bulma: sí mi amor...
Vegeta: estaría así hasta que... necesitarás descansar, pero... debemos irnos
Bulma: irnos...?, adónde...?, uhmm... yo sólo quiero estar así contigo... para siempre (le dijo abrazándose a él con más fuerza)
Vegeta (volviéndola a besar antes de contestarle): uhmm... yo también, pero... nuestra luna de miel nos espera, anoche te pregunté si preferías quitarte el vestido o irte con él, pero... te apeteció... otra cosa...
Bulma (ruborizada al darse cuenta de que no le escuchó y sorprendida ya que ella no había tenido tiempo de planearla y tampoco... la necesitaba, tan solo lo necesitaba a él): luna de miel?, acaso... lo chicos la prepararon?, porqué yo no...

Entonces Vegeta se separó un poco de ella, dejándola en shock, que ocurría, qué pasaba, qué había hecho, porqué la magia se había roto y su príncipe se había puesto serio...

Bulma: Vegeta... qué... ocurre...
Vegeta (totalmente serio): me ofende que pienses que han tenido que ser los chicos (se gira dándole la espalda para que no vea como se sonroja), he... he sido yo...
Bulma: oh!, perdóname mi amor (se abrazó rápidamente su cintura es mientras él seguía de espaldas), a veces reaccionó como si fueras el que yo recordaba, aún no me he acostumbrado a... que seas tú quién haga cosas así

Entonces Vegeta se gira para que Bulma pueda ver su sonrisa, para que pueda ver que realmente no se había enfadado, sino que sabía sonrojado tan solo

Vegeta: no tengo de perdonarte, no me he enfadado, sólo quise... gastarte una... broma

Comenzando a reírse y haciendo que Bulma reaccionara después tras sorprenderse al haberle dicho que era una broma, uniéndose a su risa y dándole un puñetazo en el pecho para decirle aún entre risas... no cambiarás nunca, pero te amo.

Algo que provocó no sólo un te amo del príncipe sino... un beso que la dejó casi sin aliento mientras la llevaba a la habitación para que pudiera vestirse al fin, aunque... en el fondo... ambos sentían que la luna de miel había comenzado... el día que por fin regreso...