Capítulo 1

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Nerea apareció en un baño, empapada y abrazada al váter. Sí, eso se parecía más a un despertar típico de Nerea tras una noche de fiesta. ¿Qué había bebido la noche anterior? ¿Qué hora era? ¿Había sido eso una pesadilla?

- ¡Nerea!¡Abre la puerta, Nerea! -gritaba su amiga Coral, aporreando la puerta del baño.

Algo mareada, Nerea se levantó, dispuesta a abrirle la puerta y contarle el extraño sueño que había tenido. Sin embargo, en ese momento, un látigo extraño formado de agua salió del grifo, le atrapó y le tapó la boca. Vale, no estaba soñando, ¿qué era eso? ¿Qué significaba eso?

Para tener más motivos de un ataque de ansiedad, de la alcachofa de la ducha salió una gran cantidad de agua que, de forma sigilosa, fue creando poco a poco una figura humana con cola de sirena, hasta que Poseidón apareció en ese baño, tal cual como lo había visto Nerea, pero una versión mucho más reducida.

-Escorpio, que este sea nuestro secreto, no queremos alterar a los mortales, ¿de acuerdo? - le susurró con un tono un tanto vacilón

Nerea asintió con la cabeza como pudo, ¿qué más podía hacer? Coral estaba al otro lado de la puerta, sentía que, dependiendo de lo hiciese, su amiga estaría o no en peligro. Como respuesta, Poseidón sonrió, se transformó otra vez en agua, y salió por la tubería de la ducha, haciendo que el agua que le atrapaba también se fuese. ¿Qué acababa de pasar?

- ¡Nerea!¡Qué me abras! -Coral seguía aporreando la puerta. Le iba a dar un ataque, igual que a Nerea

Como pudo, Nerea se incorporó y consiguió llegar a la puerta y abrirla. Al hacerlo, se encontró a su amiga Coral con máscara de ojos corrido alrededor de todos sus párpados y el pijama puesto al revés. Sí, fue una buena fiesta.

- ¡¿Se puede saber qué te pasa?! Hace una hora dijiste que ibas al baño a vomitar, y salgo a ver cómo vas y está todo el suelo empapado y la puerta bloqueada con agua. ¿Por qué mierda estaba bloqueada con agua? ¡Qué esto parecía la película de La forma del agua, tía!

-Eh... no lo sé. -Nerea intentó hacer funcionar su única neurona disponible- Estaba dándome un baño para espabilarme, lo siento.

- ¿Un baño con la ropa puesta? -preguntó Coral extrañada

Se miró el cuerpo, efectivamente, estaba vestida con el pijama de conejitos felices que Coral le había dejado para dormir en su piso. Estaba completamente empapado, al igual que ella. Hasta los conejitos felices de aquel pijama, con tanta agua, se habían vuelto tristes.

-Las resacas, tía. Lo siento mucho, no he pensado, ahora lo friego todo... -contestó Nerea. Se giró para señalar el baño y, estaba seco, completamente seco y limpio. La única parte mojada era por la que había pasado ella. Nerea se quedó extrañada, pero su amiga Coral aún más.

-Pero... ¿ya está seco? ¿Cómo? Salía agua hasta hace nada...

A Coral le iba a explotar la cabeza. Nerea sintió la necesidad de cambiar de tema rápido para que se olvidase de ello. No sabía de qué era capaz ese sireno paranoico, y no lo iba a descubrir con su amiga.

-Coral, ¿me puedes dar otro pijama? Me lo quito y te lo tiendo...

-Vale, voy a por otro, pero la próxima vez avísame, ¿vale?

-Vale

Coral, aún extrañada por la situación, se fue a su habitación y le trajo un pijama a su amiga. Nerea entró al cuarto de baño con este, intentando no mojarlo. Una vez sola, se desnudó para cambiarse y, lo que vieron son ojos, no eran la señal de una buena fiesta, si no algo mucho peor. Era una marca enorme que ocupaba completamente su espalda, como un gran sello, un sello de ese dios griego: Un tridente, color morado oscuro. "¿De qué va el sireno ese y como osa ponerme esa marca tan horrorosa?": fue lo primero que se le pasó por la cabeza al ver aquella horrorosa marca.

La elegida de Poseidón (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora