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SU DIFUNTA ABUELA SOLÍA PINTAR Y ELLA SE QUEDABA VIENDO COMO LA HACIA YA QUE SE VEÍA TAN hermosa y delicada haciéndolo así que dolía pintar a su lado aunque claro una niña de cuatro no podía hacerlo tan bien como una mujer ya mayor

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SU DIFUNTA ABUELA SOLÍA PINTAR Y ELLA SE QUEDABA VIENDO COMO LA HACIA YA QUE SE VEÍA TAN hermosa y delicada haciéndolo así que dolía pintar a su lado aunque claro una niña de cuatro no podía hacerlo tan bien como una mujer ya mayor.

De lo poco que recordaba lo unió con las clases de arte que le dieron en la Academia y con eso las largas horas en que estuvo pintando aquel paisaje que vio en la casa de Lucy Gray tratando de copia todo, necesitaba algo de practica, pero al menos de lo que llevaba haciendo se veía decente aunque nada comparado a la pintura que había visto.

- No sabía sobre tus dotes artísticos - habla Jon cuando la ve

- Yo tampoco - sonríe - ¿Cómo te ha ido? -

- Cansado, el antiguo dueño dejó todo un desastre, pero no puedo esperar menos después de todo su fortuna decayó y los jefes de la mina son tan poco eficientes además creen que pueden aprovecharse de mi -

El contraste entre ambos era muy claro en comparación a los del distrito doce, era como si ella fueran los diamantes en medio de tanto carbón.

Pero eso era demasiado claro, después de todo ellos crecieron entre grandes paredes de mármol, siempre vistiendo o comiendo lo mejor, hasta en el mismo capitolio se veía esa diferencia entre ellos y si haya era notorio aquí era aún más.

- Ten paciencia, tu esfuerzo al final dará frutos - trata de animarlo

- Eso espero, odio el olor de este lugar además de los tantos insectos y ni hablar de la comida -

- Es lo poco que hay, varios no pueden comer ni siquiera pan -

- Pues que coman pastel entonces -

Se quedó callada viéndolo, Jon era alguien complicado a decir verdad después de todo era una extraña combinación entre sus padres debido a que tenia la valentía e ingenio de su padre en los negocios, pero compartía la idea sobre la supremacía de su madre e incluso un poco de su crueldad y desprecio hacia las personas del capitolio aunque no podía culparlos del todo ya que su difunta abuela materna fue asesinada por rebeldes de distritos, pero ese odio no debería de ser hacia todos ya que por lo que pudo ver no todos son iguales a quienes mataron a su abuela.

Pero era demasiado difícil cambiar el pensamiento de alguien cuando se le dio desde muy pequeño, jamás llegó a odia a los del distrito ya que desde pequeña conoció su amabilidad y esa amabilidad venía de Sejanus quien le ofreció dulces cuando la conoció por primera vez, luego vio a Treech, Lamina, Wovey, Lucy Gray, Maude Ivory y Anthony todos ellos de distrito que tenían un corazón generoso así que nadie es completamente malo aunque tampoco hay alguien completamente bueno.

- Pronto regresaremos a casa - murmura cuando por fin salió de sus pensamientos

- Si - se queda callado por unos pocos segundos - Eso me recuerda que tengo algo importante que decirte -

- ¿Sucede algo malo? -

- No, bueno algo así - juega con sus manos, algo que su madre hacia y ahora ambos hacen - Padre y madre les llegó una propuesta de los Cardew y planean casarme con su primera hija Ágata -

Aquello la sorprende ocasionando que deje a un lado el pincel para darle toda su atención a su hermano.

- ¿La hermana mayor de Livia? - pregunta sorprendida

- Así es, si soy sincero por lo que he escuchado es alguien amable, nada comparada a su hermana menor -

- ¿Te gusta la idea de estar con ella? -

- Ni siquiera se que pensar, pero supongo que ya estoy en edad de casarme así que debo apegarme a mi papel -

Su papel, él era un ejemplo debido a que era el primogénito de su familia así que debía ser un buen hombre en los negocios heredados y ser un buen padre para que el linaje de la familia Stark pueda seguir.

Su papel no estaba muy bien definido a decir verdad

- Espero y seas feliz con ella -

Con cuidado de no manchar su ropa de pintura lo abraza, no era nada inusual ese tipo de compromisos aunque siempre era una gran sorpresa otra los involucrados así que debían de apegarse al papel, de hecho sus padres se casaron de esa manera con un compromiso arreglado que al final resultó bien aunque a algunos no les resultaba de esa manera debían de aceptarlo ya que era conveniente para ambos.

Las Cardew era una familia muy rica ya que la señora Cardew era dueña del banco más grande en Panem, su hija menor Livia era su compañera de clase y siempre fue amable con ella hasta cierto punto debido a sus comentarios pasivo agresivos, pero le agradaba o al menos eso creía así que esperaba a una hermana algo parecido a ella.

- Yo igual - susurra el joven recargando su cabeza en el pecho de su hermana menor

- ¿Y si llaman a su primer hijo Brandom? - ríe

- No hables sobre niños, ya tuve mucho contigo cuando eras bebé - bromea el pelinegro

Cuando tenia cuatro años su hermano de nueve años solía cansarse con facilidad de ella debido a que siempre lo seguía a todos lados.

- Me gustaba estar contigo, aun me gusta -

El joven sonríe abrazándola también, era su pequeña hermana mayor por la cual daría mucho debido a su naturaleza tan tímida con la mayor parte de las personas, pero a quienes realmente les da confianza deja ver su verdadero ser, alguien sonriente e incluso algo atrevida.

Eran solo ellos dos, cuando sus padres ya no estén entonces solo quedarán ambos a pesar de ya tener familia o estar lejos sabrán que podrán ir corriendo con el otro, eran sus primeros amigos, los más sinceros y los más queridos.

- Y a mi me gusta estar a tu lado, eres mi pequeña hermana -

No tenían tantas cosas en común, tampoco pasaban tanto tiempo juntos, pero ambos sentían ese amor fraternal por el otro siempre dispuestos a defenderse o guardar un secreto que sus padres no pueden saber, eran hermanos después de todo y solo serán ellos dos cuando sus padres ha no este con ellos.

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