𝐒𝐖𝐀𝐍¹

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ROSEMARY ABRAZO A SU AMIGA RUBIA QUIEN ESTABA DESTROZADA ANTE LA NOTICIA DE QUE su querida novia rompió con ella debido al miedo de que se descubra lo suyo y por supuesto la rubia acudió a su amiga quien estuvo consolando su llanto desde que llegó a su hogar.

- La amaba Rose, realmente la amaba - llora entre los brazos de la nombrada

- Lo sé Ágata, lo sé - susurra acariciando su brazo

La joven siguió llorando y Rosemary no supo que hacer exactamente así que busco a su al rededor en busca de algo así que se separo de su amiga para luego encerrarse en el armario de la chica algo que la confundió bastante ocasionando que calme un poco su llanto.

Escucho un poco de ruido haya adentro y su curiosidad comenzó a salir, pero pronto está desapareció cuando ella salió vestida con un atiendo morado con varios detalles dorados.

- Mi Lady - dice dando una reverencia - Soy la duquesa del... Valle y seria un honor si me concede bailar con usted -

Dice extendiendo su mano donde traía puesto un guante blanco provocando que por fin sonría ante la actitud de su amiga.

- Sería un honor bailar con usted - dice tomando su manos

La rubia se levanta y en seguida comienza a ser llevada de un lado para otro dando vueltas y saltos por todos lados ocasionando la risa de ambas, Rosemary era como el primer rayo de luz que aparece cuando amanece, una luz que trae la llegada de algo hermoso y tan cálida que puedes sentir como si abrazaron tu cuerpo con aquella iluminación natural que existe.

Ella creció protegida debido a su madre, su padre siempre le mostró lo correcto de las cosas y su hermano siempre tan cuidadoso con ella, su familia era diferente a la de muchos por eso ella era como aire fresco que podía liberarte y eso era sumamente emocionante, quizás por eso Coriolanus la amaba tanto ya que era tan diferente a él, esa diferencia lo atrajo ya que ella podía ser tan mansa, pero a la vez fuerte cuando era necesario.

Y Ágata ahora entendía eso, era tan dulce sin esperar nada a cambio algo que no se ve a menudo en el Capitolio, todos quieren algo a cambio sin importar que sea así que siempre hay que ir con cuidado, pero con Rosemary desde el primer momento que ella te da su confianza todo parecer ser muy fácil.

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CORIOLANUS ESTABA EN SU OFICINA ARREGLANDO VARIOS ASUNTOS DEBIDO A SU REGRESO AL Capitolio y a su próximo ingreso a la universidad, estar bajo la tutela de los Plinth y de la Doctora Gaul aunque algo en seguida lo distrajo.

- No eres real - murmura agarrando el bolígrafo con fuerza

- Para ti lo soy - sonríe Rosemary apoyando sus codos en el escritorio del rubio para recargar su cabeza

- Aún sigues sin ser real -

- Pero fui tu compañía cuando estuviste en el distrito doce o cuando piensas en mí en un futuro, a tu lado - habla mientras pasea por la oficina

- Fue un error, tú... La real no es nada parecida a ti, ella es -

- Dulce - interrumpe la alucinacion de la castaña - Es como un amanecer, el arcoiris en un día lluvioso, lo he escuchado todo, además solo soy la imagen que te gustaría que fuera ella aunque te gusta más con es ella que yo -

Voltea a ver aquella alucinacion notando como sonríe cerca de una foto, era Rosemary sentada cerca de un árbol con el uniforme de la academia mientras jugaba con los pétalos de una flor, se veía angelical y no pudo evitar capturar ese momento para él.

- Si - murmura perdido - Es... Tan dulce que a veces me es difícil estar a su lado -

- No es como tú, deberías hablar sobre su madre con ella, después de todo siempre ha sido la niña de mamá y debido de ser algo demasiado fuerte para ella como para que su madre ya no esté detrás suyo todo el tiempo - sugiera la alucinación - Y quizás aprovecharte de eso, darle un hogar, un espacio seguro y ese serás tú -

El joven se queda quieto por un momento pensando en las palabras de la falsa castaña que estaba a su lado con una sonrisa inocente.

》Piénsalo Coriolanus, su madre está demasiado enojada con ella como para darte atención, su padre siempre está por otros lado, su hermano está demasiado sumiso en sus propios problemas como para estar pendiente de su pequeña hermana, Sejanus ya no esta al igual que Lucy Gray e incluso hiciste que ese soldado solo sea un panadero cualquiera, ella necesita el calo de una familia ¿Y qué mejor que la familia Snow para eso? Y quien sabe quizás después ella pueda darte cierto estatus después de todo es la nieta preferida del Presidente, por favor Cori te necesito.

Con esas palabras aquella ilusión desapareció dejando así solo una idea en su cabeza.

Rosemary siempre ha sido protegida y amada por su madre, pero hizo algo tan irreparable que ella la abandono y aquel amor que tanto conocía la castaña se había ido, podía aprovechar esa brecha en su corazón para adentrarse él y con él paso del tiempo ser él la única persona que puede proporcionarle aquel amor que tanto conoció y se le quito de las manos de una manera tan rápida.

Rosemary lo necesitaba como él la necesitaba a ella, ambos son el uno para el otro, son almas rotas que perdieron piezas en el camino, el otro las tiene y si las juntan podrán repararse siendo esta vez solo uno para siempre.

Voltea notando la foto, en ese entonces solo la veía desde lejos siempre al lado de Sejanus, callada e intentando no estar cerca de las serpientes de sus compañeros, pero ahora la tenía varias veces en su hogar riendo al lado de su prima y recibiendo besos en la mejilla por parte de su abuela al igual que llamándolo de una manera cariñosa, ahora tenía su atención, pero quería su amor para él.