𝐒𝐖𝐀𝐍¹

xxxii.

POR SUPUESTO TODOS A EXEPCIÓN DE SU MADRE ESTUVIERON SORPRENDIDOS CUANDO Coryo llegó esa noche vistiendo con elegancia y saludando con un beso en sus nudillos e incluso sentándose juntos mientras están en el comedor principal de su hogar.

- ¿Como esta tu prima Coriolanus? - pregunta Jon seriamente

- Excelente a decir verdad - responde con una encantadora sonrisa

- Debo de admitir que tu presencia ha sido una completa sorpresa - habla el señor Stark hacia el joven - ¿Hace cuanto estas con mi hija? -

Rosemary juega con sus dedos nerviosa bajo de la mesa cosa que noto el rubio quien las toma evitando que su pequeña manía se manifieste aún conservando esa sonrisa en su rostro.

- Quizás hace un mes y medio casi desde mi regreso, pero el tiempo realmente no se siente estando al lado de su hija -

- ¿Y podríamos saber por qué no vino hacia nosotros como padres de Rosemary para pedir permiso? - cuestiona seriamente Cosette

- Madre - trata de calmar la castaña sin éxito

- No - dice con firmeza - Responde Snow -

- Primero quería tener el corazón de su hija para luego saltar a algo mucho más formal teniendo su permiso - responde el rubio aún teniendo las manos de Rosemary entre las suyas

- Bueno siempre y cuando mi hija esté feliz y segura todo estará bien para mi - responde el hombre castaño

Ya no hubo más pregunta para ellos dos mientras continúo la cena aunque en cuanto termino la joven castaña toma la mano del rubio mientras caminan con cierta rapidez por los pasillos de la mansión gris hasta llegar a las afueras del lugar donde había un gran jardín.

Antes de que Coriolanus pudiera preguntar que estaba sucediendo de nuevo la castaña comenzó a correr mientras lo tomaba de la mano, caminaron por el gran jardín hasta llegar a un pequeño invernadero donde entraron y ahí adentro cerro quedando los dos completamente solos.

- ¿Qué estás haciendo Coryo? - pregunta Rosemary - No debiste de meterte en este lío -

En seguida el joven la tomó del rostro acariciando su mejilla con suavidad mientras la observa a los ojos.

- Te amo más que a cualquier cosa Rosemary, lo hago desde que soy un niño y me ofreciste de tus galletas en forma de animal - la castaña ríe - Siento mucho decírtelo de esta manera, pero realmente lo hago -

No podía dar un paso atrás, no deseaba ser grosera o algo parecido y mucho menos con Coryo que era uno de sus pocos amigos así que no se negó en cuanto el joven se acerco a ella besando sus labios, parecía que la quería consumir, pero aun así su toque era suave y gentil así que de pronto estaba en los brazos del rubio quien la abrazaba como si fuera lo único en el mundo que importara realmente.

- Esta bien Coryo - murmura

Se sentía segura en sus brazos, irónicamente sentía una gran calidez estando aferrada en los brazos del rubio quien en sus adentros sonreía contento al tener a la joven entre sus brazos, era suya al fin, Rosemary era suya.

- Cory ¿Recuerdas? Para ti soy Cory -

La castaña lo observa sorprendida, fue cuando curo su herida cuando el rubio se metió a la arena otra salvar a Sejanus y en su delirio le pidió que lo llamara así, creyó que no lo recordaría así que simplemente sonrío con gentileza.

- De acuerdo, Cory - murmura dejando su mano en su mejilla

Coriolanus se dejó que su rostro se recargue en la mano de la castaña para luego besar su palma, tenía ahora a Rosemary, era su Rosemary ahora y no podía estar más contento en saber que era suya, además pudo observar la mirada de Ágata así que confirmó los rumores sobre sus preferencias en cuanto pareja así que debía de idear un plan para que la rubia se aleje de su linda castaña para luego pensar en otro y deshacerse de una vez por todas de Cosette Raviski.

☾︎ . ○ ° 🐾 ° •  ༄

ÁGATA COWELL DESDE MUY PEQUEÑA SIEMPRE SUPO SOBRE SU PREFERENCIA CUANDO prefirió ver a las niñas de su salón y regalarles flores en lugar de hacer cartas para los tontos niños de su salón así que en cuanto tuvo a su primera novia estaba contenta a pesar de que en público esta fingia no conocerla y en privado pedía disculpas siendo así un círculo vicioso así que al conocer a Rosemary Stark se sintió verdaderamente aliviada sabiendo que alguien realmente la apreciaba por ser ella misma no convirtiendo su preferencia sexual en todo ella si no en una parte de ella.

Por eso mismo no pudo evitar sentir cierto puntazo de celos cuando la vio al lado de Coriolanus Snow y después de eso vino tristeza cuando los vio besarse dentro de un invernadero y aun más cuando pudo ver esa mirada verdosa iluminada viendo a aquel rubio, una mirada que jamás podría recibir.

- Ágata - llama su atención la castaña a su amiga - ¿Estas bien? -

- Si Rose - murmura viendo sus uñas de color perla - Así que... ¿Tu y Snow? -

- Si - sonríe la palomita - Fue algo repentino, pero Cory realmente me ama y estoy aprendido a amarlo -

- ¿Cory? Lindo - dice entre dientes tratando de tragar sus propios celos

- Si, de hecho vendrá en unos momentos ya que tenemos una cita -

Eso explica más cosas, vestida un bello conjunto azul decorado por varias perlas además de que tenía un maquillaje sutil siendo lo más llamativo el brillo que tenía en sus ojos, mejillas y labios.

- Te vez preciosa - suelta

- Como siempre - levanta la vista viendo a dichoso rubio

En seguida su amiga castaña camina sonriente hacia el rubio besando con cariño su mejilla prácticamente lanzándose hacia sus brazos para luego recibir un regalo, una pulsera de oro con varias joyas.

- Es hermosa Cory - Rosemary realmente se ve feliz

- Solo lo mejor para ti mi querida Rosemary - murmura Snow colocando el regalo en la muñeca de la joven para luego ver a la rubia - Perdóname Ágata te la robaron por unas horas -

Ambos rubios intercambian miradas fulminantes, pobre Ágata Cowell nunca creyó que alguien como Coriolanus Snow pudiera acabarla con solo un simple rubor condenando su vida a una inmensa miseria.