Dulce🍬- Tranquila señorita Beker, el señor Mcclain será automáticamente despedido. - me dice el director acompañándome a la salida luego de contarle lo del idiota de Mcclain.
Asiento encantada mientras veo como se lo llevan en una patrulla. Ya he dado mi declaración y Rodrigo está dando la suya ya que le ha metido una par de golpes, pero tanto él como yo aseguramos que fue para defenderme.
Me despido del decano y voy hacia Rodrigo que está esperándome, subo al auto cuando me abre la puerta y el lo hace de igual manera en la parte del conductor.
- ¿Estas bien? - pregunta mirándome por el retrovisor.
Asiento sin importancia. La verdad no me afecta nada de esto, soy más fuerte de lo que aparento, eso lo sé y mis padres me lo repetían mil veces cuando vivía con ellos.
- ¿Podrías esperarme un momento aquí? - pido cuando me ha dejado en mi edificio - Solo iré a cambiarme para salir.
Rodrigo asiente con una sonrisa. Rápidamente subo a mi apartamento y desecho la ropa en el cesto del baño, la lavare después, tomo una ducha rápida y me cambio por un shorts blanco y un suéter negro ajustado dentro de este, maquillo mi cuello para cubrir las marcas que están comenzando a ponerse moradas, busco mi botas altas y mi skate, tomo las protecciones de rodillas y codos, mis guantes, casco y chaulin...
Bajo rápidamente por las escaleras para posteriormente adentrarme en el auto. Le pido a Rodrigo que me lleve a la oficina central de envíos de la ciudad, como era de esperarse, estuve allí en menos de treinta minutos. Tenía que trabajar y al mismo tiempo quería olvidarme de lo de hace un rato.
- Gracias grandulon.
Dejo un beso en su mejilla antes de bajar del auto con mis cosas.
- Trabajarás hoy. - asiento mientras me coloco el casco - en ese caso, pasaré a buscarte a las 8:30.
Sonrio.
- Hasta la noche entonces.- Ten cuidado si. Y no te metas en problemas. - me pide encendiendo el auto.
Inmediatamente alzó las manos en forma de inocencia.
- No prometo nada.
Rodrigo solo niega riendo para así terminar de irse. Apenas lo veo desaparecer entre el tráfico me adentro en el local. El aire acondicionado golpea contra mi cuerpo, froto levemente mis brazos encaminando me hacía un hombre canoso detrás del mostrador.
- Buenas tardes William. - me apoyo en la isla de mármol blanco para alcanzar a besar su mejilla.
- Buenos días mi querida Dulce. - responde dejando un beso en mi frente - ¿Qué tal estás?
- Ahí. - me encojo de hombros - ¿Hay algo para mí hoy? - tamborileo mis dedos contra la mesa.
William ríe, pero se agacha y saca una pequeña caja del mostrador, está no era como las demás. El color que más predominaba era el negro y en el centro tenía una imagen de los labios de una mujer pintados de rojo con una rosa del mismo color. En el centro de esta tenia la palabra "Dreams" escrita en una letra cursiva muy bonita y justo en la esquina de esta decía "Sr Akerman"
Mis ojos se abrieron de par en par, conociendo inmediatamente la dirección en que tenía la caja, dirección a la cual tenía que llevarla.
- ¿Estás de broma? - encargó una ceja - ¡Dreams! - chillo sin poder creerlo.
- Necesito que lo lleves con urgencia. - me pide William, están esperando ese paquete desde esta mañana - Por favor entregarlo ¿si?
Y sin más desaparece detrás de una puerta.
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Ya no es niña🍬
RandomSe supone que el amor es recíproco, que traspasa barreras, e incluso que no importa la edad que tengas siempre estara allí. Pero... ¿Qué sucede cuando este se enfrasca en unir a dos personas distintas con mundos igual de distintos? ¿Acaso es ilegal...