Dulce🍬 Maratón 4
¿Quieren saber que fue lo que sucedió verdad?
Pues enteren se, no sucedió nada. ¿Cómo lo ven? En un momento milagroso para mi, logré empujarlo levemente pero lo suficiente como para salir de la habitación. El resto de la tarde se mantenía con una tensión horrible, al caer el sol el frío aumento, tanto que la punta de mi nariz enrojeció por completo, la lluvia no paraba, el torrencial diluvio caía a montones. Hasta llegue a pensar en construir un barco para salir cuando esto acabará.
Luego de cenar en total silencio, cada uno se dirigió a dormir. Así es como justo ahora, estoy en su cama, y no. El no duerme conmigo, él decidió irse a dormir al sofá. ¡Que conste que yo no lo mandé, él quiso irse solito! Es más, hasta le dije que había suficiente espacio en la cama para dormir ambos.
[Ujum, y sobretodo dormir]
{Otra vez con tus pendejadas. No te podías quedar callada, estaba muy bien contando lo que pasó a nuestros bebés hasta que tú apareciste}
[Oh, discúlpame. No es mi culpa que la niña haya negado lo que se le pasó por la cabeza]
{Ja, ja ja. Muy graciosa...}
«Dios llévatela, porque sino, te la mando»
Suspiro y miro nuevamente el techo blanco, todo a mi alrededor está a oscuras. Mi móvil ha muerto, y a decir verdad, no he podido conciliar el sueño en una hora y media. Giro de lado a lado en la cama que desprende el aroma de Zack por donde estes, me cubro con las sábanas del frío, y trato de pensar en algo que me guste para así dormirme, pero lo único que aparece en mi mente desde la tarde, ahora y creo que seguirá hasta el resto de mi vida. Es el par de ojos azules y el torso bien trabajado del hombre que duerme en el sofá. Bufo enardecida por toda esta situación, finalmente salgo de la cama y seguidamente de la habitación. A pasos sigilosos me acerco al mueble en la sala donde se puede ver perfectamente a Zack descansar, sentando me con cuidado en el apoyabrazos, lo veo dormir. Se ve tan tranquilo... Esto me recuerda a la vez que se quedo a cuidarme en casa una noche que mis padres salieron, esa vez le pedí que durmiera conmigo, después ya no tenía que hacerlo porque él se acostaba a mi lado hasta que me durmiera. Sonrío nostálgica, que días aquellos...
Bajo de mi asiento posicionando me de cuclillas frente a él.- Zack. - susurro acariciando su cabello. No responde, por lo que decidí intentar más fuerte - Zack...
Lo renuevo un poquito.
- Mmmmmm. - gruñe y abre los ojos pesadamente - Mmm ¿qué pasa Dulce?
Frunce el ceño.
- Podrías dormir conmigo. - suelto sin rodeos mordiendo mi labio.
Sus ojos se abren de par en par al escuchar esas palabras, pero al ponerle mi carita de perrito no puede negarse a mi.
¡Ja, ja. Todavía tengo el poder!
[¡Manipuladora!]
{¡Cállate que nadie te pregunto!}
Camino hacia la habitación, con el a mis espaldas, me meto en la cama nuevamente, y el hace lo mismo colocándose boca arriba. Siento como el ambiente se torna algo tenso y nervioso, por lo que decido ser yo la que rompe el hielo con una pregunta que ronda en mi cabeza...
- ¿Zack?
- Mmmmm.
Hace un murmullo para que sepa que me escucha.
- ¿Eres familiar de Jess?
- No. - se limita a responder.
Muerdo el interior de mi mejilla antes de volver a hablar.
ESTÁS LEYENDO
Ya no es niña🍬
RandomSe supone que el amor es recíproco, que traspasa barreras, e incluso que no importa la edad que tengas siempre estara allí. Pero... ¿Qué sucede cuando este se enfrasca en unir a dos personas distintas con mundos igual de distintos? ¿Acaso es ilegal...