Dulce🍬 Maratón 2
Me mantengo sentada en el lavamanos mientras Zack hace su tarea de limpiar mi herida. Si se preguntan, sigo encabronada con él por no decirme al respecto desde un principio que era mi jefe. Pero él solo se salió con la excusa de que: "Si te decía mínimo me matas"
Un punto a su favor.
Ahora sólo se aprovechó de que no puedo hacer movimientos bruscos, pero ya verá...
- Listo. - tira el algodón en el cesto de basura y coloca unas tiras nuevas de cinta.
Tomándome de la cintura me baja del lavamanos.
- Solo procura no lastimarte, ¿si? - asiento - ¿Tienes hambre? - vuelvo a asentir como niña chiquita, ríe - Bien vamos.
- Espera. - lo freno en la puerta - ¿Tendrás un cepillo dental para lavarme los dientes?
- En el gabinete de la derecha hay dos. - señala el espejo que está entre dos gabinetes - Coje el que quieras, si gustas puedes darte un baño y tomar una de las poleras o suerters en el closet.
Asiento y sin más se retira del baño dejándome sola. Me giro para mirarme en el espejo, estoy horrible, el golpe fue tan fuerte que se ha puesto morado y casi llega a mi ojo. Suspiró, adiós semana de trabajo. Busco el cepillo de dientes y procedo a limpiar mi boca, luego me deshago de la polera negra tirandola en el cesto de la ropa sucia, me introduzco en la ducha dándome así un buen baño sin mojar mi cabello. Apenas termino, cojo la toalla y voy al closet de Zack. El aliento se me va al ver que es igual de enorme que la habitación, me adentro lentamente y puedo percibir el aroma de su perfume impregnado en cada parte de esta área. Inconscientemente sonrió al recordar cuando lo abrazaba, así podía acercar mi nariz a la curvatura de su cuello y sentir el aroma de su perfume.
- ¡Dulce, el desayuno está listo!
- ¡Momento!
Respondo saliendo de mi trance. Tomo un suéter gris que llega más abajo de mi medio muslo.
No piensen mal, soy demasiado enana y el es muy alto, por eso su ropa me queda así.
Salgo del closet y voy hacia mi bolso que está en una silla, rebusco en el primer bolsillo mis pantys de emergencia, pero no las consigo, empiezo a preocuparme, reviso el otro y tampoco está, voy por el último. Finalmente las tengo en mis manos, por lo que me las coloco de un rápido movimiento para salir de la habitación hacia la sala que conecta con la cocina. Miro el departamento admirando la belleza que de por sí tiene, los pisos de mármol blanco ayudan a que el espacio se vea más iluminado y los muebles de cuero van a juego con la decoración, había cuadros por todas partes, una decoración de un árbol en la pared, era espléndido, el lugar donde reposaba está belleza era de superficie lisa y la pintura era negra, todo en el era negro, solo eran siluetas, pero me parecía hermosa.
Todo era absolutamente hermoso, pero lo que en realidad captó mi atención, era la asombrosa vista que ofrecía el ventanal del departamento. Atraída por esa beldad, el sol irradiaba con todo su esplendor hacia la ciudad de Manhattan, hasta podría sentir como si volará.
- ¿Te gusta? - escucho la voz de Zack a mis espaldas.
- Mucho. - afirmo de puntitas con la esperanza de más, como si eso fuera posible.
Siento como un par de manos se posicionan en mi cintura, por instinto las miro y luego volteo a ver sobre mi hombro.
- Vamos, el desayuno se te va a enfriar. - susurró cerca de mi oído causando estragos en mi cuerpo.
Como si estuviera en un trance, me deje guiar por el hacia la cocina. Donde aún con sus manos en mi cintura, me cargó para posteriormente dejarme en un taburete de la isla. Veo como se aleja y busca en la nevera una jarra con jugo, no despego mi vista de el, observar como se desplaza por la cocina con tan solo un pantalón de pijama me es suficiente para terminar de despertarme y evaporar todo el mal humor que tenía hace unas horas.
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Ya no es niña🍬
AcakSe supone que el amor es recíproco, que traspasa barreras, e incluso que no importa la edad que tengas siempre estara allí. Pero... ¿Qué sucede cuando este se enfrasca en unir a dos personas distintas con mundos igual de distintos? ¿Acaso es ilegal...