Si. si se la ha 🔞

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Zack🖋️

Miro impresionado los pasos de aquella mujer sobre el escenario, no soy capaz de ver más que los hipnotizantes movimientos sensuales de su cadera. De un lado al otro, círculos, infinitos, arriba y abajo, sus manos recorren con erotismo sus curvas, sigue el camino por fuera de sus pechos hasta llegar a su cuello, se bate el cabello y luego baja su mano derecha entre esos dos montes gloriosos que adornan el cuerpo de semejante diosa. ¿De la nada está haciendo calor o son cosas mias?

- ¿Servilleta? - pregunta el pelinegro, yo lo miro extraño hasta que siento un líquido escurrirse por mi cuello y mi frente - Está chica tiene un poder inimaginable sobre los hombres Zack, la mayoría de ellos están aquí por ella. - señala a la rubia.

- ¿Cómo se llama? - hago un ademán con mi cabeza.

- ¡Ah no, Zack! - niega - ¡Eso sí que no! No te la vas a tirar.

Lo miro ofendido.

- No me la voy a tirar idiota. - niego - Bueno, no si ella no quiere. - sonrio pícaro para recibir un golpe en mi brazo por su parte - ¡Ay! Cálmate si, no intentaré nada con ella, solo me parece conocida.

- ¡¿Ya te la has cogido?! - exclama incrédulo con una mano en su cabeza.

- Que no. Que no me la he follado.

Paolo me mira de arriba abajo receloso y niega.

- Te la has cogido. - asegura.

- Que no.

- Que si...

- Que no, Paolo.

- Si, si te las has...

- ¡Que no joder! - exclamó - ¿Qué no me la follado, que te hace pensar eso?

Le pido explicaciones.

- ¡El hecho de que te hayas acostado con todo Manhattan!

- Claro que no, no con todo. Con medio. - le recalco.

- Igual, - pone cara de: No me interesa - ¿Cómo es que la conoces?

- Ni idea, ok. - me exalto - Por eso quiero saber su jodido ¡nombre!

Paolo desconfía, bebe su vaso de vodka de un tirón para luego dejarlo en la mesa. Me mira y yo solo le pido la simple respuesta a mi pregunta.

Suspira ya sin poder más con esta ridiculez.

- Su nombre es Dulce... - bufa - Dulce Becker.

- ¡¿DULCE BECKER?! - exclamo sin poder creerlo.

- Si. Si se la ha cogido. - afirma mirando hacia otro lado.

Decido ignorarlo. Esto es imposible, esa chica que está allí bailando para miles de hombres no puede ser Dulce Beker. ¡Mi Dulce Beker! Mi pulguita. Recuerdo perfectamente que la pequeña era demasiado tímida, apenas y bailo para mí un par de veces, cantar era otro tema, solo la escuchaba a escondidas, cuando tenía las clases con mi madre en el estudio o en el parque. Pero esa que está allí no puede ser ella.

(- Zack, te dije que eso quedó en el pasado. Aquí somos otras personas, ya no soy aquella niñita.)

Sus palabras chocan tan fuerte con mi mente que tardo un par de minutos en asimilar todo esto. Pero es entonces cuando caigo en cuenta, ella tiene razón, ya no es aquella niñita dulce y cariñosa. No después de aquella noche.

Suspiro y sigo admirando la, cuanto ha cambiado.

- Venga hombre, ya dime. ¿De donde la conoces? - me anima a soltar la sopa.

Ya no es niña🍬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora