Ya no es niña🍬

Amano armada🔫

Dulce🍬

Salgo de los vestuarios con un conjunto de enterizo color dorado con lentejuelas y unas bailarinas del mismo color. Acabo de terminar mi número con Jess y nos salió estupendo, la castaña en estos momentos se encuentra en un reservado, pero yo decidí andar por el club, canto una que otra canción y converso con los clientes. Son amables, por suerte no me han faltado al respeto, pero aún sigo sintiendo esa sensación de estar siendo observada.
Cuando ya se va acercando la hora de mi salida, le marco a Rodrigo para que venga a buscarme. Me dice que está cerca y que en diez minutos estará aquí por lo que decido esperarlo afuera. Recojo mis cosas en el camerino y me quito las sandalias, me coloco mis zapatillas para luego salir por la puerta trasera. El aire frío de la madrugada me recibe, froto mis manos contra mis brazos tratando de entrar en calor.

Un leve cosquilleo en mi nuca me incomoda, otra vez esa sensación de estar siendo observada. Paso la mano por mi cabello, un vacío se instala en mi estómago por lo que lo presionó levemente.

¿Miedo? ¿Por qué?

Asomo mi cabeza hacia ambos lados de la calle, todo está desolado. ¿Qué pasa con Rodrigo? Esperen un momento... ¿Dónde carajos están los guardias de aquí? Voy a girarme para volver adentro, pero una mano se coloca con fuerza en mi boca, sacudo mi cabeza e intento liberarme, pataleo y tengo intenciones de golpear al que sea que tengo detrás hasta que un metal frío se posa en mi sien. Dejo caer mi bolso, me paralizo, un escalofrío recorre mi columna vertebral y mi piel se eriza. Tengo el corazón a punto de salirse de mi pecho, esto no me gusta.

- Hola, hola. - canturrean en mi oído,echo mi cara hacia un lado cuando el aliento de aquel hombre choca contra mi mejilla - Ah, ah. ¿Quién tiene el arma? - vuelvo mi rostro lentamente - Eso, así me gusta, obediente. - susurra - Voy a quitar mi mano, si gritas... - calla un momento - Te vuelo la cabeza. - se ríe. Asiento.

El agarre en mi boca se afloja, y poco a poco puedo ver a mi atacante cuando se coloca frente a mí con la pistola apuntando directamente a mi frente.

- Pero mira que hermosura.

El poco aire que contenía en los pulmones se me ha acabado. Es el tipo que golpee hace unas noches por tocarme una nalga. Las lágrimas comienzan a salir, y con ellas mis hipidos y sollozos.

- Sh, sh, sh. - coloca un dedo en sus labios, se acerca a mi lentamente y roza su nariz con mi mejilla para luego pasar su lengua. Lloro, el frío metal ya no está en mi cabeza, ahora está en mi estómago. Tiene intenciones de besarme, pero el ruido de una puerta seguidamente de unos pasos lo hacen tomarme del cuello y estamparle contra la pared provocándome un grito ahogado.

- ¡¿Dulce?! - sollozo, trato de llamar la atención de quien sea ese que me está buscando pero el tipo que tengo en frente cubre mi boca.

- Cállate o nos van a descubrir mi amor. - esconde su cabeza en mi cuello y empieza a besar y morder. Ya a este punto no me importa si me mata, a la segunda vez que gritan mi nombre trato de responder, pero lo único que recibo es un fuerte golpe en la cabeza...

.

.

.

Zack🖋️

Después del número de Dulce la observo por todo el club a una distancia adecuada para que no me descubra. Todo estaba perfecto hasta que entró en los camerinos y la perdí de vista. No la volví a ver, la busqué por todos lados, en cada reservado y en el bar de la otra sala, pero no estaba, hasta que ví salir al hombre que se propaso con ella hace unas noches por la puerta de trasera, ese es el lugar dónde los choferes recogen a las chicas.