Prólogo III

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¿A dónde va la calidez?

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¿A dónde va la calidez?

¿Será capaz de caer en la misma oscuridad?

No importa que tan lejos su corazón se vaya

Siempre estará a su lado.

Lionel no daba crédito a lo que observaba en ese momento y su corazón se arrastraba con desespero al ver esos muros que dividían al país en clases sociales ¿Cómo es que habían terminado de esa manera?

— El primer país en construirlo fue Perú y lo llamaron el muro de la vergüenza, luego se replicó en varios país latinos. — explicó Sergio Agüero y por primera vez en su vida se mostraba serio ante esa triste noticia ni siquiera tenía el valor para confesar el siguiente punto desfavorable — Antonella se ha unido a Emiliano y su grupo, ha sido nombrada como una de sus consejeras. Lionel... Emiliano y Rodrigo buscan apoderarse de todo Argentina. En otros países están haciendo lo mismo liderados por Rodrigo... lo peor es que están cazando a los espíritus para consumir su energía —

— ¿Qué? ¿Cómo es eso? ¡Es imposible! — expresó Javier sorprendido.

— Creen que si consumen a un espíritu podrán obtener un gran poder, como Yun en la época de Kyoshi e inclusive están buscando ingresar al mundo espiritual. —

Messi apretó con fuerza su planeador y cerró los ojos para tratar de calmar sus pensamientos hasta que sonrió — Bien, buscaremos la forma de detenerlos. ¿Aun cuento contigo, Sergio? —

— ¡Sabes que sí! — respondió.

— Inclusive conmigo, tu ayudaré a detener esa tonta revolución de poder y proteger a los espíritus pase lo que pase... —

— Cristiano llegará en unos días a Rosario, será mejor irnos por unos días. Podremos vigilar a Emiliano, algunos paisanos nuestros están en contra de esos malditos muros de la vergüenza. Ha llegado otros conocidos extranjeros, en momentos como este me gustaría tener a Guillermo como aliado —

— ¿Por qué Anto se fue con Emiliano? Siempre se ha mostrado partidaria de la libertad del pueblo y no se deja llevar por... ese tipo de ideologías egoístas — dijo un poco desanimado Lionel, desvió un momento la mirada al sentir sus ojos humedecerse y Sergio lo abrazó con fuerza.

— No lo sé, Leo. Todo sucedió tan rápido... Algunas veces siento que jamás volveremos a vivir de forma segura ¿Cierto? —

— Ahí te equivocas wey, claro que podremos vivir de forma segura. Una vez que destruyamos esos muros y detengamos a ese tal Emiliano, podremos crear de forma diplomática la paz. Si algo aprendí de Guillermo es tener una... —

— Una voluntad inquebrantable...  — interrumpió Messi con una sonrisa y no pudo evitar pensar nuevamente en su mexicano favorito.

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— ¿Es todo lo que tienes humano? — preguntó burlón Balam sin apartar la mirada.

Guillermo estaba contra el suelo con el cuerpo adolorido y su ego destruido, confiaba ciegamente en el entrenamiento que había tenido, pero al parecer era tan diferente al de los espíritus — Duele mucho — susurró bajito y solo escuchó la risa de esos malditos jaguares burlones, prefirió sentarse por un momento mirando como el extraño cielo del lugar cambiaba de color como cada día.

De alguna manera le recordaba a la flama de un dragón o una gran serpiente emplumada.

— ¿Todo bien? — preguntó un espíritu en forma al notar su mirada perdida.

— Sí, solo pensé en un dragón — respondió y se fue levantado para empezar nuevamente con el combate cuerpo a cuerpo.

— Y recuerda, cada movimientos de pelea es como si estuvieras controlando algún elemento. No importa cuál, déjate fluir o sino te daré una madriza por explicarte el origen de los elementos a detalle en vano — expresó algo enojado aquel espíritu hasta que un nuevo castigo llegó a su mente — O no te dejaré ver a ese humano Lionel ¿Quedó claro? —

Y Guillermo sonrió emocionado al escuchar su nombre, deseando verlo nuevamente.

Siempre estaría agradecido por su amabilidad, así que se volvería más fuerte para proteger no solo a los espíritus sino también a él.

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