ᴹʸ ᴸᴼⱽᴱᴿ. Taekook

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ᴬᴮᴿᴵᴸ ²⁰²⁴

El primer mes de trabajo de Jungkook había sido muy extraño. Las mañanas eran cortas, siempre ajetreadas y con algún pendiente por hacer. Mientras que las tardes y noches pasaban con una lentitud que las hacía parecer eternas. Fuera cualquier momento del día, Jungkook no podía evitar suspirar al dedicarle algún pensamiento a su amado Tae.

Resultaba muy extraño conformarse con una videollamada, cuando desde sus años universitarios nunca habían permanecido más de un día sin verse al menos unos minutos. Pero Jungkook entendía lo importante que era para su Tae esa oportunidad. Así que aunque lo extrañara demasiado, Kook quería hacer lo que Tae siempre había hecho por él: darle su apoyo incondicional y animarlo.

Aún así, está permitido hacer pequeños berrinches a tu novio de vez en cuando, ¿no?

—Cariño, querido mío, mi universo ¿por qué tu padre me dice que no quisiste cenar nada hoy?

El chico de grandes ojos hizo un puchero hacia la cámara y bajó la mirada, perdiéndose de la expresión de ternura y adoración con la que era observado por su novio.

—Tú... tú y yo solemos salir todos los fines de mes a una cita y cenamos algo especial. Hoy era ese día, y no quería cenar si podía hacerlo contigo.

—Mhm, sé que hoy era nuestro día de cita. Pero aunque no estemos juntos debes cenar amor. Podrías lastimar tu estómago si no lo haces.

—Pero...

—Además, ¿qué clase de novio crees que soy para no haber previsto esta situación? Aunque no esté allá, eso no quiere decir que no podamos tener nuestra cita.

Jungkook estaba desconcertado por lo que oía. ¿Cómo es que ellos podrían tener una cita si Tae estaba en otro país? Muy intrigado y curioso, siguió las instrucciones de su novio cuando le pidió ir al comedor y llevar su computadora con él para conectar la llamada desde ahí. Tardó unos minutos en hacer lo que le pedía mientras veía que el mismo Tae también parecía estar moviendo algunas cosas. Estaba por preguntar qué era lo que hacía cuando el timbre del departamento sonó y vi a su novio de nuevo sostener su teléfono y sonreirle.

—Pedí comida a domicilio para ti, amor. Ya lo pagué, solo tienes que recibirla. Tu ve, yo te espero aquí mientras conecto la computadora, ¿si?

Él asintió y obediente fue a recibir el pedido. Reconoció de inmediato el envoltorio de su tienda favorita de pasteles de arroz y no pudo evitar sentirse muy feliz por ello. Cuando regresó frente a la computadora, pudo ver un poco más del espacio alrededor de su novio, viendo que en su escritorio tenía pasteles de arroz similares a los que él comería.

—Fue un poco difícil conseguir pasteles de arroz como estos en Alemania pero al menos es la idea, ¿no?

—Comamos pasteles de arroz cuando regreses aunque no sea día de cita.

—Wow, ¿pero que estoy escuchando? ¿Jeon Jungkook cambiará su rutina de cenar gimbap al estilo kook, para comer conmigo pasteles de arroz? Me siento muy honrado.

Reconocía el tono bromista del chico, y no pudo evitar soltar una risita mientras le daba un mordisco al primer pastelillo. Pero entonces la tristeza que había olvidado que sentía volvió a él.

—¿Kookie? ¿Qué pasa cariño?

Y ver a su bonito novio, con sus cejas levemente fruncidas por la preocupación, ese lunar en la punta de su nariz y sus labios fruncidos con restos del pastelillo de arroz, fueron los detonantes para que acabara llorando sin dejar de comer el pastelillo. Como era de esperarse, Tae de inmediato intentó consolarlo y al ver su preocupación crecer, Jungkook dejó de mirarlo para intentar calmarse y poder hablar.

—Perdón Tete, es que t-te extraño mucho. M-me siento muy o-orgulloso de ti, y me siento mal por e-estar llorando cuando esto es muy bueno para ti. Lo siento.

—No te disculpe mi pequeño. La verdad es que aunque esta es una increíble experiencia para mi carrera, en todo lo que puedo pensar es en volver contigo. Pero solo será un mes más. El caso para el que me trajeron, tendrá su última audiencia a finales del siguiente mes y entonces podré volver a tu lado.

—T-tú solo concentrate en tu trabajo. Yo estaré aquí esperándote, en nuestro hogar.

—Si mi amor, espérame. Pronto volveré a mi hogar. ¿Sabes dónde está mi hogar?

—Departamento 33 del barrio Dong-san en el distrito de Jongno-gu.

Escuchó la risa de Tae y al fin levantó la mirada. Sintió sus ojos volver a llenarse de lágrimas al ver a su hermoso chico con lágrimas en sus mejillas y en las esquinas de sus ojos, pero con su imperturbable sonrisa que él tanto amaba. Su corazón saltó en su pecho como la primera vez que supo que lo amaba, al sentir en su alma el amor con el que era mirado por su Tae.

—Tu eres mi hogar, Kook.