Capítulo 20

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Holaaa! Espero que estén teniendo una buena semana. Preparados?

Buena lectura!

MON

No puedo decirte eso.

La forma en que ella está ahora, no tengo idea de qué hacer. Todo lo que le dije, está reaccionando a eso, quiero que se abra y me diga por qué o cómo, pero no quiero empeorar las cosas. Escribió porque necesitaba algo, hacerla sentir peor no puede ser una parte de eso o ella jamás lo haría de nuevo.

Quiero que lo haga de nuevo. Me gusta la forma en que me siento por dentro cuando me contesta, incluso si es diciéndome que no puede admitirme cosas. La mantengo hablando. Estoy haciendo lo que no puedo hacer conmigo misma la mitad del tiempo.

Mirando el teléfono, abro su información de contacto, sabiendo que probablemente es un error, pero necesitando hacer algo más de lo que he hecho.

Apretando el botón de llamar, miro mientras el teléfono se conecta y espero pacientemente mientras escucho el timbrar sonar, esperando que conteste.

Después de que seis timbres han pasado y no hay respuesta, espero por la maquina contestadora entre. Es sólo cuando escucho el suave saludo que me doy cuenta de que está ahí.

―No cuelgues, ¿está bien?

―No puedo hablar de esto, Mon.

―Entonces sólo escucha, ¿bien? Hablaré.

―¿Por qué estás haciendo esto? ―pregunta, su voz es más fuerte ahora, el tono susurrante se va por completo.

―No lo sé.

―¿Por qué no me odias?

―No lo sé. Sólo no lo sé.

Ella tose y un segundo, creo escuchar lo que parecen sollozos estrangulados a través de la línea, pero tan rápido como sucede, se han ido y me dejan preguntándome exactamente lo que está sucediendo con ella.

―Necesitas colgar ahora. Alejarte.

― ¿Es eso de verdad lo que quieres que haga?

―Sí.

― ¿Por qué?

―¡Porque estoy jodida! Te lastimo, lastimo a otras personas y sólo seguiré haciéndolo. Tan sólo es mejor si cuelgas.

―¿Y si no quiero?

La línea queda en silencio y creo que la llamada se colgó, pero cuando estoy por decir algo, probar, escucho el mismo sonido estrangulado justo antes de que hable.

―Saldrás lastimada.

―Ya estoy lastimada. Tomaré mis riesgos.

No estoy segura de donde vienen las palabras, pero quiero decir cada una de ellas. Ya estoy lastimada. He estado lastimada desde que mi madre me llevo al doctor y arrojo los diagnósticos a mi regazo. Sólo se ha puesto peor desde entonces. Nada que ella pueda decir ahora, en especial después de admitir lo que su padre le hace puede empeorar el dolor.

―¿Por qué?

―Porque todo el mundo necesita a alguien. Incluso tú.

El sollozo que me pareció escuchar antes, se convierte en un llanto plano y de nuevo quedo aturdida en silencio.

Las emociones y cómo manejarlas, no lo hago también. Cuando soy sobrecargada, me golpeo a mí misma. Estoy muy segura de que esa no es la forma de manejar a Sam ahora. Quiero tener las palabras para hacer todo mejor, hacer que deje de llorar, pero esta es otra obvia manera en que soy defectuosa.

No hay nada que pueda decir que pueda mejorar esto.

―¿Sam?

―¿S-sí? ―tartamudea, haciéndome más consciente de lo similares que somos.

―¿El viernes, llegaras temprano también?

―Sí, seguro.

No tengo idea de si esto va a funcionar, pero si no al menos lo intenté, sé que cuando la llamada se acabe, lo que estoy seguro sucederá en cualquier segundo, voy a lamentarlo. No quiero tener arrepentimientos y en verdad necesito que termine esta llamada con una nota más feliz incluso aunque no hay nada exactamente por lo que estar feliz.

―¿Puedes hacer algo por mí?

―Depende. ¿Qué quieres de mí?

―Trae el sombrero amarillo.

Después de que terminan las palabras, tomo aire, esperando que ella recuerde nuestra conversación más temprano y note el chiste. Asustada a la misma vez de que no lo haga y terminaré luciendo incluso más como una idiota.

―¿Nunca salgas de casa sin él, verdad? ―pregunta y escucho el más leve rastro de risa escapar a través de la llamada, lo que por primera vez, hace que mi cabeza explote de emoción.

Tal vez no apesto en esto después de todo.

TAKE ME WITH YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora