Capítulo 4

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MON

Marchándome de la oficina del Dr. Thompson, dirigiéndome directamente a la zona de recepción, lo último en que estoy centrada es en mi alrededor. He hecho esta misma rutina durante años, así que soy una maestra en sintonizarme con la gente y las conversaciones a mi alrededor. Cuanto más pronto pueda asegurarme de que estoy programada para la semana que viene, podré salir de aquí de nuevo a la seguridad que mi casa y mi habitación trae.

Mientras doblo por la curva, la que me llevará a Rose, la recepcionista con una sonrisa de bienvenida, paso acelerando a fondo cuando choco con un cuerpo y oigo el chillido, inmediatamente me regreso. Maldición. Por supuesto, este es el día en el que cambia la rutina y no puedo hacer una escapada apresurada.

―Lo siento ―dije mientras me agacho a la chica que ahora está curvada en el suelo delante de mí―. Debería haber visto hacia dónde iba.

Hablar en público, sobre todo con extraños, es algo que no hago. Llámalo ansiedad o lo que sea, pero no hago un hábito de hacerlo. Si un gruñido o mover mi cabeza o las manos puede hacer llegar el mensaje entonces eso es todo lo que necesito. Ahora sin embargo, ya hice esto, no puedo salir adelante con mis mecanismos habituales.

―Sí, debiste hacerlo. ¿Qué demonios? ―dice ella y mi sangre corre fría.

Conozco esa voz.

Empuja su cabello rubio de la cara y en el minuto en que sus ojos miran hacia arriba, el color marrón claro me atrapa, me siento mal del estómago. Sam Evans. Una de las chicas que van a la escuela, la persona que ayudó a Kath y Becky a hacer mi vida un infierno. Está de rodillas en el suelo delante de mí, los ojos como siempre llenos de odio.

―¿Qué demonios? ―pregunta de nuevo, pero esta vez es diferente. Me reconoce ahora y está preguntándoselo, porque yo estando aquí no tiene sentido para ella.

Resistiendo la tentación de darme la vuelta y correr, ahora que me han atrapado, me salgo completamente de mi zona de confort y le doy mi mano, sin molestarme con una respuesta. Cuanto antes la ayude, mejor. Necesito salir de aquí antes de que decida utilizar el que esté aquí en mi contra.

Colocando su mano en la mía, aunque no parece muy contenta de hacerlo tiro de ella hacia arriba y la dejo inmediatamente ir. He hecho lo correcto. Esta por su cuenta en sus propios pies. Me puedo ir ahora.

―¿Cómo sabías que iba a estar aquí? ―pregunta antes de que pueda girar y hacer mi escapada.

―No sé d-de lo que estás hablando ―tartamudeo, la necesidad de alejarme de ella, es incluso peor ahora que he oído la forma en que suena. Estoy dándole material a utilizar en mi contra. Excelente.

―S-seguro que n-no ―balbucea, rompiendo en un ataque de risa.

Este se supone que es un lugar seguro a pesar de que lo odio. Nadie se supone que sabe que vengo aquí, y menos una de las mayores matonas en la escuela. La chica que hace apenas dos días logró herir a otra de las personas con las que voy a clase.

Hannah Michaels es la nueva lastimada y quemada víctima. La chica que no le haría daño a una mosca había estado en el extremo receptor de odio de esta chica por tener necesidades especiales y ahora estaba pasando sus días en casa pagando el precio por no hacer absolutamente nada. Sí, definitivamente tengo que salir como el diablo de aquí antes de que decida que soy la próxima.

―E-estas-e ¿bien? ―pregunto estúpidamente a pesar de que sale igual con un nudo en la garganta, como antes.

―Sí, estoy bien ―responde, su sonrisa desapareció por una mirada de indiferencia en su lugar. Mis ojos caen de su cara mientras comienza a acomodar sus mangas, pero no antes de que vea lo que está, obviamente, tratando de ocultar.

Marcas en todos sus brazos, circulares. Algunos de ellos rosa, rojo y luego otros pocos que deben ser viejos porque son una verdadera sombra profunda de color marrón. Marcas que he visto más de una vez antes. El recuerdo en el brazo de Freen el otoño pasado, me golpea.

Quemaduras. En todo su brazo. Sam quemada.

―Uh, bien.

Que manera de utilizar las palabras, Mon.

Rodeándola, intento volver a la rutina; necesitando llegar al mostrador de recepción y la cara simpática de Rose ahora más que nunca. Mientras estoy a punto de doblar la esquina e ir completamente fuera de su punto de vista, la oigo hablar de nuevo y esta vez, no hay odio o desprecio.

―Mon ―dice en voz alta, con voz suplicante―. ¿Crees que podemos mantener esto entre nosotras?

Pasando por encima de la conmoción al escuchar que me llamo por mi nombre real y no algo lleno de odio que es lo que normalmente tiene para mí, asiento. Por supuesto que puedo mantener esto entre nosotras. Lo último que quiero hacer es admitir que Sam me atrapo después de pasar la última hora hablando con un psiquiatra.

―Sí, seguro. Ni siquiera estás aquí.

Lo más extraño sucede después de que hablo. Me sorprende completamente que mientras se da la vuelta y camina por el pasillo, todavía estoy de pie en el mismo lugar, sin poder moverme. Antes de que diera media vuelta y se alejara, hizo la única cosa que no creo que era posible para ella.

Sonrió.


Creo que ya deben tener muchas teorías...Hagan sus apuestas!

Apuesto que les sorprendió el sentir de Mon :( ha pasado por mucho y ella está intentándolo.

Dudas? Recuerden darle mucho amor a la historia y compartirla :)

Recuerden tomar muchas agua! Hasta prontito!

Nos vemos en Captive! El nuevo capitulo ya está a punto de salir! 

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