AVISO: Leer este capitulo con precaución, disculpas ante la susceptibilidad que pueda causar. Siempre pondré este aviso, cuando los capítulos lo ameriten.
SAM
Es tarde. Mami no cerró la ventana, así que hay una brisa, pero no puedo encontrar mi manta, así que estoy temblando, mis rodillas cerca de mi pecho en un intento de aferrarme a la pequeña cantidad de calor que mi cuerpo todavía tiene.
La puerta suena al abrirse y la luz del pasillo se derrama a través, por lo que la sombra de la persona que está aquí es aún más grande. Tan grande que me cubre por completo. Se está moviendo hacia mí ahora, puedo oír el rayado de sus pies en mi alfombra.
Ahí está ella. La pequeña princesa especial de papá. Mi Samanan.
Me gusta mucho cuando me llama su Samanan, me hace sentir muy especial. Como si yo fuera su favorita. Él me ama más que a nadie en el mundo.
Se sienta en la cama y extiende su mano hasta apoyarla en la parte superior de la mía. Envuelvo mis pequeños dedos alrededor de la suya y aprieto, mi manera de decirle que lo amo. Soy recompensada ya que incluso en la oscuridad, puedo verle la sonrisa tan amplia que sus dientes están mostrando. Él se arrima otra vez hasta que sus grandes brazos fuertes se envuelven alrededor de mí, sus dedos frotando arriba y abajo de mi espalda, haciendo que mi cuerpo ya frío tiemble.
―Sí, mi Samanan ―susurra y me río, lo que lo hace alejarse lo suficiente hasta que nuestros rostros están casi tocándose, sus ojos centrándose en nada más que yo.
Su sonrisa de hace un segundo, se ha ido y se ve triste. Odio ver a papá lucir triste. Me hace querer quitarla. Apuesto que mami es la razón de ello. Ella nunca lo hace feliz.
―Papi, ¿estás bien?
Él se estremece mientras hablo, pero sus manos no me dejan, ahora subiendo y bajando por mis brazos de la misma manera que estaban en mi espalda.
―No, cariño, no estoy bien.
―¿Qué está mal?
―Papi necesita a su pequeña Samanan.
―Me tienes. Estoy aquí y nunca te dejaré.
Sus ojos se suavizan de nuevo, una versión más pequeña de su sonrisa comenzando a formarse en sus labios, pero antes de que pueda disfrutar de ella, se mueve hacia mí y sus labios, los mismos que simplemente me sonreían inocentemente se presionan en los míos.
Sin gustarme la forma en que se siente, levanto mis manos hacia arriba y empiezo a empujar su pecho, pero todo lo que hace es que mis dedos duelan cuando su cuerpo está aún más cerca al mío ahora, sus labios más duro que antes, empujando hacia abajo con tanta fuerza que me ni siquiera puedo respirar. Él tiene mi nariz bloqueada también.
¡No, papi!, grito dentro de mi cabeza, todavía usando toda la fuerza que tengo para tratar de alejarlo. Puedo sentir su lengua ahora. Está empujando en mis labios, tratando de separarlos y aunque no quiero que suceda, va a salirse con la suya pues ya puedo sentirlos separándose.
―Eso es ángel, sabes lo que le gusta a papá.
—¡Sam!
-¡Tierra a Sam!
Mierda. Está pasando de nuevo.
Sacudiendo la memoria, salto hacia atrás una vez que veo lo cerca que está Charlotte.
―Oye, ¿estás bien?
―No contigo inclinándote sobre mí de esa manera. ¡Qué demonios!
―Te llamé, incluso hablé contigo un poco. ¿Siquiera oíste algo de lo que dije?
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TAKE ME WITH YOU
RomanceTodo lo que hizo fue poner mi mundo al revés, y me entero de que incluso en el peor ser humano, hay una historia que contar y, a veces, el inicio de esa historia puede ser engañosa.