Capítulo 36

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MON

La clase de la señorita Taylor, la amo, pero ahora mismo es el último lugar en el que quiero estar.

Desde que Freen entró a clase, Becky acompañándola hasta la puerta como de costumbre, se sentó y me dijo que vio a Sam y a su madre atravesando la puerta frontal justo antes de que ella lo hiciera, he querido pedir salir de clase así puedo bajar allí.

Afortunadamente, mi urgencia por salir de clase no es notable para nadie más, especialmente para Freen porque si lo fuera, estoy segura que estaría advirtiéndome de la misma forma que Becky y Kath trataron el otro día. No estoy de humor para ir por otra ronda.

Su presencia aquí ahora me recuerda sobre lo que no le dije cuando la tenía sola anoche. Ni siquiera lo traje a colación cuando ella me texteó antes de acostarse. No sé por qué lo dejé deslizar de mi mente cuando mi memoria es mejor que la de la mayoría de las personas, pero lo hice y ahora que ella está aquí me siento como que necesito advertirle.

Las personas nos han visto juntos. Seguro, es sólo su exnovia y la nueva adición a mi grupo social, pero aun es alguien diferente a nosotros. Nunca hemos hablado sobre si está o no avergonzada de estar a mi alrededor así que no tengo idea de cómo se vaya a sentir cuando se entere de que la gente sabe.

Sólo sé que no puedo ocultárselo. Incluso si me mantiene en secreto podría desgarrarme bastante.

Es sólo después de que he pasado los últimos veinte minutos, inquieto en mi silla que finalmente me rindo ante la lucha. Me deslizo fuera de mi asiento y camino hasta la parte delantera de la habitación, hago la única cosa que he estado muriendo por hacer desde que Freen me dijo que Sam estaba aquí. Sugiero una excusa que me saca de clase.

Una vez que he conseguido la autorización, me deslizo rápidamente fuera de la clase y prácticamente corro por las escalaras. No sé cuánto tiempo se supone que va a durar la reunión, pero estoy esperando que ella esté aun allí y no haya perdido mi oportunidad.

No es sólo para encontrarla y decirle lo que Becky y Kath me dijeron ayer. Necesito verla porque debo saber si todo lo que le dije a Daniels funcionó y ella va a ser capaz de volver a la escuela.

Necesito la confirmación de que mis palabras actualmente lograron pasar a través de alguien y que yo podría ser capaz de cambiar las cosas.

Deteniéndome completamente en el momento que alcanzo la oficina, me deslizo hacia abajo sobre los bancos contra la pared, preparado para esperar hasta que la puerta se abra y alguien la atreviese.

Después de esperar lo que se siente como por siempre, comienzo a pensar que ya la he perdido y pienso en lo que Sr. T va a decir cuando finamente regrese a clase, mi excusa completa del baño esfumándose, la puerta se abre y veo la sombra de dos personas saliendo.

―¿Mon?

Si es posible, en el minuto que escucho mi nombre, pienso que mi corazón late directamente a través de mi pecho y se detiene en el exacto momento al mismo tiempo.

No la perdí.

―S-sí. Hola.

―Ho-hola ―repite ella, agregando su propio tartamudeo para el efecto. Podría haberme molestado antes, pero con la forma en que la atrapo sonriendo en el momento que consigo el valor para levantar la vista hacia ella, molestia es la última cosa que siento―. Mamá, ve a buscar el auto. Me encontraré contigo en el frente en un minuto.

La otra persona con ella, la mujer que ahora sé es su mamá. La mujer que no sabe nada sobre los horrores con los que su hija ha estado viviendo, toma la salida fácil para lo que es y sale, va alrededor de la esquina tan rápido que apenas tengo registro de que ella estuvo siquiera allí.

―¿Qué estás haciendo aquí afuera? ―me pregunta en el segundo en que estamos solos.

―Freen me dijo que te vio venir. Quería estar aquí para ti.

Sus mejillas, se tiñen de una sombra rosa y antes de saberlo, estoy uniéndome a ella. No podía entender qué lo iniciaba antes, pero estoy bastante segura que lo hago ahora. Ella está reaccionando a mí queriendo estar aquí.

―Me alegra que estés aquí.

―A mí también. Así que, uh, ¿Cómo te fue?

―No estoy segura. Hannah y sus padres están todavía allí. Supongo que van a hablar sobre ello y me enteraré luego.

―¿Crees que ellos te crean?

―Sí. Quiero decir que no estoy segura y todavía pienso que si fuera ellos, no creería nada de lo que tengo para decir considerando que quemé a su hija, pero me agradecieron, así que supongo que lo hacen un poco por lo menos.

―¡Eso es genial!

Sale mucho más fuerte de lo que quiero, pero cuando ríe, la necesidad de patearme a mí mismo disminuye.

―Debería probablemente irme, pero después de la escuela, ¿quieres hacer algo?

―¿Cómo qué?

―¿Una película?

No voy a admitirlo en voz alta, pero ella queriendo ir al cine conmigo, sabiendo que van a estar otras personas allí, probablemente personas con que vamos a la escuela, me derriba. No tengo idea de qué pensar, mucho menos qué decir en respuesta a esto.

―Mon. ¿Me oíste?

―Sí...

―¿Entonces quieres ir al cine conmigo?

―¿Estás segura que quieres ser vista conmigo?

Moviéndose rápidamente hasta que ella está sentada a mi lado en el banco, su aroma a chicle elevándose y subiendo directo a mi nariz, extiende su mano hasta que está sobre la mía.

―¿Es eso realmente lo que piensas? ―dice, su voz apenas una octava por encima de un susurro―. ¿Qué no quiero ser vista contigo?

―Bueno, sí. Quiero decir nadie quiere ser visto conmigo.

―Tu eres la única persona con el que quiero ser vista, Mon.

―¿Por qué?

―Fácil. Eres la única que me ve realmente.

TAKE ME WITH YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora