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     No soportaba ver a Lauren al teléfono riéndose y escribiendo a cada rato, yo no podía hacer nada porque Shawn ni siquiera me llamaba, además sería una pésima actriz, eso de dar celos no era mi estilo ni manera de hacer las cosas. Ya había pasado otro mes viviendo con ella, nuestra relación de convivencia era normal tal como el primer día.

   Llegó el sábado y eso significaba estar todo el día en casa con Lauren, perfecto. Me fui al jardín, me encontraba arreglando unas plantas.

—¿Camila? —Escuché su voz pero fingí que no y seguí en lo mío. 

   Se paró detrás de mi, y me rodeó con sus brazos, me habló cerca de mi oído, enseguida sentí escalofríos por mi cuerpo, solo quería voltear mi cara y darle un beso.

—¿Que haces? —Me preguntó con esa voz rasposa, esto no era justo. 

—¿No es obvio? —Me dio un beso en la mejilla, me gustaba lo cariñosa que estaba siendo, se sentó en una silla que estaba cerca, se colocó sus lentes de sol, de un estilo redondo con vidrios azules.

—Entonces te veré hacer lo que sea que estas haciendo —Me coloqué las manos en la cintura mirándola, estaba entretenida en su teléfono, le tiré una buena parte de tierra lo cual hizo que se levantara y me pagara con la misma moneda, empezamos a jugar con tierra, ¡Con tierra! Como dos niñas, estábamos completamente sucias, y de un giro Lauren me colocó muy cerca, y supe que este era el momento de darle un beso, mi día de suerte era este, cuando me fui acercando escuche una voz.

—¿Camila? —Cuando volteé nos separamos rápidamente.

—¿Shawn? ¿Que haces aquí? —Dejó su maleta en el piso y se acercó a mi plantándome un beso en los labios, el cual hizo sentir incomoda a Lauren, lo pude notar.

—Pues hola a ti también mi amor —Se giró a mirar a Lauren —¿Y ella es? —Lauren se presentó ella misma.

—Mucho gusto, Lauren Jauregui —Estrechó su mano y Shawn volvió abrazarme.

—¿Y tu eres la persona que le hace compañía a mi bella prometida? —Lauren asintió y él volvió a besarme la mejilla, podía ver que a Lauren le estaba matando esto, sabía que Shawn no era de su agrado, pero vaya, él me agarró por sorpresa, yo no lo esperaba, ni quería que viniera y menos en este momento. —Me alejé de él un poco.

—Shawn no me contestaste, ¿qué haces aquí? —Agarró su maleta.

—¿Que te parece si entramos? Te bañas, miras como estas, y te cuento de mi viaje. 

—Pero aún estoy ocupada con esto si quieres entras y después te alcanzo. —Me sujetó fuerte del brazo, note como Lauren abrió sus ojos.

—¡Te dije que vamos entrar! —Lauren intervino al verme casi llorando.

—¿Qué te parece si dejamos la violencia? Ella te dijo que ahorita va, deja que terminemos aquí —Lauren quitó la mano de Shawn de mi brazo. —Éste suspiro.

—Bien tu ganas, estoy muy cansado para pelear. —Se dirigió ahora a Lauren. —Y tu trata de no meterte en problemas de pareja que no son de tu incumbencia —Entró a la casa y enseguida Lauren se acercó a mi.

—¿Estás bien? —Limpió unas lagrimas que sin querer salieron.

—Si, estoy bien —Le dije entre sollozos.

—No llores por favor, recuerda que él no lo vale. 

   Terminamos de arreglar y limpiar todo, con un silencio incomodo, cuando me propuse a entrar, temblé. Lauren me sujetó suavemente por mi brazo.

—¿Que pasa? —Suspiró —Si te hace daño solo grita que yo tumbaré esa puerta, para que le demos la golpiza de su vida. —Me acerqué y le di un beso en su mejilla.

—Lo haré, gracias por estar aquí. —Entré, dejando a Lauren afuera.

[...]

—¿Entonces estás de vacaciones? —Acostado en mi cama, respondió.

—Si algo así, vine unos días nada más, después tengo que irme de nuevo. —Terminé de cerrar la puerta. —¿Por qué no estás en la habitación principal? Si no es por todas las tonterías de ballet, no adivino cual es la tuya.

—Eso no importa, siempre tu con las palabras correctas. —Se acercó rápidamente y me empezó a dar besos por el cuello, ya que estaba sentada en la esquina de la cama.

—¿Que tal si aprovechamos y nos damos un poco de cariño? —Me estaba sintiendo incomoda no quería que él me tocara más, la única persona que quería que lo hiciera le acabo de romper el corazón, porque sé que Lauren tiene tantas ganas de besarme como yo a ella, no importa si ella le gustaba otra chica, se que yo podía enamorarla y que se olvidara de esa idiota.

—Shawn, no por favor —Me volteó rústicamente.

—Tenemos casi tres meses sin hacer nada y me vienes a decir que no. —Encogí mis hombros —Por cierto, ¿donde está el anillo? —Es verdad, me quité esa mentira hace mucho, pero tenía que arreglar la situación.

—Me lo quité, no ves que estaba en el jardín con Lauren arreglándolo. —Se paró en frente de mi molesto.

—¿Si? Eso no me pareció que estuvieran haciendo, no me da buena espina —Alcé mis cejas incrédula.

—¿Y esa conclusión la sacas de? —Se empezó a mover de un lado a otro.

—No ves como te tenia agarrada de la cintura. —Rodé mis ojos.

—Por Dios solo jugábamos, no es para tanto, es mi amiga y me cae súper bien y no es por nada pero me encanta vivir con ella. —Yo misma me sorprendí de mis palabras, primero que dije que Lauren era mi amiga y segundo que me encanta vivir con ella, las dos cosas eran verdad, pero yo quería que la primera se convirtiera en algo más.

—¡Me vale! No me gusta, me di cuenta y te mira de una forma, que una amiga no mira a otra así —Ok, Shawn se dio cuenta de eso y yo no.

—Me vale a mi también lo que pienses, por lo menos ella me hace compañía mientras tu disfrutas.

—No me estarás diciendo con esto que, la compañía que te da ella es igual a la que yo te quería dar y me rechazaste, ¿es eso Camila? —Mi corazón se paralizó, pero no tenia nada que temer por que nada ha pasado... Aún.

*****

Mi hogar es Contigo | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora