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    No sabía cómo reaccionar ante la situación que me encontraba, solamente quería salir corriendo, pero al ver a Lauren lastimada me preocupaba saber que le había pasado, después de unos minutos reaccioné, no podía perder la ética, estaba en mi trabajo y por más que Lauren me había descubierto, no quería quedarme desempleada, me acerqué leyendo la ficha médica que dejó el paramédico, me informé, le dije que tuviera cuidado en esas construcciones, pensé. Me giré para verla, la cual ahora me miraba expectante, mantendría la calma, por más que quisiera gritarle por no ser precavida, y sostenerla para cuidarla.

—Bien, cuando venga el doctor Jauregui te tomarán unas muestras de sangre y te harán unas cuantas placas para.. —Me interrumpió algo alterada.

—¡Se puede saber que estás haciendo aquí! —Me gritaba pero lo hacía de una manera moderada.

—Estoy trabajando —Me iba a retirar del lugar pero sostuvo mi brazo y me giró hacía ella nuevamente —No puedes hacer algún mal movimiento, no sabes si tienes algo lesionado y lo puedas empeorar.

—No importa, ¿cómo es que estás aquí? ¿Y trabajando? Significa que lo de tu nuevo trabajo en el estudio es una mentira. —Suspiré derrotada.

—No hablaré contigo aquí, ¿bien? Para adelantarte algo y me dejes ir, si te mentí, pero fue por el bien de las dos. —Con eso me solté de su agarre y salí, en eso venía Chris, me vio y me detuvo.

—¿Que pasa? ¿Por qué estás llorando? —Agaché mi cabeza y negué secando mis lágrimas.

—Es Lauren —Señalé el lugar y él se sorprendió. —Cuida de ella, y avísame cualquier cosa —Asintió y se dirigió a hacer su trabajo.

[...]

  Chris me informó que solo se había falseado el hombro derecho, y unas heridas que por suerte no fueron más que superficiales, pero si tenía que guardar reposo.

  Eran las diez de la noche cuando llegué a casa, entré despacio, Chris se había quedado en el hospital, me dijo que no quería estar cuando Lauren discutiera conmigo.

   Todo estaba apagado, me metí a la habitación, Lauren estaba durmiendo, a lo mejor no quería pelear ahorita, pero sé que lo haría en la mañana, agarré algunas cosas y me fui al cuarto de huéspedes, tomé una ducha, y me vestí, me acomodé a un lado de la cama, después de unos veinte minutos, sentí que prendieron la luz de la habitación, sabía que era Lauren, pero decidí hacerme la dormida, la apagó y se acostó a mi lado abrazándome, mi cuerpo iba a explotar, esto significaba que estaba molesta, ¿si o no?

—Sé que no estás dormida, esto lo vamos a resolver juntas —Me susurró al oído, se me dibujó una sonrisa y me aferré a su cuerpo.

[...]

  Sonó mi despertador, y al tratar de levantarme, Lauren me sujetó.

—No, hoy no vas. —Quité lentamente su brazo.

—¿Cómo que no? Tengo que irme. —Ella se paró detenidamente y se sentó en la cama.

—Ya mi hermano arregló todo, hoy no vas a ir. —Suspiré. —Suspira todo lo que quieras, te quedarás conmigo hoy.

Desayunamos, ella me explicaba bien como se había lastimado, pero me sacaba de mis cabales que ella quería ignorar todo lo que pasaba, osea, le mentí, es algo que Lauren no soporta, como es que no gritaba ni nada, la ayudé acomodarse en el mueble y la dejé viendo una película, me distraje en mi portátil, pero la miraba de reojo y se reía con lo que pasaban en la televisión, me harté de esta incógnita.

—¿No me vas a discutir? —Respiró hondo.

—Aquí vamos —Tomó el control del televisor y lo apagó.

—Lo siento Lauren, se me hace extraño que no me hayas peleado porque te mentí. —Se acomodó un poco, reflejando dolor en su cara por sus lesiones.

—Ok, ¿por qué me mentiste? —Su pregunta me dejó fría.

—Bue.. Bueno porque no quiero fallarte. —Negó suavemente.

—¿Fallarme? ¿En qué? —Arreglé mi cabello algo estresada.

—En que termines siendo la novia de una perdedora fracasada sin trabajo.

—Pero Camz.. —La interrumpí agitándome un poco.

—No Lauren, no trates de decirme que yo así te quiero, que todos tenemos momentos difíciles que se superan, eso lo sé pero, mi momento difícil se estaba alargando y tenía que hacer algo. Tu eres la gran arquitecta Lauren Jauregui, y yo a tu lado siendo nada, no me parecía buena idea, así que hice que tu hermano te mintiera para por lo menos traer un jugo de naranja a la mesa. —Se levantó y caminó suavemente al estante de la sala y sacó algo, no pude ver que era, y caminó hacia mí.

—Camila, no quise pelear contigo por sabía que tenías tus razones por haber hecho lo que hiciste, pero sinceramente no veo el punto, pudiste hablar conmigo, pero quisiste hacerte la fuerte, cuando en realidad necesitabas un hombro donde llorar, o alguien que pudiera entenderte.. y, ¿sabes qué? tienes razón, no quiero ser la novia de una bailarina fracasada —Mis lágrimas empezaban a caer. —Quiero ser la esposa —Sacó un anillo detrás de su espalda —La miré aun llorando.

—Lauren... —Sonrió suavemente.

—Me arrodillara pero como ya ves no puedo —Reímos juntas.—¿Y? ¿Que dices? ¿Quieres ser mi esposa?

*****

Mi hogar es Contigo | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora