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   Nos separamos lentamente y nos quedamos mirando cara a cara, estábamos muy cerca, podía sentir su respiración en mi rostro, y yo no dejaba de ver sus labios, subí mi mirada y sus ojos estaban concentrados en mi.

 —¿Lauren? —Hablé muy despacio y bajo.

—¿Si? —Su voz se escuchó firme, no pude contener mi llanto y arruinar el momento, lloraba porque Lauren se estaba metiendo en mi corazón, me frustraba la manera en la que me la pasaba preguntándome el por qué, simplemente ella no me veía de esa manera y todo por el imbécil de Shawn, que ni siquiera estaba aquí pero igualmente me afectaba, enterré mi cara en su pecho y ella volvió abrazarme, acariciaba mi cabello.

—Lo siento Lauren. —Salí corriendo a mi habitación y la pude oír gritarme.

—¡Camila! —Pero no hice caso, me encerré con seguro, lloré hasta quedarme dormida.

[...]

   En la mañana no quería salir, sabía que ella estaba allí, anoche no soporté que me viera así, cuando me llené de valor y lo hice,  no estaba, me extrañé y sentí el impulso de llamarla, en vez de eso, aproveché en hacerme algo de comer. 

   Me encontraba en el comedor principal, sentí la puerta cerrarse, respiré todo lo que pude antes de verla, pero cuando entró al comedor llegó con una chica sujetada de su brazo, muy cariñosa y sonriendo, al darse cuenta de mi presencia se tornó seria.

—Camila no pensé que estabas aquí. —Hice una sonrisa muy fingida y la saludé.

—Bueno, es nuestra casa, ¿no? —No sé por qué dije eso, pero al mirarla con esta chica, me hirvió la sangre, se quedó en silencio unos segundos.

—Camila, ella es Danielle. —La chica sonrió y se acercó a mi extendiéndome su mano, por educación le respondí al saludo —Ella es una Ingeniera en electricidad, estará trabajando con Ally en la construcción. 

Entonces, ¿Qué demonios hace aquí?

   De manera muy seca y fría contesté.

—Hola... Bueno, en ese caso, yo solo soy una simple bailarina. —Lauren me miró extrañada por mi actitud, pero no me gustaba que esta chica estuviera aquí, me negaba admitir que estaba sintiendo celos, pero, ¿por qué sostenía a Lauren de su brazo en esa forma? 

—Danielle ya te doy una copia de los planos —La chica asintió, la pelinegra subió dejándonos a solas, yo seguí comiendo, no tenía ganas de sacarle conversación, ni de que ella me hablara a mi.  

   Una mujer alta y piel clara, cabello castaño con reflejos rubios, tenía un escote donde se le podía notar muchas pecas, en el momento que se acercó a mi, pude ver sus ojos color miel. Era la chica modelo para cualquier comercial, me sentía triste al pensar que a lo mejor este era el tipo de mujeres que le gustaban a Lauren, yo no me parecía en nada.  

   Volvió a reunirse con nosotras, le entregó lo que necesitaba, la acompañó a la puerta y regresó al comedor. 

—Linda amiga.—Le dije con tono sarcástico.

—Camila no me lo tomes a mal pero, ¿qué diablos te pasa? —La miré seria.

—¿Qué pasa de que? —Dejé lo que estaba haciendo.

—Como es eso de, soy una simple bailarina, te estabas menospreciando solo porque dije su profesión y empezaste actuar extraño e irrespetuosa. —Me levanté molesta y me dirigí hacia ella.

—¿Por qué traes a personas aquí sin consultarme o al menos decirme? —Rodó los ojos.

—No me cambies el tema, tu sabes que para mi, eres muy importante, me encanta verte hacer lo que te gusta, cada vez que te vas al estudio estoy feliz porque sé que estas en tu lugar favorito en tu lugar de confort, y respondiendo tu pregunta, traigo a personas aquí porque también es mi casa que eso no se te olvide. —Alcé mi tono de voz.

—¡Pues no puedes! —Ella también alzó la voz.

—¿Me lo estás prohibiendo? —Asentí molesta, ella volvió hablar. —¿Qué se supone que haré cuando el imbécil de tu novio llegue? —Me quedé en silencio, sin que responder ya que tenía razón —Bueno, como esta casa también es mía, no quiero que él la pise.

—Eso es imposible, ésta casa la compró él —Se dirigió al despacho y la seguí.

—Pero él no está aquí, y por lo tanto en este momento, esta casa te pertenece, yo no me he opuesto a eso, creí que ya nos habíamos entendido. —Se sentó en el escritorio abriendo su laptop. —Ahora por favor te pido que me dejes sola, necesito trabajar. 

—Espera, yo no he terminado de hablar. —Suspiró con gran pesadez y respondió.

—Vas a tener que aguantar a todos mis amigos que yo quiera traer aquí, si quiero traer a una chica para acostarme con ella en esta casa lo haré —La miré con rabia, sintiendo como mi corazón se me arrugaba poco a poco con ese comentario, se había excedido, eso significa que Danielle y Lauren, ¿eran algo más?

—No permitiré eso —Me acerqué quedando frente a ella, eso me daba a entender que por su parte, solo soy una amiga.

—Es que no entiendo cual es el maldito problema, tómalo así, cuando me confirmes de que Shawn no va a venir más, yo respetaré tus estúpidas condiciones. —Volvió su mirada al computador.

   Cuando estas palabras salieron de mi boca supe que arruiné todo, y en el momento que las dije me arrepentí como nunca en mi vida, fue la rabia del momento, de esta tonta pelea, que busqué cualquier excusa para empezarla. 

—¡Pero es que tu y yo no viviremos por siempre juntas! —Asintió sin mirarme, note como apretó su mandíbula.

—Es bueno que dejes eso en claro Camila.

*****

Mi hogar es Contigo | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora