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   Mi vida no se podría ver más arruinada, tendría que casarme con el imbécil de Shawn y perdí a la verdadera persona que en tan poco tiempo, me hizo creer que el amor de verdad si existe, pero yo arruiné esa ilusión que teníamos las dos juntas, maldita sea, volví a extrañar a Lauren mas de lo que creí, con el tiempo que no la he visto mi corazón se ha quebrado al no saber dónde está, tenía un mes sin saber de ella y teniendo el peor tiempo con Shawn, aunque esto lo veía venir, lo bueno fue que Lauren acertó, me dieron el papel principal y eso me tenía en parte feliz.

  Lunes, Shawn se fue temprano al trabajo, por alguna estúpida razón no se devolvió a París, me quedé tomándome mi café matutino pensando en la persona que le dijo a Shawn sobre Lauren y yo, he hizo que mi vida se estrellara en un dos por tres, solo tenía a alguien en mi lista, pero de verdad no podía creerlo.

Tocaron la puerta y enseguida fui.

—¡Voy! —Grité acercándome, la abrí.

   Era una chica delgada, alta y muy elegante, miré las carpetas que sostenía y me fijé que era de la inmobiliaria, le sonreí, aunque algo confundida, ¿a que se debía su visita?

—¡Hola! —Me sonrió.

—¡Hey! Camila Cabello, ¿verdad? —Asentí y la invité a pasar.

—Por favor pasa, ¿quieres algo de tomar? —Negó sonriente.

—Ya veo que olvidaste mi nombre —Reímos y me sentí apenada. —Soy Lorraine. —Me extendió su mano y la estreché.

—En realidad no olvidé tu nombre, fue mi nov...Shawn quien hizo la compra —Expliqué —Pero eso no importa, encantada de conocerte. ¿A qué se debe tu visita? —Sacó de las carpetas unos papeles.

—Bien, como verás ya está por pasar el año y hablé con la señorita Jauregui —Me dieron escalofríos al escuchar su apellido. —Me dijo que habían llegado a un acuerdo de que usted se quedaría con la casa con su esposo. —Mi corazón dio un pequeño vuelco, se supone que este era nuestro hogar, ¿cómo es que se da por vencida? Ella me dijo que no lo iba hacer, no sin antes luchar por mi, ¿esta es su manera de luchar? Yo aceptaba que esto era mi culpa, pero vamos Lauren, ¿así como así?

—¿Esto hay que arreglarlo ahora mismo? —Dije tomando los papeles.

—Bueno no, pero si lo quieres hacer, sería perfecto. —Fruncí los labios.

—No quiero retrasar tu trabajo, pero quisiera hablar con ella primero, ¿sabes donde la puedo localizar? Lo que pasa es que perdí mi teléfono hace algunos días —Que excusa más barata.

—No, no hay problema, y sobre localizar a la señorita Jauregui, se aloja en un apartamento en el centro, la calle 23, el edificio que está allí. —Le sonreí, al fin sabía donde estaba.

   Me despedí de ella y enseguida salí a esa dirección, arriesgándome de que no estuviera allí pero nada perdía con intentarlo. Llegué y el edificio se veía muy lujoso, ¿de donde Lauren sacó para quedarse aquí? O ¿se estaba quedando con aquella mujer de hace meses que llevó a casa? Entré a la recepción y le pregunté a la chica que estaba en el área de seguridad.

—¡Hola! —Me miró —Busco a la arquitecta Lauren Jauregui.

—¿Quien la busca? —Agarrando un teléfono para marcar, imagino que al apartamento de Lauren, sabía que si decía mi nombre era muy probable que me ignorara.

—Ally —Dije nerviosa, me estaba arriesgando a que ella viniera de estar con Ally, o que estuviera allí con ella —Llamó y empezó hablar, me entretuve con la estructura del edificio, para vivir aquí tenía que haberse ganado la lotería, mi observación fue interrumpida.

—Ya puedes subir, apartamento número dieciocho, tercer piso. —Vaya, logré pasar la primera prueba, me dirigí al ascensor, me dejó en el piso correspondiente, respiré antes de tocar. Cuando salió la vi con una sonrisa, la cual se desvaneció sorprendiéndose.

—¿Camila? —Tragué pesado.

—Hola —Nos quedamos viendo sin decir nada, por dios estaba hermosa, o ¿sería el tiempo que la tenía sin ver? Volvió a hablar.

—¿Qué haces aquí? —No supe qué responder, pero se me ocurrió preguntarle por lo que vine.

—Lorraine vino a verme esta mañana, ella fue la que me dio tu dirección, espero no te molestes —No dejaba de mirarme, y me estaba poniendo nerviosa.

—No, para nada, ¿qué pasa con eso? —Miré el pasillo.

—¿Vamos a tener una conversación así? —Volvió en sí.

—¡Por Dios! Que tonta, pasa pasa —Abrió más la puerta y pude entrar y ver lo lujoso que era todo.

—¿Te ganaste la lotería verdad? ¿Cómo es que vives aquí? —Fue a la cocina, sin hacer caso a mis preguntas.

—¿Quieres algo de tomar? —Sé que fue muy grosero de mi parte preguntar así, pero tenía mucha curiosidad.

—Agua estaría bien, disculpa que te ataque de preguntas, pero esto es la gran vida. —Arregló su cabello.

—Aquí vivo. —Me dio el agua.

—Si, ¿pero cómo? —Suspiró.

—Bueno, se trata de que soy Lauren Jauregui, la gran arquitecta millonaria. —Mis ojos se abrieron sorprendidos, lanzando una carcajada al aire.

—No ya en serio, ya dime la verdad —Su rostro se mantenía serio y allí supe que no mentía —¿Como? ¿Es en serio? —Asintió, tirándose en el costoso sofá. —Pero, ¿por qué? Teniendo todos estos lujos decidiste vivir en aquel barrio, claro no es de mala muerte, ¡pero comparado a esto!

—Porque me enamoré —Hubo silencio y me senté con ella —Compré aquella casa porque quería salir de los suburbios de la ciudad.

—Ok, pero, ¿por qué me mentiste con tu verdadera vida?

—Porque no sabías quién yo era, y esa fue mi mayor curiosidad para conocerte, ahora que sabes todo esto y te vas a casar. —Me acerqué a ella y agarré su cara e hice que mirara.

—No cambia nada, te sigo viendo igual, a la misma persona que se quiere alejar de mí y ya firmó unos papeles para dejarme nuestra casa, a mi. —Quitó mis manos y se levantó.

—Por la misma razón de querer dejarte ir, me está matando, pero las cosas se superan con el tiempo, empiezo a pensar que tu no eres una de esas, así que tengo que convertirte en una y olvidarte, lo siento Camila, tiene que ser así —Abrió la puerta mostrándome la salida.

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Mi hogar es Contigo | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora