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Pasamos unos días que mis padres, mi hermano seguía con su misma actitud o su simple pataleta, Sofí era la que más estaba entusiasmada y me agradaba mucho de su parte, nos marchamos a casa de nuevo, hablamos muchas cosas, entre esas estaba el tema principal, Shawn, la verdad no quería recordar que tenía que pasar por ese rato amargo

[...]

—¿Vas al estudio el lunes? —Me decía mientras preparaba la comida.

—Si, tengo que lograr conseguir ese papel, de verdad lo quiero, eso hará que mi carrera suba de un dos por tres —Le dije entrando a la cocina, sentándome en unos de los taburetes que se encontraban allí.

—¡Oh! —No entendí su expresión.

—¿Cómo que, Oh?

—Pensé que ya te lo habían dado, ya que eres la mejor de todas allí.

—Me sonrojé a un cumplido tan simple, pero por dios, ¿podía ser más tierna? Me acerqué a ella haciéndola que se volteara y me mirara.

—No puedes ser real —Sonrió y me besó, ese beso fue subiendo de niveles cada segundo, colocó sus manos en mi blusa y las fue bajando hasta llegar a mi piel, pude sentir una ola de calor en mi cuerpo, dejé que avanzara hasta mi cuello, y pude oler el suyo sutilmente, el cual tenía un olor que se te marcaba en la piel, se separó para mirarme y sonreír, asentí dándole todo el consentimiento, al momento de quitar mi blusa, el timbre sonó, escuché un pequeño gruñido de Lauren, me hizo reír, le di un beso rápido, y fui a ver quién era la persona inoportuna.

¡Tenía que ser una broma!

—¿Shawn? —Al decir eso, lo que siguió fue una bofetada de su parte en mi mejilla, que me hizo caer al piso, enseguida Lauren salió.

—¿¡Pero que carajos haces!? —Dándole un empujón, y volviendo hacia a mí para ayudarme a levantar.

—¿¡Qué pasa!? No sean unas malditas descaradas, que se han estado burlando de mi —Con lágrimas en mi cara.

—¿De qué estás hablando? —Quiso golpearme otra vez, pero Lauren no lo dejó, me aferré a ella.

—¿No sabes de qué estoy hablando? Como se ve que la gente hoy en día es cínica —Lauren levantó su voz.

—¿Cínica? ¡Mira quién habla! —Él le alzó la mano al responderle.

—¡Tu no hables! Cómo es que me llega la noticia de que mi prometida me dejara, ya que se ha enamorado locamente de la persona con quien comparte esta casa y que esa persona es una mujer. —Lauren volvió a hablar.

—Lamento que te enteres de esta manera —Con un toque de antipatía en sus palabras.

—¿Es cierto entonces? ¿Camila? —Asentí.

—Si es cierto, es mejor que te vayas y nos dejes en paz —Dije en un suspiro largo que tomé y dejé soltar con mis palabras.

—No querida, tú vas hacer mi esposa, no me vas dejar mal con mis amigos, solo por un capricho, o lo que sea que te haya metido esta lesbiana en la cabeza. —Lauren frunció su entrecejo.

—Te está diciendo que te vayas, o ¿no entiendes? —Yo aún estaba en los brazos de Lauren.

—No puedes obligarme a casarme contigo, ¡no quiero hacerlo y no lo voy hacer! —Rio cínicamente.

—¡Vas hacerlo! Yo no soy el hazme reír de nadie, además no querrás arruinar tu carrera —Me desconcertó con su comentario.

—¿Me estás amenazando? —Asintió malévolamente.

—Tú decides amorcito o te casas conmigo, o simplemente me doy una vuelta por el estudio, y hablo con algunas personas, acerca de tu audición. —Me separé de Lauren, ¿cómo este imbécil sabía eso?

—¡No lo harías! —Volvió a hacer su risa maliciosa.

—Pues sí lo haré, te estoy diciendo que no soy el hazme reír de nadie —Lauren intervino nuevamente.

—Por dios Camila no puedes dejarte manipular por este imbécil, estamos en el siglo veintiuno, ser lesbiana o tener una novia como lo quieras ver, no es un tabú. —La mire con los ojos cristalizados.

—No entiendes Lauren, esto es muy importante y si ellos saben que en mi vida estoy pasando por esto, no me querrán, dirán que estoy pasando por mil problemas y no me concentraré en los ensayos. —Negó.

—¿Vas a tirar esto por una simple amenaza? Esto se puede resolver, lo sabes —Bajé mi cabeza.

—Se trata de mi carrera y tú misma me dijiste que querías verme bailar —Se alteró.

—Yo sí, pero este imbécil no, tu carrera no va a prosperar con él, será tu atadura, te maltratará como lo acaba de hacer, no sabes lo que estás haciendo. —Shawn intervino.

—Ya la oíste, y yo sí te dejaré bailar. —Me agarró por la cintura. —Lo siento, ¡pero fue la ira de que me hicieras esto! —Me solté de su agarre.

—¡Lo siento Lauren! —Ví como una lágrima corrió por su rostro.

—¡Entonces lo que iba a pasar hace algunos minutos era mentira, iba a ser todo falso —¡Solo pensaba en la persona que le dijo todo esto a Shawn, lo odiaba con toda mi alma! —Sabes que no es así —Me acerqué, pero me alejó.

—No Camila si es así y por favor no me llames cuando este idiota te haga la vida miserable, solo te diré, ¡te lo dije! —Subió y como pudo hizo sus maletas lo más rápido que pudo y salió. —Trata de ser feliz Camila y muérete que es por tu bien.

—Ya quisieras, pero así es como se juega sucio por lo que uno quiere. —Terminó de salir y mis ojos no dejaban de soltar lágrimas sufriendo en silencio.

—Espero que lo hagas genial en tu presentación, sé que te darán el papel —Sin más, guardó sus maletas y se metió en el coche saliendo con un rumbo desconocido para mí.

*****

Mi hogar es Contigo | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora