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    Todo fue de maravilla esa noche, obviamente llegamos tarde, pero fue genial, Camz se lució. Al salir del teatro, le pude presentar a mi hermano, ya que tenía gran curiosidad, le preguntó el porqué no le había dicho la verdad sobre que él era mi hermano, si ya sabía quien era ella, pero decidimos dejarlo como un chiste, Chris se disculpó.

   Al salir, se congeló, me imagino que pensó que tenía que volver a casa, la agarré con firmeza de la mano e hice que me mirara.

—Tranquila, te quedarás conmigo —Respiró y me siguió hasta el auto.

   Llegamos a mi apartamento, hizo la misma expresión de la primera vez.

—No puedo creer que vivas aquí —Sonreí.

—Pues acostúmbrate, porque aquí viviremos ahora —Me quedó mirando y se acercó a mi, sujetó mis manos y me miró.

—Gracias, sé que no merezco esto, ni tu perdón por lo que te hice, me dejé llevar por tantas inseguridades, te prometo que..—La interrumpí.

—No seas tonta, y no prometas nada, siempre estaré aquí, así que sin más palabras y comencemos de nuevo, ¿te parece? —Asintió alegre, la miré y sonreí.

—Te amo. —No estaba lista para eso tampoco, así que sonreí nuevamente y le dí un beso en los labios, el cual disfruté como nunca.

  Cenamos en compañía de Chris, él se fue a su cuarto y Camila se acostó en el sofá.

—¿Qué haces? —Se sentó.

—¿Dormir? —Me senté con ella.

—Si no quieres apresurar las cosas, por mi esta bien, me refiero a dormir conmigo —Ella me interrumpió.

—No, no es eso Lauren, solo que no quiero ser abusadora, ¡Por Dios! Es tu casa, no puedo ser así, además no me sentiría bien. —Fruncí mis labios.

—Mmm... Interesante —Me abalancé sobre ella para hacerle cosquillas, mientras reía le dije —¿Eres tonta? Vamos a dormir.

    Cuando nos levantamos del sofá, ella se quejó y volvió a caer, por un dolor que sintió en una de sus rodillas, nos volvimos a sentar.

—¿Estás bien? —Asintió, pero aún masajeando su pierna derecha con molestia. —¿Segura? Si quieres levanto a Chris para que te chequee.

—¡No, está bien! No creo que sea nada, a lo mejor fue por todo lo de hoy —Dudé, en serio me preocupé.

—Bien, pero si en la mañana sigues así, le diremos Chris —Asintió como una niña de cinco años y alzó sus brazos para que la cargara, lo hice. Dormimos juntas, en la noche escuché sus gruñidos por el dolor que sentía, hubo un momento en donde consiguió el sueño y yo hice lo mismo.

  En la mañana, le pregunté qué tal había amanecido.

—Bien, te dije que era por el cansancio de ayer —Me dio un beso rápido, al levantarse, cayó y dio un pequeño grito.

—¡¡¡Camz!!! —Me levanté exaltada, vi lágrimas en sus ojos, sujetándose la pierna, grité llamando a Chris, entró al cuarto agitado y nos vio —Algo no anda bien.

—¡Vamos al hospital! —Enseguida cargó a Camila en sus brazos, me alisté lo más rápido que pude y los seguí.

[...]

   Al llegar al centro de salud, tuve que esperar mientras la revisaban, esperaba que todo estuviera bien, después de unas horas que parecieron eternas, Chris salió con un semblante de preocupación.

—¿Qué pasa? —Miró hacia abajo y respiró, para volver a mirarme.

—Tenemos que operar. —Tuve un gesto de confusión.

—¿Por qué? —Nos sentamos en las sillas de la sala de espera.

—Me imagino cuando el tonto ciclista la atropelló, debió mover algo, pero en las radiografías de ese momento no se vio el daño —Estaba intrigada, pero mi hermano no hablaba de una buena vez.

—Chris, por favor sé claro.

—Un tendón en su pierna se inflamó demasiado, eso hace que le duela —Me confundí aún más.

—Eso es tendinitis, ¿no? ¿No se cura con un simple masaje y ya? —Él sonrió pero débilmente.

—Simplemente este caso es más complicado, le está tocando los nervios —Lo miré seria.

—¿Eso significa? —Mojó un poco sus labios y se paró del asiento, sabía que se preparaba para decirme lo peor.

—Puede que Camila... No pueda volver a bailar.

*****

Mi hogar es Contigo | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora