Bajo tus órdenes (Dahmo G!P)

24.

Dahyun se había esforzado de sobremanera en provocar a Momo los siguientes días, dormía desnuda, le insistía en bañarse juntas y rozaba "accidentalmente" sus genitales, todo con tal de molestarla, disfrutando las reacciones que ganaba por parte de la japonesa, quien simplemente suspiraba frustrada e intentaba distraerse con cualquier cosa.

La había provocado tanto que incluso Momo tuvo que pedirle a Sana que salieran a pasear todas sin ellas, dejándoles la cabaña solo para ellas, al menos unas horas.

Aprovechó que Dahyun había estado pintando con Chaeyoung y Mina para plantearle la propuesta a Sana, quien de inmediato aceptó, Momo fue a llamar a Dahyun mientras Sana hablaba con las demás que se unieron sin protestar, Sana les había pedido ir al pueblo cercano para comprar más comida y se dividieron en dos autos para eso, dejando a Dahyun y Momo totalmente solas.

Apenas Dahyun escuchó los motores de los autos se asomó a la ventana confundida.

-¿A dónde van?- pregunta dispuesta a sacar su celular para llamar a Tzuyu, pero Momo no se lo permite, parándose tras de ella y corriendo su cabello a un lado para besarle el cuello. -Momoring...-suspira girando su rostro para poder besar a la más alta, quien la recibe gustosa.

Momo guía a Dahyun hasta la cama, recostándola y subiéndose sobre ella sin interrumpir su beso, es lento, como si ambas hubieran olvidado lo que se sentía besarse de esa forma a pesar que solo habían pasado unos cuantos días.

La japonesa aprovecha para ir quitando poco a poco las prendas de la contraria quien la ayuda levantando sus brazos y piernas cuando fue necesario, se intimidó un poco al sentir como Momo se había apoyado alrededor de ella para observarla totalmente desnuda con una sonrisa en su rostro.

Pero es que no podía reaccionar de otra manera, para ella Dahyun era hermosa en todo el sentido de la palabra, el cuerpo de la chica era delgada y tan pálida que parecía porcelana, sus curvas eran delicadas al igual que su piel suave, con cualquier tacto dejaba rastro, su rostro era adorable y mas cuando estaba excitada, sus mejillas se sonrojaban a la par de sus orejas y sus ojos se ponían tan pequeños.

Pero Dahyun admiraba a Momo, la mujer tan segura y confiada con su cuerpo tan tonificado y fuerte que la sostenía con seguridad en cada movimiento, sin embargo lo que más la traía loca era su sonrisa, era tan claro saber su estado de ánimo solo con su sonrisa, decía tanto de ella porque la mayor parte del tiempo se la pasaba sonriendo traviesa.

-Quiero que me digas si voy muy fuerte, ¿de acuerdo?- pregunta Momo antes de comenzar a dejar besos por todo el cuerpo de la chica hasta llegar a su centro, paseando su lengua por los muslos, dejando besos en estos hasta llegar a su clítoris, paso su lengua de arriba a abajo hasta su entrada.

Dahyun agarro el cabello de Momo mientras subía sus caderas, pegando más a la japonesa a su intimidad, había esperado esto con ganas y no lo iba a desaprovechar, menos cuando Momo la comía y la follaba como nadie nunca lo había hecho, por lo que disfrutó cada lamida que le dio la mujer, aguantando dejar escapar los gemidos que le provocaba.

-Quiero escucharte, hermosa- murmura Momo reemplazando su lengua por sus dedos para mirar a la menor quien la boca apretada, por lo que con su otra mano aprovechó para amasar los pechos de esta hasta pellizcar suavemente su pezón, haciéndola soltar un claro gemido. -Así, muy bien- la felicita volviendo a acomodar su rostro entre sus piernas. -Puedes hacer todo el ruido que quieras, las demás se van a demorar

-Momo...- gime Dahyun sintiendo una presión en su abdomen bajo, sabiendo perfectamente que si Momo seguía comiéndola así no tardaría en llegar. -N-no pa-res- balbucea cerrando sus ojos aferrándose a las sábanas bajo ellas, su cuerpo comenzó a dar pequeños espasmos anunciando su esperado orgasmo, por lo que Momo permaneció en un ritmo rápido hasta que sintió como los fluidos de la chica le llenaban la boca empapándole la barbilla.