Dahyun estaba llorando ante las pregunta de Momo, alarmándola de inmediato.
-¿Dije algo malo?- pregunta la japonesa asustada. -No, no, por favor no llores, ignora la pregunta, podemos ir lento, no quiero que...
-Nunca m-me ha-abía sentido así- la interrumpe recostando su cabeza en el pecho de la contraria quien la abraza sin saber exactamente si eso era bueno o malo.
Dahyun culpaba a la terapia por hacer que se permitiera sentir todo, porque la Dahyun de antes no lloraría por una cita, incluso una cita sacada de un cuento de hadas, con todos los detalles pensados especialmente para ella, pero la Dahyun de ahora no podía hacer más que sentirse tan sorprendida y conmovida ante el gesto que sus ojos solo le permitían llenarse de lágrimas, y más cuando escuchó la confesión de Momo junto a su propuesta.
Nunca nadie se había esforzado tanto por ella, nunca nadie había querido conocerla más allá que su cuerpo y conexiones familiares, nunca nadie le había dicho que la quería de manera romántica porque ella misma se encargaba de alejarse antes de que eso fuera posible, pero con Momo no era así, no quería alejarse, quería seguir sintiendo la comodidad y calor que le brindaba la mayor.
-¿Te incomodo lo que te dije?- vuelve a preguntar Momo sin dejar de abrazarla. -Perdón, yo n-
-También te quiero, Momoring- la interrumpe el murmuro de Dahyun alejándose un poco para poder verla a los ojos. -No soy buena con este tipo de cosas, los sentimientos y relaciones- explica sintiendo como la mayor acaricia su rostro, quitando las lágrimas que seguían cayendo. -Pero sí quiero intentarlo, quiero ser tu novia
El alivio que recorrió el cuerpo de la nipona fue indescriptible, por un momento pensó que Dahyun se había asustado y la dejaría, pero escuchar que sus sentimientos eran recíprocos era lo que necesitaba para calmarse, por lo que sin dudarlo se acercó a besarla con delicadeza, pasando una mano por su cintura mientras la otra se mantenía en su mejilla.
-Me asustaste- suspira apenas se separan del beso. -Pensé que había hecho algo malo
-Todo lo contrario- la tranquiliza la abogada siendo ella quien ahora acariciaba el rostro de la nipona con tanta suavidad. -Son lágrimas felices, me hiciste muy feliz
-Menos mal- sonríe volviéndola a acercar más a su cuerpo. -Porque esas son las únicas lágrimas que te quiero provocar...además de las de placer
-¡Era un momento tierno!- se queja la menor ocultando su sonrisa, siendo tomada por sorpresa cuando Momo la volvió a besar con más deseo. -Mmmhm- suspiro cuando sintió el agarre en su cintura ser reforzado, por lo que se sentó sobre la empresaria para poder besarla mejor, descansando su peso en las caderas contrarias, sintiendo la intimidad de Momo endurecer bajo ella.
-¿Quieres ir a celebrar el inicio de nuestra relación, hermosa?- pregunta Momo mordiendo el labio inferior de la contraria cuando esta comienza a balancear sus caderas sobre ella.
-Vamos
Había algo que Momo descubrió con Dahyun.
Dentro de la independencia de la coreana, esta odiaba que la controlara o le diera órdenes sobre cualquier aspecto de su vida, que le impusieran superioridad sobre ella, sobretodo en el ámbito profesional, era una excelente abogada y lo demostraba incluso cuando no era lo que deseaba ser, era excelente pianista y cantante, eso lo había demostrado en la empresa con su propio talento, por eso ella sola se esforzó para ganarse su puesto ahí, sin importar que estaba ahí solo para "investigar", sus instructores y compañeros felicitaban su talento, también con sus amigas, había abarcado el rol de "mamá" del grupo, siendo ella la que asumía las decisiones del grupo cuando había alguna controversia o algo.
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Bajo tus órdenes (Dahmo G!P)
FanfictionDahyun es perfecta, siempre lo ha sido, se le ha exigido nada menos a eso toda su vida, por lo que no conoce más allá de sus esfuerzos. Pero ¿qué sucede cuándo sabe que no es feliz con su vida? ¿que todo lo que ha hecho ha sido para los demás y nada...