Para fortuna de Dahyun, a lo largo de su carrera había adquirido excelentes contactos, uno de esos siendo uno de los inversores del JW Marriot al haberlo ayudado tanto con sus divorcios como con las capitulaciones para sus incontables matrimonios nuevos.
Era un hombre intimidante, viejo y con gusto por las chicas jóvenes, pero se golpeó de frente cuando la joven abogada lo puso en su sitio advirtiéndole que no le pediría a sus jefas que le prohibieran la entrada a la firma si no paraba con sus coqueteos y así lo hizo, siendo ahora Dahyun su abogada de confianza cuando se trataba de sus temas matrimoniales gracias a que la chica lograba evitar que perdiera dinero en cada separación.
El hombre no dudo en ayudar a su abogada cuando esta lo llamó para saber si tenía algún salón de eventos pequeño para un cumpleaños importante, algo que habría sido imposible de encontrar para ese mismo día de no ser porque literalmente él podía conseguirlo fácilmente y más por su salvadora de bolsillo, por lo que le reservó uno de los salones del hotel junto con el servicio de comidas, solo con la advertencia que no podría garantizarle el servicio de decoración ya que ese día se celebraba una boda importante ahí y tenían a todos ocupados.
Sin embargo eso tampoco fue problema, pues Chaeyoung, Sana y Jeongyeon fueron por decoraciones sencillas y agradables mientras Nayeon coordinaba con el hotel la comida que les servirían siguiendo las instrucciones que le había dado la madre de Momo, Tzuyu se había ido con Jihyo para buscar un chef japonés que pudiera encargarse de la comida principal ya que el servicio de comidas que les habían dado era solo para platillos pequeños y Dahyun, Hana y Aki habían ido por un pastel que obviamente escogió el niño.
-Dahyun, quedó hermoso- halaga Hana apenas Tzuyu encendió las pequeñas luces colgantes que le daban un ambiente cálido al salón que estaba decorado con flores, globos y brillos por todo lado junto con un letrero que había pintado Chaeyoung de último momento escrito totalmente en japonés con buenos deseos de cada uno de los invitados para Momo.
Nayeon había acomodado los aperitivos salados en una mesa y los dulces en otra, mientras que las bebidas estaban en la barra listas para ser servidas, al igual que lo estaba el chef que habían conseguido, todos estaban listos y a la espera de los señores Hirai con su hija.
-No pude haberlo logrado sin ustedes- desestima la coreana alzando a Aki para que colgara un dibujo que había hecho de su tía y Hana niega sonriendo.
-Seguimos tus indicaciones- le recuerda la mujer viéndola con ternura por como trataba con gentileza y amabilidad a su hijo, su tesoro más preciado. -¿Me explicas cómo conseguiste reservar este lugar a última hora?
-Un cliente mío es inversor de aquí- explica como si nada bajando a Aki con delicadeza. -Supongo que haberlo ayudado tantas veces sirvió de algo
-Recuérdame llamarte cuando necesite hacer algún evento gigante en el Marriot- bromea Hana tomando la mano de su hijo quien quería irse a la mesa de comida dulce.
-Oh, sin duda- le sigue Dahyun con una sonrisa tomando un pequeño cupcake. -¿Puedo darle a Aki?- le pregunta en un susurro para que el niño no escuche.
-Lo estás consintiendo mucho- le reclama Hana negando resignada. -Eres igual que Momo
-Pero míralo- lo señala la coreana y es que el niño solo podía ver toda la comida con la boca abierta.
-Ya veo que serás la tía favorita- murmura antes de dirigirse a su hijo. -Aki, Dahyun quiere darte algo- los ojos del niño brillan ante eso acercándose casi corriendo a la abogada.
Apenas Dahyun le muestra el cupcake el niño la abraza con fuerza. -¡Gracias, Dahyun!- dice antes de tomar el pastelillo y correr por ahí para comerlo tranquilo.
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Bajo tus órdenes (Dahmo G!P)
FanfictionDahyun es perfecta, siempre lo ha sido, se le ha exigido nada menos a eso toda su vida, por lo que no conoce más allá de sus esfuerzos. Pero ¿qué sucede cuándo sabe que no es feliz con su vida? ¿que todo lo que ha hecho ha sido para los demás y nada...