Capitulo 14: Flesh

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Los ojos de ambas mujeres mantenían la mirada, una mostraba de manera retorcida la alegría que sentía la pelinegra, pero por el otro lado se podía ver shock y negación por parte de la rubia, quien a pesar de estar acorralada, trato de alejarse más de quien estaba frente suyo, mientras esta se agachaba para acercase más a ella.

-No, tu no puedes estar aquí- estiró su brazo, tratando de mantener la distancia entre ellas dos.

Addams ladeó ligeramente su cabeza hacia un lado, observando como Sinclair trataba por todos los medios alejarse y negar su presencia, pero aún así, no le importaba invadir su espacio personal de su preciada "amada".
Enid sacudió su mano para así tratar una vez más de alejar la pelinegra de ella, apartaba la mirada de los ojos tan fríos de la asesina, no podía soportar verla por más tiempo, pero un agarre fuerte sobre su muñeca le hizo mirar de reojo a la mujer.

-Cuidado con esas garras, no te gustaría volver a dañar mi rostro...- dirigió la mano de la licántropo hacia su rostro manchado de sangre, dirigió sus delicados sobres aquella cicatriz -¿O si?- su voz era tan monótona como siempre, como si no le importará lo que pasará a continuación.

Sinclair no pudo evitar sentirse culpable, ella le había hecho una marca horrible al rostro tan hermoso con el que soñaba todas las noches, pero la culpa no era lo único que estaba experimentando, se sentía estúpida ¿Por qué debería sentirse mal por hacerle daño a una criminal? Y lo peor ¿Por qué su corazón aún se aceleraba en su presencia?
Quería destruirle, queria destrozar cada centímetro de aquel precioso rostro que se encontraba enfrente suyo, quería enterrar sus garras en su piel, y hacerla experimentar el dolor que ella experimento por todo este tiempo que estuvo ausente, le quería dañar lo más posible, quería hacerla pagar. Así que ¿Por qué?

"¿Por qué no puedo hacerlo?"

Aquella noche se le hizo tan fácil hacerlo, ¿Por qué ahora era distinto?

Merlina pudo sentir como la mano de Enid temblaba ligeramente, de manera lenta soltó su muñeca, para ahora delicadamente poner su fría mano sobre su rostro, tenia sus cicatrices bajo su tacto acariciando con su pulgar, haciendo que el temblor en la mano de Sinclair fuera desapareciendo.

-Es fascinante que ambas tengamos ahora cicatrices en el rostro...

Aquel pulgar paso de acariciar aquellas "imperfecciones" a deslizarlo lentamente por aquellos labios rosados, los cuales le habían mantenido en silencio desde que ella hablo, dejando una mancha de sangre fresca sobre ellos.
Enid estaba paralizada, no sabía que hacer, podía arrancarle la cara con un simple movimiento, o incluso podría rasgar su cuello y dejar que se ahogué con su propia sangre, tenía tantas posibilidades para matarla, ninguna sería limpia, en todas terminaría llena de sangre, pero valdría la pena, después de tanto podría acabar con todo, pero mientras su mente estaba centrada en terminar con esto, su corazón tenía otros planes en mente, miraba fijamente aquellos labios frente suyo, es como si le estuvieran llamado de manera desesperada, había pasado ya un tiempo desde la ultima vez que los tuvo sobre ella, queria repetir una vez más lo que hicieron aquella noche, lo necesitaba, aunque sea por esta vez.

Deslizó su mano hacia la parte trasera de su la cabeza de Addams, mientras que con su otra mano recorría lenta y seductoramente su cuello, sujetando con agresividad, una de sus garras hacia algo de presión donde se encontraba la yugular.

-Si tratas algo, ten asegurado que te cortaré el cuello.

Addams al escuchar el tono amenazante de Sinclair, no pudo evitar formar una pequeña sonrisa.

-Como gustes Sinclair- levantó con delicadeza el rostro la contraria, tal vez su cuerpo le transmitía una lujuria irresistible, pero podía ver cómo en aquellos azules habia odió, lo cual le intrigaba, le fascinaba poder ver más de esta Enid -Veamos quien termina rogando por clemencia- le desafío.

Breath - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora