El Secretario de Papá

Capítulo Ocho

El señor Jeon llegó de su reunión y caminó hacia la terraza, donde el señor Choi le indicó que estaba su hijo, junto a Seokjin. Lo que el señor Choi no le dijo fue que su hijo se estaba besando apasionadamente con su secretario.

Si bien en primera instancia le pareció chocante ver a su hijo besando a otro hombre, pronto se convirtió en una sensación de alivio. Al fin podía entender el cambio sutil de Jungkook. Se trataba entonces de eso: tenía una especie de romance con su empleado. Y él no se iba a espantar de algo así. Después de todo, sabía que su hijo no era heterosexual y había convivido con su hermano gay por 25 largos años. Por eso su mente era abierta y sin prejuicios.

Cuando al fin pareció que los muchachos se habían separado, sin hacer ningún comentario se acercó saludando. A Seokjin inmediatamente se le encendieron las orejas y Jungkook tampoco pudo ocultar un pequeño sonrojo. No sabían si su padre los había visto.

—¿Todo bien en sus reuniones, señor Jeon?—Seokjin se había levantado rápidamente, y en el impulso había tirado lejos a Jungkook que estaba sentado casi en sus piernas. El chico lo miró con el ceño fruncido. ¿Para qué ser hipócritas?, si su padre había visto el beso, sabía que no diría nada. No tenía nada de malo.

—Todo salió bien, pero quiero que me acompañes mañana a la oficina, necesito que estés presente en otras citas que tengo con clientes— Seokjin asintió y se puso nervioso. Sería la primera vez que iba a esas oficinas, como el secretario del señor Jeon. El padre de Jungkook no dijo nada más y comenzó a alejarse—. Estoy cansado así es que los dejo solos. Creí ver que estaban un poco ocupados, antes que yo llegara...—y se despidió con una sonrisa.

—¡Tú padre nos vio! ¡Dios qué vergüenza! ¡Debe estar pensando lo peor de mí!

— ¡¿Te avergüenzas de besarme, después que me estabas devorando y casi no me dejabas respirar?!, ¡nah! ni te preocupes. A papá no le importa. Mi tío es gay y siempre lo apoyó.

— En primer lugar, eras tú, quien estaba tirando de mis labios para que no te soltara. Y no te vi incómodo por no poder respirar...y en segundo lugar ¿tienes un tío gay?

Jungkook puso los ojos en blanco y le contó a Seokjin del hermano menor de su padre y de cómo éste lo había ayudado a salir adelante, cuando sus padres lo echaron a la calle por "sucio".

— Mis abuelos son unos trogloditas. Por eso tampoco visitan a papá... ni a mí. Tampoco les gustaba mamá... bueno en eso no se equivocaron, porque si era una zorra.

—No te refieras así a tu madre Jungkook.

— Es la verdad. Ella se fue con otro hombre, formó otra familia. Hasta tiene hijastros...la muy...en cambio a mí nunca más me llamó ni se interesó en mí. Sólo me envía el maravilloso cheque de cumpleaños y navidad— de pronto el rostro de Jungkook se entristeció. Hacía mucho que no hablaba de su madre. Ni de lo que había pasado o de cómo él se sentía. Era doloroso y recordarla, le traían de vuelta todos los demonios que había logrado aplacar con la llegada de Seokjin.

— Sabes que te entiendo. Mi padre también nos dejó y en mi caso ni siquiera hubo cheque. Tuve que trabajar para alimentar a mi madre y mis hermanos. Sé cómo te sientes Jungkook. Sólo te pido que no guardes ese rencor en tu corazón porque no te hace bien. Si ella es lo que es, tú no puedes dejar que te arrastre hacia la oscuridad.

— En ese momento fue lo único que quería. Perderme. Por eso comencé a beber, era mejor no pensar. Ella era mi mundo y de pronto...— no pudo continuar porque sus ojos se llenaron de lágrimas.

Seokjin se conmovió. Nunca había visto así a Jungkook. Siempre irreverente y con ese aire rebelde que a él le había fascinado. Pero ahora tenía en frente a un joven que a pesar de ser en el papel un adulto, no era más que un niño herido y lastimado por su madre.