Capítulo Diez

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El cumpleaños del señor Choi resultó muy emotivo. Al abrir el regalo de Jungkook rompió en llanto. Era un hermoso reloj de oro, grabado en su parte de atrás. Seokjin quedó muy sorprendido, por la generosidad del menor. El pastel además estaba delicioso y a pesar que Jungkook sólo había participado en la decoración, todos alabaron sus cualidades culinarias.

Luego de cantar, comer y reírse de las ocurrencias de Kook, la señora Ming los echó a todos de su cocina, pues quería limpiar.

Jungkook se lanzó entonces a los brazos de Seokjin. Lo había extrañado mucho, a pesar de sus tontos dibujos de conejos, le gustaba su cercanía. El señor Jeon al verlos tan "cariñosos" se compadeció y se acercó a ellos.

—Ya que hoy es un día especial, porque no nos tomamos el resto de la tarde. Hace calor y podemos disfrutar de la piscina.

—¿De verdad papá? Y tú ¿nos vas a acompañar?

—Claro, siempre y cuando no se anden besando todo el tiempo...

—Le agradezco señor Jeon, pero me temo que no traje nada para usar en la piscina.

—Estoy seguro que Jungkook te puede prestar algo.

—Tal vez hyung no quiera, él dice que yo soy más pequeño que él, ya sabes se refiere a mí...

—Me refiero a que tal vez Jungkook es un poco más bajo, pero estoy seguro que encontraremos algo adecuado—Seokjin quería asesinar a Jungkook, mientras éste reía otra vez con su risa malvada.

Subieron al cuarto de Kook, donde para sorpresa de Jin, comenzó a atacarlo a besos muy apasionados.

—Te extrañé Seokjinnie-hyung. Quería tus besitos...—y se dedicó a comerle la boca por al menos tres o cuatro minutos.

Al separarse Seokjin acarició su cabello—estoy impresionado por el regalo que le diste al señor Choi.

—Bueno él lo merece...cuando yo estaba mal, entre él y papá me traían a casa borracho. Me sostenía mientras ya sabes, no me sentía bien, cuidaba de mí, cuando papá se iba a la oficina. Lo merece.

Seokjin lo abrazó. Su Kookie era muy lindo y sentía como sus sentimientos comenzaban a crecer, aunque no sabía si Jungkook sentía lo mismo. Pero podía pensar que sí, por la forma como lo acababa de besar.

Al fin Jungkook se puso a buscar un traje de baño para su Seokjin—¿azul o negro? —preguntó.

—Azul estará bien.

Jungkook se lo pasó y él eligió el negro. Seokjin se dio la vuelta para salir del cuarto de Kook e ir al propio.

—¿A dónde vas? —le preguntó Jungkook.

—A cambiarme—respondió un poco avergonzado.

—¡¿Por qué?!, ¡¿acaso tienes dos penes o te salió un tercer testículo?!

—No seas idiota. Soy perfectamente normal...es sólo que ...bueno como tú y yo...aún no...y entonces...

—¡Aish!—exclamó Jungkook—no puedo con tus tonterías hyung y sin que Jin pudiera decir nada, se había quitado el pantalón y los bóxer, dejando al descubierto su lindo, rosado y depilado pene.

Seokjin tuvo que tragar saliva varias veces. Al verlo sintió como una erección se formaba naturalmente.

—¿Qué? ¿No te gusta así?, antes practicaba deportes y me acostumbré a depilarme. Pero si prefieres puedo dejarme crecer el vello otra vez...

—No, no...es perfecto. Digo tú eres dueño de tu cuerpo...para mí está bien—no pudo evitar que saliera un jadeo cuando terminó de hablar.

Jungkook sonrió y se puso el bañador. Le gustaba molestar a su hyung y ponerlo nervioso.

El Secretario de PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora