Capítulo 5. Reloj de arena
Transcurrió una semana.
Una interesante semana para ambos e incluso para Antonio, quien tuvo que ser sobornado por el guardián para mentirle a todos que Sergio era un familiar lejano de otro reino al que le llamó 'Arirang', porque Max temía que la identidad de Sergio fuera comidilla de todos y llegara hasta los oídos del rey.
Eso fue una muy pequeña mentira, pues las mayores fueron cuando Kimi lo confrontó en casa y tampoco pudo ser honesto ni con él.
—Jamás había escuchado de ese pariente tuyo —dijo el soldado— ¿Qué tratas de ocultar?
—N-nada.
—Antonio.
—En serio. Él es mi primo lejano —sonrió nervioso—. Me resultó casi imposible de creer que llegara de la nada. Me alegra que por fin este aquí.
Su esposo lo miró durante varios segundos hasta darse por vencido. No habría forma de que el sanador le estuviera mintiendo cuando sus ultimas palabras sonaron tan convincentes a la vez que extrañas debido al tono en que las dijo.
Prefirió continuar con su tarea de quitarse la ropa siendo ayudado por el de lindos hoyuelos.
—Por cierto ¿En dónde se está quedando? —preguntó curioso—. Él podría quedarse con nosotros una temporada si quiere.
—E-eh... No me lo ha dicho, pero mañana se lo diré.
Quien seguía todavía dudando sobre aquella mentira era del embarazado con quien Sergio se la pasaba ayudándole en la cocina. Ciertamente Sergio se sorprendió por verlo en estado y si eso era increíble, verle desprender luz cuando ingresó al almacén donde se guardaban los alimentos le hizo soltar un grito que, por ende, llevó a Christian cuestionarse por su reacción.
—¿C-cómo... ¿Cómo lo hiciste?
Desconcertado por la pregunta Christian siguió cocinando mientras Sergio lo miraba expectante a su respuesta.
—Soy un 'luz'.
—¿Qué?
—Mi poder es la luz, soy capaz de generarla —respondió concentrado en su labor—. No es un poder que todos deseen.
"Pues sin energía eléctrica yo lo deseo." Pensó Sergio todavía sin creerlo.
Un pensamiento llegó a su cabeza recordando una charla con el guardián y ya que estaba curioso, no le vio ningún mal cuestionarle a Christian sobre ello.
—¿Hay muchos con tu poder en el reino?
—Pocos realmente. Pero nos ven como si no tuviéramos ninguno.
—¿También es así con quienes absorben y canalizan la energía?
La pregunta hizo a Christian detener toda acción y mirarlo con seriedad.
—No existe ese poder.
—Pero... el guardián...
—El guardián es solamente quien custodia el salón de los espejos —respondió como a todos que eran curiosos de ese tema—. Al igual que los anteriores guardianes está entrenado para matar a cualquiera que se arriesgue a enfrentarlo. No ha habido nadie que pueda absorber energía. De ser así no envejecería jamás.
—L-lo siento. No quise ser inoportuno.
El embarazado suspiró volviendo a su labor con la masa. No quería creer que ese chico fuera algún espía y buscara la forma de informarse sobre el salón y el guardián. Los reinos parecían estar en paz como para que de nuevo se desatara una guerra por aquel salón de espejos como la que vivieron. Para todos en el palacio preferían mentir sobre lo que realmente conocían o al menos lo hacían quienes sabían la verdad respecto al salón de los espejos y a Max.
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El Salón De Los Espejos [Chestappen]
Sonstiges-Sí, yo tampoco creería lo que dije -dijo entrando en razón-. Nadie en su sano juicio lo haría si digo que soy la pareja destinada de una persona que tiene más de siete siglos y custodia un salón de espejos que pueden llevarte a otros mundos. -*-*-*...