El Salón De Los Espejos [Chestappen]

Capítulo 16

Capítulo 16. (Norte) Fuego líquido Pt 2

Podría ser en que estuvieran totalmente nerviosos, pero no lo aparentaban, sino que sus rostros no mostraban ápice de miedo o nervios, ninguna emoción podía leerse en los seis rostros.

A ninguno le interesaba lo mínimo detenerse a admirar el palacio, ni la sala en la que esperaban impacientes a la monarca de Leven, lo que querían esa precisamente a la fémina, cada segundo que pasaba era una pérdida para ellos y para Sergio.

—¿Estás seguro que funcionará?

Pierre rodó los ojos, no podía golpear a Mark, aunque quería, por el simple hecho de seguir en sus papeles de guardias reales del único príncipe entre ellos.

—Cállate y enderézate —respondió Carlos—, nos vas a delatar.

El castaño obedeció notando que los soldados en la sala les observaban con total atención.

Estaba inseguro de que fueran vistos con sus verdaderas vestimentas, pues unos jeans rasgados y una sudadera no era para nada cercano a lo que Lewis vestía, ni a lo que los soldados de Leven vestían. Sin embargo, pese a su duda, todos los habían visto tal cual Lewis aseguraba, su guardia real. No había forma en que descubrieran que eran los reflejos guardianes. Finalmente, una voz sonó por la sala de audiencias alertando a los seis.

—Su majestad, la reina.

Segundos después, la mencionada ingresó ataviada de forma sencilla, demasiado simple para recibir a un príncipe a pesar de haber recibido la noticia de la presencia de este pidiendo verla veinte minutos atrás. Siguiendo el tan estricto protocolo que el castaño llevaba practicando por siete siglos saludó a la monarca siendo seguido de los cinco.

Una reverencia de noventa grados durante varios segundos al mismo tiempo que el príncipe recitaba un saludo tan gastado y que seguía usándose con él.

—Su Majestad, sea su vida larga y llena de salud, belleza y sabiduría. Mis ojos son tan afortunados al ver que su majestad ha accedido en darme audiencia, sé que podrá responder a mi solicitud con la gentileza que le caracteriza y con la cual ha reinado por tanto tiempo.

"Es bueno que yo sea de otra época" pensó Daniel al escucharlo, él no podría jamás decir algo así en toda su vida. No era el único, tanto Liam como Mark compartían un pensamiento similar, la política no era su fuerte, mucho menos cuestiones reales que involucraran discursos así.

—Por favor, de pie.

Liam y Daniel tragaron en seco, la mirada de la reina evaluando a cada uno de ellos les daba esa sensación de saber sobre sus identidades, pero demoró más mirando a Lewis hasta que una orden fue lo primero que salió de sus labios.

—Todo mundo fuera. Quisiera hablar a solas con el príncipe.

Tanto los soldados como sus damas de la corte se miraron unos a otros indecisos de hacer lo ordenado.

—Majestad...

—Es una orden —decretó con seriedad.

De inmediato los sirvientes abandonaron la sala, Lewis al verlo giró hacia los cinco, si la reina deseaba hablar solo con él, debía copiar sus acciones y pedirles a los demás salir de la sala.

—Es mejor que...

—Ellos pueden quedarse —externó la reina—. Confío en que has venido en paz.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de la monarca, el príncipe asintió a su vez que el resto sentía algo de alivio al no ser sacados de la sala.

—¿De qué reino ha dicho que viene? —cuestionó Kelly—. Su visita ha sido totalmente inesperada, sobre todo a esta hora.