Durante el resto del festival ________ se la paso del brazo de Muzan recorriendo varios de los puestos. El político haciendo uso de su carácter dominante la obligo a mostrarle y explicarle cada uno de los puestos. Por supuesto, al millonario no le importaba en lo más mínimo las inútiles mercancías de esa gentuza sino la mismísima muchacha que lo acompañaba ahora del brazo, algo incomoda, sí, pero eso cambiaría en cuanto cayera en su encanto.
Muzan era un hombre avaricioso y egoísta, que no dudaba en tomar todo aquello que quisiera con tal de satisfacer sus deseos, y esa muchachita de campo no sería la excepción. Desde que la vio le generó interés y ahora que la tenía en sus manos no desaprovecharía la oportunidad de seducirla con sus riquezas.
— ... y ese puesto vende piezas de cerámica, este otro manteles tejidos y aquello de ahí es un poste de luz.... Listo, creo que con eso finalizamos el recorrido del festival.- dijo exhausta la joven que ya tenía la boca seca de tanto hablar.
— Oh vaya, que rápido se ha pasado el tiempo.- dijo simulando sorpresa.- Tal parece que el viejo dicho es cierto...
— ¿Cuál dicho?- pregunto inocentemente la joven.
— El de que "El tiempo pasa volando con buena compañía".- dijo acercando la mano de la joven y otorgándole un beso en su dorso. Este gesto no hizo más que sonrojar a la jovencita y hacerla reír nerviosa. Ella sabía que ese tipo era peligroso y no debía involucrarse, pero era demasiado difícil negarse a lo que le pedía sin parecer descortés, ya que él era hábil con las palabras.
— Bueno, si me disculpa...- dijo zafando su mano de su agarre.- ya va siendo hora que me marche.
— Pero si la noche apenas está comenzando... ¿no te gustaría pasear un poco más conmigo? Quizá podríamos recorrer la ciudad en mi limousine...
— Le agradezco la oferta, pero tengo que ayudar a mis amigos con el puesto...- ella hizo una pequeña reverencia y se volteo para volver con sus amigos. Sin embargo Muzan se interpuso rápidamente.
— Parece que no entiendes lo que te estoy ofreciendo, jovencita, permíteme ser más claro...- deslizo su dedo índice hacia el montón de la muchacha y continuo diciendo.- No suelo interesarme por mujeres corrientes, pero tú has llamado mi atención, te estoy ofreciendo ser mi compañera, podría darte una vida llena de lujos si tan solo aceptas.- la joven trago grueso. Junto coraje y alejándose respondió.
— N...no estoy interesada señor Kibutsuji. Me quiero centrar en mis estudios. Así que con permiso.
La joven se alejó a paso decidido entre la multitud dejando atrás al peli negro. En un primer momento Muzan se enfadó, haciendo que una vena de su rostro se hinchara, pero luego se calmó pensando en que así disfrutaría más de la cacería, y se marchó con su subordinado del lugar.
Cuando ____ volvió al puesto de comida encontró a todos reunidos frente al puesto.
— ¡Suéltenme, maldita sea, iré a buscarla!- forcejeaba Sanemi para salirse del agarre de Iguro y Tengen mientras azotaba una cuchara de madera con la que había estado revolviendo la comida.
— Cálmate idiota, No lograras nada así.- susurro Iguro que tenía la cabeza más fría.
— Además cualquiera pensaría que tú eres el criminal viendo tu rostro ahora, en vez de Muzan.
— ¡¿AH?!- exclamo molesto con el mayor.
Todos estaban preocupados.
En ese instante _____ apareció entre ellos como si nada y a todos les volvió el alma al cuerpo, Mitsuri fue la primera en abrazarla y casi le parte las costillas de la fuerza con que lo hizo.
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La pensión de los Hashira- KNY x lectora
Fanfiction¿Qué pasaría si comenzaras a vivir junto con todos los pilares de Kimetsu no yaiba? Tú, una jovencita que apenas inicia su camino en la universidad tiene que mudarse la ciudad y vivir en una pensión, lo que no sabe es que allí encontrara a muchas p...