¿Qué pasaría si comenzaras a vivir junto con todos los pilares de Kimetsu no yaiba?
Tú, una jovencita que apenas inicia su camino en la universidad tiene que mudarse la ciudad y vivir en una pensión, lo que no sabe es que allí encontrara a muchas p...
El miembro más antiguo de la pensión subía cuidadosamente las escaleras del segundo piso cuando oyó tu voz dirigirse a él.
— Lamento haberte citado en un sitio tan complicado, sempai.
— Descuida, no hay problema.- Él era tan servicial que nunca pensaba en las dificultades para sí mismo. Te acercaste un poco y con cuidado tomaste su mano.
— Déjame ayudarte a subir las últimas escaleras.-él solo asintió y con una sonrisa se dejó guiar al último trayecto de las escaleras y Juntos de la mano las subieron.
— Hoy hace una buena noche,- comentó Gyomei.- No hace frio y corre un viento suave, de seguro el cielo está despejado, ¿verdad?
— Así es. - Contestó _______.- No hay una sola nube, La noche es clara, como mi corazón en este momento.
El mayor bajo el rostro hacia donde tú estabas, no podía ver pero le interesaba profundamente lo que dirías a continuación.
Tomaste con cuidado las enormes manos de Gyomei y las acariciaste con ternura antes de seguir.
— He estado pensando seriamente en todos los sempais que se me declararon, he tardado mucho porque no quería herir los sentimientos de nadie tomándome a la ligera sus propuestas...
— Así eres tú,- dijo el mayor con una gran sonrisa,- tienes un corazón amable, es por eso que me has cautivado desde el primer momento.- _____ agradeció que el mayor no pudiese ver, para que no notara su rostro avergonzado. Te aclaraste la garganta y seguiste hablando.
— Pero al fin y al cabo he tomado ya una decisión.- Tomaste aire profundamente antes de continuar.- Creo que mi corazón te ha pertenecido siempre a ti, Gyomei sempai. Te amo y me gustaría ser tu novia.
De inmediato unas lágrimas comenzaron a caer de los ojos de Gyomei.
— Lo lamento,- dijo el moreno enjugando el líquido que salían sin parar de sus ojos.- Estoy tan feliz que yo...
— Lo sé, es típico de ti,- dijiste con una gran sonrisa.- Esa sensibilidad también es algo que amo de ti sempai.
— Te amo _____.- Gyomei tanteó tu rostro hasta dar con tus labios y agachándose lo suficiente depositó un delicado y tierno beso sobre ellos.- Te amaré toda la vida.
— Y yo a ti.- y con un gran abrazo sellaron su amor.
Luego de esa noche les comunicaron a los demás acerca de la decisión y todos apoyaron su relación, estaban felices porque Gyomei era un hombre muy confiable y sabían que cuidaría mucho de ______.
Después hicieron dos visitas, una a tus padres, los cuales se asustaron al ver a un hombre tan grande como un oso y que apenas pasaba por las puertas declararse como novio de su hija, sin embargo quedaron maravillados por la amabilidad de Gyomei y lo recibieron con los brazos abiertos.
La otra visita muy importante fue al orfanato donde Gyomei se crio. Allí te presentó a los niños qué él consideraba como su familia, todos lo llamaban aniki y se le trepaban encima. Viste cuan adorado era Gyomei y todo el amor que él le tenía a los niños. Te confesó que gran parte de lo que ganaba en las competencias lo enviaba al orfanato para que los niños puedan tener una buena alimentación y educación A su vez Gyomei les servía de inspiración a los niños ya que lo veían como modelo de perseverancia, él pudo aun con su discapacidad, ir a la universidad y ganar competencias, así que todos los niños querían estudiar y ser como él.
No paso mucho tiempo de esto hasta que Gyomei fue citado por la comitiva olímpica de Japón para ser el representante del país en los juegos paralímpicos. Él aceptó de inmediato y comenzó su preparación, tú por tu lado lo apoyabas y alentabas en todo momento. Y como era de esperarse Gracias a su habilidad física ganó todas las competencias en las que se presentó.
Debido a ello le pagaron una gran suma de dinero con la que no sabía bien qué hacer, unos le recomendaron que invirtiera, otros que viajara y conociera lugares nuevos y cuando te pregunto a ti tú le sugeriste compara una gran casa en la que pudiera vivir él y todos los niños del orfanato, como una gran familia, y que tu estarías dispuesta a acompañarlo como su esposa. El corazón de Gyomei se desbordo de la alegría, no solo cumpliría su sueño de tener una gran familia con todos los niños sino que había encontrado a la compañera perfecta, amorosa y de gran corazón que lo apoyaba y deseaba lo mismo que él.
Y así lo hicieron: se casaron y buscaron todos los papeles necesarios para hacer la adopción de manera legal y completa. Luego de un tiempo la aceptaron y todos juntos se fueron a vivir a una gran casa en las afueras de la cuidad. No paso mucho para que el cielo los bendijera también con hijos propios y juntos vivieron felices llenos de amor y cariño en su gran familia.
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