La pensión de los Hashira- KNY x lectora

Capítulo 25: La casa de la playa

Luego de haber dejado a Chachamaru en manos del Yushiro, el vecino malhumorado que está enamorado de la profesora de química Tamayo, los inquilinos de la pensión partieron con rumbo a la propiedad que el señor Ubuyashiki tenía en la playa. No estaba muy lejos del lugar original, solo tomando un autobús llegaban.

Al parecer todos conocían el lugar, ya habían estado en otra ocasión cuando el señor Ubuyashiki los invito a pasar el día.

La casa estaba justo frente a la playa, rodeada de un cerco de las glicinas que tanto le gustaban al patrón. Era un lugar tranquilo, alejado del público, tenía unas escalinatas que daban junto a la arena de la playa en la parte posterior de la casa. Su interior tenía un concepto abierto similar al de la pensión: la cocina- comedor solo separado por una gran barra desayunadora, un baño y solo una habitación amplia, todos acordaron dejar esa habitación para las 3 mujeres en tanto que los hombres usarían el comedor para dormir todos. En la parte que daba a la playa tenían una ducha rudimentaria para enjuagarse antes de entrar en la casa y quitarse los restos de arena y no arrastrarlos dentro de la casa.

Y si bien el lugar estaba bien equipado no había alimento alguno: tendrían que salir a hacer las compras.

— Bien,- dijo Shinobu poniendo las manos en jarra luego de revisar el refri.- Acomodemos los bolsos, luego hagamos la lista de compras y....

— Em... Shinobu sempai...- la interrumpió _____.- Nadie te está escuchando, dejaron todo y corrieron a la playa.

En efecto, todos los Hashiras habían dejado los bolsos y salieron por la puerta trasera que daba a la playa dejando tiradas a medio camino las camisetas y zapatos.

Kyojuro, Mitsuri y Tengen en la delantera, seguidos por Sanemi, Obanai y Giyuu, Gyomei iba un poco más atrás arrastrando a Muichiro, diciéndole que aproveche su juventud. Shinobu libero un suspiro.

— Debí suponerlo... a veces olvido que vivo con unos niños.- Se quitó el calzado y extendiendo su mano a _____ añadió.- Vamos, ordenaremos después.

— ¡Sí! ¡Vamos!

Los primeros llegaron a la orilla y se zambulleron de lleno en el agua gritando que la temperatura era excelente, Y poco a poco los demás se sumaron y comenzaron a arrojarse agua unos a otros, entre grititos y risas terminaron todos empapados. Luego se sentaron en la orilla mirando hacia el horizonte, viendo como el sol se ocultaba dejando el cielo teñido de tonos rojizos, naranjas y violetas.

— ¡Que hermosa vista!- grito Kyojuro a la par que Giyuu asentía con la cabeza.

— Es cierto,- continuó diciendo Tengen,- ahora entiendo porque Oyataka sama se compró este sitio.

— Es una belleza.- Confirmo Obanai.

— Gyomei sempai,- dijo _____ tocando la mano del mayor.- El sol se está ocultando justo en el horizonte del mar, el cielo tiene muchos colores bonitos y.... ¡y es todo muy lindo! - dijo la joven tratando de describirle al mayor lo mejor posible a fin de que también sea participe de la alegría que sentían todos. Gyomei derramo unas pequeñas lágrimas conmovido por tenerlo en cuenta y respondió.

— Entiendo, gracias _____.

Todos se quedaron contemplando el paisaje un buen rato.

Algo que nunca habían dicho en voz alta pero que habían pensado en más de una ocasión es que no les quedaba mucho tiempo para vivir todos juntos en la pensión: Los mayores egresarían en un año de la Universidad dejando el espacio libre para los futuros inquilinos. Debían disfrutar al máximo cada vivencia y atesorarlo en sus corazones. Pero nadie lo diría para no pecar de cursi.